El barrio de Ponferrada que reivindica «su sitio» y más seguridad vial
La asociación de vecinos reclama más señalización en ciertas zonas, entre ellas una donde se produjo un atropello hace tres años
Vivir en un barrio seguro y con espacios para todos no siempre es tan sencillo como parece. Los vecinos conocen bien sus calles, saben dónde hay peligro y qué falta para mejorar su día a día. En este caso, la Asociación Vecinal 'Flores Existe', con Estefanía Prada al frente, lleva años señalando estas necesidades.
Uno de los problemas más graves que preocupan a la ciudadanía está en un paso de peatones de la avenida Portugal, travesía principal que cruza el barrio ponferradino, concretamente a la altura del número 128. En este punto, existe un cruce en el que los vehículos pueden salir desde la calle Cuenca, travesía que enlaza el centro del barrio con el Pabellón Municipal José Arroyo y las piscinas.
Allí, según explica Estefanía Prada, presidenta de la asociación, un niño fue atropellado en 2022 por un coche debido a fallos en el semáforo. A pesar de que ahora funciona, los vecinos reclaman más medidas de seguridad y mejor señalización en el cruce.
«Lo que más estamos reivindicando es un paso de peatones que nos dijeron que sí se iba a mejorar, pero como no hay presupuestos, hay que esperar», afirma Estefanía.
El sol al atardecer también dificulta la visibilidad del semáforo, y el resalto prometido nunca se ha llegado a producir. Para la presidenta del colectivo vecinal, incluso cambiar la salida de los coches de esa calle sería una alternativa: «Otra opción sería que no salieran hacia ahí».
Resaltos y nueva sede
No es el único punto delicado. Otro tramo complicado conecta la avenida Fabero con la iglesia de Villa Gloria. Allí no hay aceras y los coches circulan a alta velocidad. La asociación ha pedido resaltos que obliguen a reducir la velocidad, o incluso, señalización de un solo sentido.
«En ese tramo pasa gente de paseo y en este caso van coches a alta velocidad. En calles que son peatonales y pasan coches, poner resaltos no estaría demás, hemos solicitado que haya badenes, y también nos han demandado el alumbrado», explica la presidenta.
Tras siete años desde el surgimiento de la asociación, los integrantes de la misma luchan por un espacio propio para desempeñar las labores y realizar distintas actividades en los antiguos colegios del barrio, mientras comparten la sede actual en el parque del Temple con otros dos colectivos.
«Esperamos que pronto tengamos un local en el barrio. Nuestra sede está compartida, pero seguimos peleando para que nos concedan nuestro sitio», concluye.