Borrar
Jorge López, en una imagen en las montañas de Lusio.

Ver 10 fotos

Jorge López, en una imagen en las montañas de Lusio.

Jorge López, propietario de las dos casas que arrasó el temporal en Oencia

«La gente me ha ofrecido casa en Lusio pero ya no es lo mismo»

Este berciano afincado en Barcelona recibió la triste noticia de la mano de un vecino que le llamó por teléfono: «Al principio pensé que era una broma»

Carmen Ramos

Oencia

Domingo, 12 de noviembre 2023, 09:34

La borrasca 'Domingos' acabó con el sueño de Jorge López y su esposa de volver a Lusio tras su jubilación. El deslizamiento de tierras provocado por las intensas lluvias se llevó por delante el pasado domingo las dos viviendas que durante años, con gran esfuerzo, trabajo, ilusión y empeño rehabilitaron para convertirlas en su hogar de vacaciones en la nueva etapa de sus vidas. Un agua desbordada y sin control agitada por el enorme viento que azotó a la comarca durante varios días y que hizo añicos también buena parte de sus recuerdos.

«Estoy triste porque ahí se han perdido cosas inolvidables, yo nací en esas casas, no había luz, ni baño, ni había nada, hemos ido mucho de vacaciones, he podido arreglar las casas con mucho esfuerzo para nuestra jubilación y nos ha traicionado la naturaleza que se lo llevó todo», lamenta con pesar Jorge que reconoce que cuando se lo comunicaron por teléfono «al principio pensé que era una broma», algo que le confirmó posteriormente el propio alcalde de Oencia, Arsenio Pombo

«Mucha pena» que ha dejado para él un desastre en el que a los importantes daños materiales que han destruido por completo las dos viviendas se unen muchos objetos personales con una gran carga sentimental. «Muchos recuerdos de los padres, muebles fabricados a mano, que fui restaurando y guardando como si fuera nuevos... una pena muy grande», remarca.

La fatal noticia se la comunicó uno de los tres vecinos que residen de forma habitual en el pueblo durante el invierno. «Me llamó y me dijo: oye las casas tuyas bajó una riada de agua y se las llevó al río», recuerda. Dos casas en las que pasó algunos de sus mejores momentos con familiares y amigos durante sus vacaciones. «Siempre llevábamos allí amigos de Barcelona y siempre estábamos mucha gente», asevera.

«Un pueblo bonito y la gente también»

Jorge, nacido en Lusio y residente en Barcelona desde los 12 años donde se trasladaron a vivir sus padres, manifiesta con orgullo que conoce como nadie las montañas de Oencia, «una zona muy bonita» a la que volvía cada vez que tenía oportunidad principalmente durante sus vacaciones. «Cada vez que podía iba a las montañas a coger arándanos, a limpiar caminos...».

«Es un pueblo muy bonito y la gente también», destaca. No en vano, explica emocionado como rápidamente tras el deslizamiento de agua que arrasó sus dos viviendas han sido varios los vecinos que le han abierto sin dudarlo las puertas de sus casas para que puedan seguir volviendo al pueblo cada vez que lo deseen. «La gente del pueblo buena gente, ya me han ofrecido casa para ir a dormir pero ya no es lo mismo», apunta.

De sangre berciana cien por cien las circunstancias de la vida hicieron que Jorge López se fuera de Lusio, su pueblo natal, para continuar su vida en la ciudad condal donde se casó con una catalana. «La verdad es que ya la primera vez que fuimos al pueblo es una mujer que se adaptó a todo y en ese pueblo la quieren mucho», relata.

En Lusío Jorge cuidaba de buena parte de la herencia de sus padres y sus abuelos también naturales de la localidad, entre ellos los castaños. «Yo de lo que tengo ahí no vendo nada porque me gusta recordar todo lo que era de mis padres y de mis abuelos».

Más de 30.000 euros en daños

Con las imágenes del desastre todavía en su memoria, a Jorge no se le pasa por la cabeza levantar de cero de nuevo las dos casas. «Lo voy a dejar porque mi esposa estuvo enferma aunque este año con ayuda de personas de aquí fuimos para allí, estuvimos quince días y fue una ilusión muy grande».

Una pérdida que para él va más allá de dos casas en las que han invertido tiempo y dinero. «Por dentro estaban muy mal, había paredes que estaban medio caídas, los techos hubo que arreglarlos....» Estima que los daños superarán los 30.000 euros, cuantía que ya solo invirtieron en levantar ambas casas y a la que hay que sumar muebles y enseres de los que «ya no se puede recuperar nada».

Un derrumbe en muros y paredes que va más allá y en el que para Jorge pesan especialmente los recuerdos personales, entre ellos una foto recuperada de sus padres, abuelos y de toda la familia que presidía uno de los comedores. «Eso era un sentimiento tenerlo y también se ha perdido, era una de las cosas que queríamos tener porque llegábamos allí veíamos a los abuelos, a los padres...algo que para nosotros tenía mucho valor y quedó en el río».

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elbierzonoticias «La gente me ha ofrecido casa en Lusio pero ya no es lo mismo»