Ver el mar por primera vez con más de 80: «¡Está calentina!»

Un deseo pedido a los Reyes Magos que por fin se ha hecho realidad. Los residentes de Centro Campolar de Bembibre han cumplido este martes 25 de junio su deseo de «poder ver el mar», una experiencia única para todos y que ha sido la primera vez para algunos, como Ana María y Juan Domingo.

Los dos se bañaron en el mar por primera vez y se sorprendieron de «lo buena que está», con frases como «¡está calentina!», expresada por Ana María entre risas. Mientras, Agustina decidió pasar la jornada «haciendo lo que ahora llamamos meditación» recordando sus años vividos en Gijón de joven.

Otro «momento estrella» del día fue, como explican desde la residencia Campolar, «la cara de felicidad de Paquito» cuando se metió en el mar con el coche anfibio que le prepararon de sorpresa, donde consiguió, gracias a la ayuda de sus monitores, ponerse en pie pese a encontrarse en silla de ruedas.

Una iniciativa tan emotiva como real, que se ha visto cumplida finalmente este martes, cuando un grupo de unos 60 residentes y sus acompañantes se embarcaron en la aventura hasta la Playa de Poniente de Gijón, donde se pusieron sus bañadores y comenzaron a disfrutar del Cantábrico.

«Se me llenan los ojos de lágrimas solo de recordarlo», explica Natalia Moratiel, enfermera de la residencia que los acompañó en el viaje. «Estaban en una nube todo el tiempo» cuenta sobre la experiencia.

«Memorias frente al mar», un proyecto que se puso en marcha alrededor del pasado mes de octubre con la colaboración de Rotary Club Ponferrada. Durante una semana de navidad llevaron a cabo un mercado navideño en El Rosal, en el que vendieron artesanías creadas en el taller de terapia de la residencia. Gracias a los «enormes e inesperados» ingresos recibidos, que superaron los 2.500 euros, decidieron preparar un viaje a la playa junto a más compañeros de la residencia.

Un sueño pedido frente al árbol de navidad que finalmente se ha cumplido esta semana con un viaje del que han vuelto todos «con una sonrisa de oreja a oreja».

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