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Arzúa - O Pino

Maruja Varela, la repostera del Camino que cambió la aguja y el hilo por la harina y el azúcar

Melindres, ricos y almendrados. Solo se necesitan estos tres argumentos para visitar Melide, la tierra más dulce de Galicia. Conocemos la historia de Maruja Varela, una de las reposteras con más solera del lugar.

Laura Fortuño

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De no haber flechas amarillas señalizando el recorrido, uno podría dejarse guiar por el inconfundible olor de los melindres de la Tahona y conseguiría llegar hasta el centro de Melide, en la provincia de A Coruña. Harina, huevo, manteca cocida de vaca y jarabe de azúcar. Si no es la fórmula de la felicidad, se le parece bastante. Aunque el principal secreto es la mano del pastelero, capaz de transformar estos cuatro ingredientes en el dulce por excelencia de la localidad. Los melindres no solo cuentan con adeptos de todo el mundo, sino también con su propia fiesta particular el segundo domingo de mayo. Un evento que surge para proteger, poner en valor y recuperar la manera tradicional de hacer la repostería en Melide, donde los melindres, ricos y almendrados son los dulces más representativos.

Desde 1930 lleva la Tahona de Melide, en la avenida de La Habana, inundando con el inconfundible aroma de sus dulces la ruta de los peregrinos que transitan el Camino de Santiago. Un impulso de energía para el último tramo del recorrido francés que durante muchos años fue posible gracias a Maruja Varela y su esposo Manolo, que trabajaron codo con codo y sin descanso para endulzar la vida de los demás a base de bizcochos, melindres y otras delicias. «A los melindres, como a la vida, todo es cogerle el punto. El punto que te gusta y que cada uno lleva dentro», asegura convencida Maruja. Ahora Estrella Galicia ha querido que Maruja protagonice uno de los siete murales que forman la exposición ‘Las Estrellas del Camino’. Una colección de pinturas al aire libre a manos de Mon Devane, que acompaña a los peregrinos a lo largo de las últimas siete etapas del itinerario francés.

Maruja Varela cuenta su historia en este vídeo.

El mural de Maruja, situado en O Pino, y los otros seis, son un homenaje en gran formato que Estrella Galicia ha querido rendir a personas que, como ellos, viven y trabajan cerca del Camino de Santiago y lo hacen posible gracias a su carácter único y generoso.

Horneando sin descanso

«Mi madre es una persona muy muy trabajadora, siempre estuvo trabajando en la Tahona a destajo, y creo que eso es lo que ha querido destacar esta iniciativa de Estrella Galicia», asegura Montse, la hija de Maruja. Nada diferenciaba a un sábado o domingo del resto de días de la semana en la Tahona de Melide cuando los hijos de Maruja y Manolo eran pequeños: «Los cuatro hermanos nacimos y crecimos en la Tahona», cuenta Montse. «Mis padres siempre estaban trabajando: se levantaban a las cuatro de la mañana, hacían el pan, los dulces… Era una vida de muchísimo sacrificio. Mi padre iba con el coche a repartir por las casas y mi madre se quedaba en la tienda preparando cosas caseras».

Maruja Varela, que durante muchos años fue repostera de la Tahona de Melide, protagoniza uno de los siete murales de la colección ‘Las Estrellas del Camino’

Maruja empezó como costurera cosiendo por las casas hasta que llegó a Melide y entró en la panadería como empleada: «Ella venía de una familia de labradores muy humilde, antes de los 13 años tuvo que dejar la escuela y ponerse a trabajar, como muchas otras», narra su hija. Y de trabajar en la Tahona, a quedársela cuando se casó con Manolo. «Toda la vida estuvieron al frente de la Tahona, ahora se la ha quedado mi hermano con su mujer, se vuelve a repetir la historia», explica Monste.

A los melindres, como a la vida, todo es cogerle el punto. El punto que te gusta y que cada uno lleva dentro

Maruja Varela

El éxito de Maruja y Manolo no tardó en llegar, y su hija no duda de los motivos: «Todo era muy favorable. Mi padre tenía mucho don de gentes, y mi madre es una persona muy buena, con un gran corazón. Siempre ha intentado ayudar a los demás y eso las personas lo valoran. Además, los productos eran buenos y mis padres trabajaban muy bien». La Tahona pronto se convirtió en la panadería de referencia tanto para los del pueblo como para los peregrinos que lo recorrían en su tránsito hasta Santiago.

El artista

Lo que cuenta Mon Devane del mural de Maruja Varela

«Fue difícil de situar, porque queríamos hacer una historia de su profesión pero la pared era muy complicada de adaptar el diseño. Si metíamos muchos elementos, se nos quedaba muy chiquitita ella, porque la pared es más horizontal que alta. Decidimos optar por centrarnos en los ojos, buscar una mirada que evocase recuerdos, vivencias, que mirase hacia donde hay que ir en el Camino». Mon Devane, artista urbano que ha pintado los murales.

La siguiente generación toma el relevo

Hay quien hereda de sus padres el color de ojos, la forma de cruzar los brazos o el oído musical. Montse y su hermano Alberto heredaron de Maruja y Manolo su pasión por la repostería. Después de haber trabajado “lo que no está escrito”, en palabras de su hija, Maruja vive tranquila y jubilada en un piso de Melide, donde se dedica a descansar y a su huerta. Su hijo Alberto, junto con su mujer Patricia, llevan varios años al frente de la Tahona continuando el legado de sus padres. Su establecimiento cuenta con el sello Galicia Calidade, que garantiza la calidad de todos sus productos, entre los que los melindres, ricos y almendrados son los más populares.

Las Estrellas del Camino es una exposición, una enorme galería artística, con más de 140 kilómetros de recorrido a lo largo del Camino Francés

‘Las estrellas del camino’ es un proyecto desarrollado por Estrella Galicia que nace con el firme propósito de humanizar el Camino de Santiago dando protagonismo a toda una sociedad, a esas personas que viven por y para el Camino. El resultado son las voces e historias de siete personas maravillosas que han impregnado esta iniciativa de numerosas enseñanzas, no ya solo sobre el Camino, sino también sobre la vida misma. Sus vivencias se han plasmado en siete minidocumentales y murales que cubren las siete etapas que van desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela para iluminar el Camino de los peregrinos en cada uno de sus pasos.

ITINERARIO

Los retratos recorren las siete últimas etapas del Camino Francés, desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela. En cada una de ellas encontraremos una de las obras que forman la exposición.

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Maruja Varela - Tahona de Melide

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