El Bierzo en el corazón de la DANA: un día de trabajo en Paiporta

El Bierzo en el corazón de la DANA. La marea de voluntarios bercianos sigue firme en su apoyo decidido a los damnificados por las inundaciones de Valencia.

Así ha vuelto a quedar de manifiesto este fin de semana, 9 y 10 de noviembre, en el que un grupo de seis jóvenes -dos de Lillo y cuatro de Fabero- han viajado hasta Paiporta, en el epicentro de la DANA, por segundo fin de semana consecutivo, para ponerse la funda de trabajo, armarse de palas y rastrillos y seguir colaborando en las labores de limpieza y en todas cuantas acciones han sido necesarias.

Han bajando hasta Valencia con un cargamento de herramientas, hidrolimpiadores, epis, botas, palas, cepillos, desinfectantes «y muchas cosas que allí son necesarias» y que han podido sufragar gracias a los fondos recaudados en la campaña de solidaridad llevada a cabo en el supermercado Covirán de la localidad.

Samuel Fernández, Iván Rellán, Álex Fernández, Pablo Martínez, Dani García e Isaac Marbán salieron el viernes día 8 de noviembre desde la capital faberense para dedicar a la solidaridad con los afectados por la DANA el tiempo que les dejan sus respectivos trabajos. Allí se unieron a Víctor Quiroga, otro amigo de Lillo que ya estaba en la localidad desde el miércoles 6 de noviembre.

A su llegada, su 'comandante y amigo' Víctor les había localizado unos días antes alojamiento en casa de María Ángeles y Luis, situada en la calle Palleter, «que nos dieron casa y comida y se han portado con nosotros de una manera espectacular», relata Isaac Marbán.

El sábado trabajaron duro achicando agua y barro de dos grandes garajes junto a grupos de entre 20 y 30 personas, «donde nos hemos coordinado para recoger el agua a la bomba de la forma más eficaz», explica Isaac. Como la unión hace la fuerza, entre todos consiguieron recortar el tiempo de unas labores que de otra manera les hubiera llevado mucho más. También repartieron comida por la zona de Paiporta más afectada por las inundaciones, donde la DANA sacudió con especial dureza a sus habitantes.

Al finalizar la jornada, el cansancio y el dolor de pies acumulado de estar todo el día con las botas de goma puestas, visitaron junto a su anfitrión, Luis, la zona más afectada de Paiporta comprobando con sus propios ojos imágenes que dos semanas después aún resultan desoladoras. «Había muchos enseres apilados por sus estrechas calles», apuntan. Un recorrido que les permitió comprobar «que todavía queda mucho trabajo por hacer».

De vuelta a casa, compartieron mesa, mantel y también un rato de buena charla con María Ángeles y Luis «que nos han ofrecido lo que tenían», remarcan. Sin vacilar aseguran que ellos «ya tienen su casa en nuestro Bierzo, con todo lo que han hecho por nosotros», remarca Isaac. Desde su supermercado en Fabero «les haremos llegar una cesta de productos de nuestra tierra en gratitud por el trato recibido en cuanto sepamos fijo que se lo entregarán, porque no dejan entrar muchas furgonetas de reparto aún».

El domingo por la mañana, el día de vuelta al Bierzo, los siete amigos bercianos entregaron a una protectora de Aldaia varios productos donados por la Asociación Protectora de Animales Pegasos y desde allí pusieron de nuevo rumbo a la comarca para reincorporarse este lunes 11 de noviembre a sus respectivos trabajos. «Hemos regresado orgullosos por nuestro trabajo allí pero tristes por no quedar más días viendo lo que todavía les queda por hacer», concluyen.

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