El ayuntamiento encomendará a Somacyl la gestión de las obras de las piscinas
El alcalde vuelve a recriminar a la oposición el rechazo del proyecto
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada aprobó hoy el inicio del expediente para encomendar a Somacyl la gestión de las obras de reparación de las piscinas climatizadas del complejo Lydia Valentín, para la renovación de instalaciones obsoletas, reposición de estructuras y envolventes del edificio, así como mejoras en eficiencia energética y reducción de la contaminación atmosférica.
Este paso llega después de que PSOE y Vox rechazasen el viernes en pleno el acuerdo mediante en cual la Junta de Castilla y León aportaba un millón de euros a fondo perdido para esta obra y el resto se sufragaría con el ahorro energético de municipio, según informa la agencia Ical.
«Después de que los grupos de la oposición decidieran votar contra los intereses de los ciudadanos y contra los usuarios de las piscinas, no perdemos ni un día más en esperar responsabilidad institucional de esta oposición que se encuentra tan a gusto acordando entre socialistas y Vox paralizar los proyectos importantes de Ponferrada. Estoy seguro de que sus respectivos votantes están encantados de este acuerdo que tienen entre ellos, aunque probablemente los que fueran usuarios de la piscina no estarán tan contentos», señala el alcalde Marco Morala.
El regidor considera que el acuerdo propuesto era «beneficioso» pero en vista de que no es posible «vamos a intentar salvar el arreglo de la piscina, aunque no se pueda asegurar igual el ahorro energético. Lo recordaremos, porque lo que no se pueda ahorrar lo van a pagar los ciudadanos de Ponferrada y no los políticos de PSOE y Vox que se han opuesto únicamente por sus tácticas e intereses partidistas», insiste.
Ahora esperan poder agilizar los trámites administrativos para que se inicie cuanto antes el arreglo de las piscinas. «Si esperaban paralizar la acción municipal, se equivocan, pero se equivocan en perjuicio de los ciudadanos no del equipo de gobierno. La radicalidad de la izquierda socialista y la derecha de Vox tiene estas cosas que la gente no entiende», concluye.