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Triacastela - Sarria

Mario Mato o el gallego al que más le cunden las 24 horas del día

Se ocupa del bar, el restaurante, la tierra, el viñedo, los animales, cuida a los peregrinos… y todavía le queda tiempo para deshacerse en elogios hacia Galicia y el Camino de Santiago. Conocemos a Mario Mato y su apuesta por un modo de vida sostenible.

Laura Fortuño

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Cuando uno conoce a Mario Mato aprende muchas cosas, entre ellas, a no volver a quejarse de tener la agenda apretada. Quien crea que lleva una vida muy atareada, debería descubrir la rutina diaria de este simpático gallego que ha hecho del respeto por la naturaleza su medio de vida. A Mario las 24 horas del día le cunden como a nadie, o quizás es que no pierde ni un minuto en quejarse: se despierta temprano, sobre las cinco de la mañana, para preparar y servir el desayuno a los huéspedes de su casa rural, ya que muchos son peregrinos del Camino de Santiago y madrugan para evitar el calor. Después da de comer a sus animales, gestiona las actividades de ocio como montar a caballo, buggy o canoa, va al comedor a preparar la comida, por la tarde atiende el bar, por la noche se encarga de las cenas… y al día siguiente la rueda vuelve a empezar. Así de lunes a domingo en lo que él llama un «ajetreo diario, porque es más que un trabajo, sobre todo en la temporada de buen tiempo, que además de la parte turística y de hostelería, hay que sembrar patatas, ir al viñedo, recoger hierbas para los caballos…».

De fondo, mientras lo cuenta, se escucha pelearse a dos gallos. Le pregunto cómo va a poner paz y no lo duda: «Esto se acaba enseguida, en cuanto mande a uno a la cazuela», suelta inesperadamente. Es imposible hablar con Mario y no reírse, igual que es imposible no viajar mentalmente a los prados verdes de Galicia cuando habla de su Santa Mariña, la casa rural sostenible y ecológica en la que acoge con los brazos abiertos a visitantes y peregrinos. Precisamente por su hospitalidad y generosidad y su respeto por nuestro planeta, el rostro de Mario forma parte de la colección de murales con los que la marca de cerveza Estrella Galicia quiere homenajear a las personas que viven alrededor del Camino de Santiago y lo hacen único. Una exposición artística que recorre, a lo largo de 140 kilómetros, las últimas siete etapas del itinerario francés.

Esta es la historia en vídeo de Mario Mato, uno de los protagonistas de Las Estrellas del Camino.

«Es un orgullo que cuenten conmigo para esta iniciativa», dice emocionado Mario, quien también asegura que el realismo del mural le ha encantado.

Mario Mato es el propietario de la casa rural Santa Mariña, que destaca por su filosofía ecológica y sostenible

Fascinación y respeto por la naturaleza desde pequeño

Su padre, conductor de autobús. Su madre, taxista. Y Mario, más de campo que las amapolas: «Mis primos tenían vacas, y yo en vacaciones me iba un par de meses con ellos. Así fue cómo empezó a picarme el gusanillo de los animales. Pero durante mucho tiempo tuve que compaginarlo con otras actividades para tener una cierta calidad de vida, aunque siempre quise poder hacer lo que me gustaba de verdad y ganarme la vida con ello». Y es justo lo que ha conseguido con Santa Mariña, un espacio acogedor y verde, tanto por el entorno como por su filosofía natural y sostenible, que intentan transmitir a sus clientes. Situada en Portomarín (Lugo) la casa rural que regenta Mario es prácticamente autosuficiente: una parte importante de lo que se come, se produce allí, los caballos hacen su abono para la tierra de las patatas y el viñedo, tiene calderas de biomasa, paneles solares para calentar el agua, es productor de energía fotovoltaica y prácticamente no depende de los combustibles fósiles. «El carácter verde de esta casa es su sello personal. Quiero dejar un legado para mis hijos en el futuro, que esto tenga una continuidad», afirma Mario.

Galicia tiene mucho que ofrecer. Yo tengo debilidad por ella, es espectacular, aquí puedes encontrar todos los tonos de verde que hay en el mundo

Mario Mato

La casa rural Santa Mariña, a 98 kilómetros de Santiago, es el proyecto y la pasión personal de Mario, pero no está solo en esta aventura. Su familia le apoya y le ayuda: sus padres, que ya rondan los 85 años, plantan tomates, cebollas, lechugas, ajos, coles y nabos. Sus hijos atienden a los peregrinos, incluso el pequeño, que estudia Bellas Artes, se ocupa de la decoración del interior. Su mujer, Olga, es profesora de literatura española en un instituto cercano, pero también echa una mano siempre que puede. Como resultado, se consigue un espacio amable y familiar, del que los peregrinos no quieren marcharse. Y Mario también agradece su presencia: «Aprendes muchísimo de otras culturas sin salir de tu propia casa», asegura.

El artista

Lo que cuenta Mon Devane del mural de Mario Mato

«Escapamos de los otros retratos que están con una acción o un objeto en la mano, y magnificamos su cara para representar que es un tío enorme, que te abre las puertas de su sitio, que ha sido revolucionario en sus conceptos. Me gusta mucho cómo quedó la zona de los ojos, le di especial interés, yo siempre empiezo por los ojos en las obras. Ese muro está muy bien situado porque nada más entrar en Sarria lo ves al fondo, en una pared que era horrible y se ha transformado completamente». Mon Devane, artista urbano que ha pintado los murales.

Gallego de pura cepa

A Mario se le alegra la voz al hablar de su tierra, y no es para menos: «Galicia tiene mucho que ofrecer. Yo tengo debilidad por ella, para mí es espectacular, aquí puedes encontrar todos los tonos de verde que hay en el mundo», expresa con orgullo Mario, que también se declara un apasionado del Camino de Santiago y lo ha recorrido a pie, a caballo y en bicicleta: «El Camino te hace vivir una experiencia íntima, es sano y no es caro. Lo tiene todo».

Mario apuesta por las energías renovables y el cultivo de hortalizas y verduras para abastecer a su restaurante

Aún inmersos en la crisis sanitaria por el coronavirus, alude a un dicho gallego para mostrar su confianza en que todo mejorará pronto: “Nunca llovió que no parara”. Así que anima a viajeros y peregrinos a conocer su particular trozo natural dentro del paraíso que es Galicia: «Si quieres pisar verde desde que sales de tu habitación y bañarte en el río Miño a 20 metros de ella, aquí lo encontrarás. Si te gusta el ambiente rural, sano, tomar una buena comida con un buen vino, vente para aquí», exclama.

Las Estrellas del Camino es una exposición, una enorme galería artística, con más de 140 kilómetros de recorrido a lo largo del Camino Francés

‘Las estrellas del camino’ es un proyecto desarrollado por Estrella Galicia que nace con el firme propósito de humanizar el Camino de Santiago dando protagonismo a toda una sociedad, a esas personas que viven por y para el Camino. El resultado son las voces e historias de siete personas maravillosas que han impregnado esta iniciativa de numerosas enseñanzas, no ya solo sobre el Camino, sino también sobre la vida misma. Sus vivencias se han plasmado en siete minidocumentales y murales que cubren las siete etapas que van desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela para iluminar el Camino de los peregrinos en cada uno de sus pasos.

ITINERARIO

Los retratos recorren las siete últimas etapas del Camino Francés, desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela. En cada una de ellas encontraremos una de las obras que forman la exposición.

Triacastela - Sarria

Mario Mato - Propietario de Santa Mariña

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