?

Portomarín - Melide

En el colmenar de Isidro Pardo, el apicultor artífice del museo viviente de la miel

Con el ahumador y su traje de apicultor aparece retratado en un enorme mural de Melide el entrañable Isidro Pardo. Un proyecto de Estrella Galicia para homenajear a las personas que hacen posible el Camino de Santiago.

Laura Fortuño

Compartir

Laura Fortuño

Compartir

La reina, en condiciones normales, sale de la colmena como mucho dos veces en su vida y una es para la fecundación, que se produce en el exterior porque ella no copula con zánganos de su casta. O sea, van a la discoteca, que es donde los zánganos están esperando a las ‘churris’ guapas». Entre las risas, el asombro y la fascinación se perciben en las miradas de quienes escuchan casi sin pestañear a Amparo, la encargada, entre otras tareas, de guiar a las visitas en O Enredo do Abelleiro, el ‘Museo viviente de la miel’ de carácter familiar que está situado en Arzúa (A Coruña), fundado por su padre, Isidro Pardo, en el año 1994. «La reina emprende un vuelo conocido como ‘vuelo nupcial’ -continúa-. Es un vuelo muy muy a lo alto, porque la reina quiere a los zánganos más fuertes, a los más rápidos. Los zánganos se acoplan con la reina en el aire. En ese acoplamiento, el zángano se muere, ella se queda con el esperma y lo guarda en una espermateca. La reina va a poder administrar ese esperma durante los cinco años que vive, poniendo hasta 3.000 huevos diarios, en primavera y verano, los primeros años de su vida. En ese vuelo suele copular con entre 8 y 15 zánganos para llenar su espermateca. Cuando llega a la colmena, va a poder poner huevos hembra o macho, va a utilizar el esperma o no en base a lo que le indiquen las obreras».

Cuando le preguntas a Amparo cómo consigue mantener tan despierta la curiosidad y la atención de quienes recorren el museo, se quita el mérito a sí misma: «La abeja nos lo pone muy fácil, porque su vida es apasionante. Es muy fácil llegar a la gente hablando de ellas, porque realmente es un insecto que tiene una vida muy curiosa y organizada».

La historia en vídeo de Isidro Pardo, uno de los protagonistas de Las Estrellas del Camino.

El museo O Enredo do Abelleiro está próximo al Camino de Santiago, no solamente en distancia sino también en valores: «Hay que cuidar a las abejas y cuidar el medio en el que vivimos para cuidarnos a nosotros mismos», asegura siempre el apicultor Isidro Pardo. Su hija Amparo añade: «El Camino de Santiago está muy ligado a la abeja, porque si no hubiese abejas, no habría especies de plantas, y si no hubiese especies de plantas, no podría encontrarse el Camino con árboles frutales o con flores. Nosotros estamos ligados al Camino de Santiago como representantes de las abejas».

Isidro Pardo fundó el museo O Enredo do Abelleiro en 1994

Por la contribución al Camino de Santiago de personas como Isidro, la marca de cerveza Estrella Galicia ha producido la exposición artística más extensa del mundo: ‘Las Estrellas del Camino’, una colección de siete murales con los rostros de personas que viven alrededor del Camino de Santiago y lo hacen posible. El mural de Isidro, realizado por el artista urbano Mon Devane, se encuentra situado en Melide. Amparo cuenta entre risas que a su padre la ilustración le ha encantado, se siente tal cual es y se ha dado cuenta de que está mayor.

De querer deshacerse de las abejas a desvivirse por ellas

Isidro trabajaba en una empresa hidroeléctrica cuando empezó su pasión por el mundo de la apicultura. Había un enjambre que se colocaba siempre en las persianas de unas oficinas y él, que todavía no conocía la vida de estos insectos, mandaba a un operario a que fuese a eliminarlas. Un día, el operario le dijo: «Hombre, Isidro, no haga usted eso. ¿No se da cuenta de lo que está haciendo? Métalas en una colmena».

Un buen apicultor es quien mima las abejas

Isidro Pardo

«Ahí fue cuando le empezó a picar la curiosidad, a conocerlas, a entenderlas. Compró lo que ahora es el museo, que era una cantina, y comenzó a poner aquí sus colmenitas. Mi padre fue creando este museo en su tiempo libre. La gente que viene aquí lo que hace es conocer el mundo de las abejas desde la perspectiva de mi padre. Él siempre ha querido que el museo fuese un centro de divulgación sobre la necesidad de proteger y cuidar a la abeja por la función tan importante que desarrolla en el ecosistema: la abeja es la perfecta polinizadora», explica Amparo.

Ella lleva la gestión del museo, su padre se encarga de las abejas. «Un buen apicultor es quien mima las abejas», asegura Isidro. «No es que les vaya dando besos por ahí», se ríe su hija. Y añade: «Mimar a las abejas significa no robarles toda la miel, darles un hogar en condiciones y limpiar y desinfectar todo el material». Una pasión que más que un trabajo, es un modo de vida para Isidro, que asegura que «cuando haces las cosas con amor, ilusión y cariño, no es trabajo, es disfrutar».

El artista

Lo que cuenta Mon Devane del mural de Isidro Pardo

«Me encanta cómo se ha adaptado la imagen a la pared, buscando esa “L” que tiene. Era lo que pretendíamos, que el retrato se adaptara a ese formato. Y el resultado me parece que ha quedado genial. Es lo que más destaco del mural de Isidro». Mon Devane, artista urbano que ha pintado los murales.

La gente que visita O Enredo do Abelleiro puede ver a Isidro trabajar con concentración y paciencia en su taller. Y sobre todo, puede ver a Isidro feliz dedicándose a lo que más le gusta: «Con un traje de apicultor se suda mucho, es incómodo, y a pesar de ello, mi padre está completamente feliz. Tiene 85 años y no entiendo cómo puede estar como si nada con el traje y yo que soy mucho más joven estoy sudando y deseando quitármelo», comenta Amparo.

«Mimar a las abejas significa no robarles toda la miel, darles un hogar en condiciones y desinfectar todo el material»

El museo es pequeño y familiar, así que cuando hay que ayudar, ayudan todos. «Tengo un sobrino de 14 años y otra de 10 que van al colmenar con mi padre. Es su hobbie, pero al final se convierte en el hobby de todos porque lo vivimos desde pequeños. Mi padre dedica a las abejas todo su tiempo, yo creo que no hizo nunca el Camino de Santiago porque siempre estuvo muy ocupado con las abejas», exclama Amparo.

Las Estrellas del Camino es una exposición, una enorme galería artística, con más de 140 kilómetros de recorrido a lo largo del Camino Francés

‘Las estrellas del camino’ es un proyecto desarrollado por Estrella Galicia que nace con el firme propósito de humanizar el Camino de Santiago dando protagonismo a toda una sociedad, a esas personas que viven por y para el Camino. El resultado son las voces e historias de siete personas maravillosas que han impregnado esta iniciativa de numerosas enseñanzas, no ya solo sobre el Camino, sino también sobre la vida misma. Sus vivencias se han plasmado en siete minidocumentales y murales que cubren las siete etapas que van desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela para iluminar el Camino de los peregrinos en cada uno de sus pasos.

ITINERARIO

Los retratos recorren las siete últimas etapas del Camino Francés, desde O Cebreiro hasta Santiago de Compostela. En cada una de ellas encontraremos una de las obras que forman la exposición.

Portomarín - Melide

Isidro Pardo - Apicultor

scroll