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La crisis de los mataderos en El Bierzo con el cierre hace más de dos semanas del único que operaba en la localidad de Toreno pone en riesgo el abastecimiento de carne kilómetro cero a los establecimientos de la comarca.
Los ganaderos han lanzado una seria advertencia y es que que si no llega una solución que permita la reapertura de las instalaciones no podrán abastecer las redes de comercialización que tienen en la comarca en las carnicerías de proximidad, o lo que es lo mismo se verán obligados a poner fin a la cadena del pasto al plato, sin intermediarios.
Desde la Asociación de Ganaderos y Criadores de Ternera Natural del Bierzo lo ven claro y diáfano. «Hay gente que tiene claro que si el matadero no se abre las redes de comercialización que tienen en la zona no las puede abastecer», destacó su presidente, José María Álvarez.
En caso de extenderse el conflicto que les está obligando a desplazarse a Astorga, León o incluso Lugo a sacrificar sus reses se verían forzados a cambiar de sistema de comercialización. «Empezarían a vender terneros pasteros o a mataderos en lotes grandes y carnes pesadas más que a tiendas directamente», apuntó Álvarez.
Los ganaderos y criadores bercianos explican, en este sentido, que «ahora la red que tenemos es directamente desde nuestras explotaciones a los carniceros», una comercialización de sus canales que realiza bajo pedido de «una, dos o tres y a veces se hacen pequeñas matanzas, se mata una o dos veces a la semana».
Una situación que aseguran que se hace imposible para ellos prolongarla en el tiempo. «Tiene un gravamen considerable si tienes que desplazarte a un matadero lejano y después si tienes el problema de la distribución». «Eso es inviable para mucha gente», resaltan, y no podrían continuar con la distribución de cercanía del ganadero al vendedor.
Así las cosas, desde Ternabi valoran el paso adelante dado por la compañía de Orense que se postula para reabrir el matadero de Toreno, el único de la comarca y cuyo cese de actividad está ocasionando problemas importantes a los ganaderos bercianos que se ven obligados a recorrer kilómetros con sus animales para poder sacrificarlos y conseguir ponerlos en tienda.
«Para nosotros tener que ir a matar a Astorga es un problema grande, es una pérdida de tiempo considerable y después está el reparto de la carne que se podría subsanar de una manera o de otra pero en principio así no hay una solución buena», aseveró su presidente. «Esperamos que todo esto pueda arrancar», concluyó.
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