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Los habitantes de Villafranca del Bierzo guardan una tradición atípica y desconocida para el resto de la Comarca que llevan realizando durante décadas. Se trata de la tradición de «los troixos». Los integrantes de la Asociación Cultural Burbia Valcarce (Burval) aseguran que «aunque no sea la tradición más conocida de Villafranca, está muy arraigada dentro de la villa».
En la madrugada de cada 6 de enero, noche de Reyes, los villafranquinos cuelgan un «troxo», el tallo de una berza de gran tamaño, en los balcones de los solteros de cierta edad. «De ahí surgió el dicho de que el troxo hace las veces de novio de los que han pasado muchas Navidades, pero pocas buenas noches», explica Javier, villafranquino y miembro del Burval.
Esta tradición requiere equilibrio y discreción, «ya que la gracia está en no ser descubierta en el momento de dejar el regalo en el balcón», explica Javier. Sin embargo, «las gentes de Villafranca ya están acostumbradas y suelen tomarse este gesto con cariño, aunque siempre cabe la posibilidad de que alguno devuelva el cumplido con un chorro de agua fría o un saludo poco amistoso», confiesa.
Antiguamente, esta tradición se conocía como la «alpabarda» y se solía acompañar de alguna trastada por parte de los vecinos del pueblo. «Cambiaban objetos de sitio o dejaban junto al troxo versos burlescos dedicados al soltero en cuestión. Porque ya se sabe que Villafranca es tierra de grandes poetas, incluso a altas horas de la noche», apunta este berciano.
A la mañana siguiente, el pueblo observa los obsequios de los balcones como si fueran los regalos traídos por Sus Majestades de Oriente, «con abundantes carcajadas e intentando adivinar quiénes habrán sido los que han seguido la tradición ese año o comentando la pericia para subir a ciertos», aseguran desde el Burval.
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En otras ocasiones, el troxo se queda anudado al portal de la vivienda del agasajado, bien a la vista y al alcance de todos. Javier explica que la Noche de Reyes «es noche de cenas en pandilla, así que los que ponen las berzas tienen que hacerlo rápido para no ser descubiertos por algún transeúnte nocturno que vaya de vuelta a casa. Y después está el tema del equilibrio, que a ciertas horas no se mantiene tan fácil».
Esta asociación, creada con el objetivo de recuperar el Museo de Ciencias Naturales y Etnográfico de los Padres Paules en Villafranca del Bierzo, ha recuperado también esta tradición aportando valor y uniendo fuerzas para que no se pierda. Además de la recuperación del museo, la asociación ha colaborado con actividades Múltiples en la zona.
Estas tradiciones son las que mantienen vivas las raíces de los pueblos, aquellas que se transmiten de generación en generación y que se mantienen en el tiempo pasando desapercibidas pero que esconden un gran legado.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Iker Elduayen y Amaia Oficialdegui
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