Los arrastres de las cenizas de los incendios convierten el río de Molinaseca en un lodazal
El alcalde asegura que el abastecimiento está garantizado ya que llega al pueblo desde el valle de Tejedas, al que no afectaron los fuegos
El sonido metálico de la excavadora rompe el silencio en la zona de baño del río Meruelo. Barro, ceniza y agua oscura se mezclan mientras un camión entra y sale sin descanso para vaciar la carga. El agua, ya sin compuerta, corre libre y negra, arrastrando el recuerdo del fuego por el cauce. Desde el puente, algunos vecinos observan en silencio cómo la tormenta del jueves volvió a manchar el río de verano.
Las fuertes lluvias que el pasado jueves descargaron sobre las zonas altas del Morredero y Bouzas han arrastrado cenizas, barro y restos vegetales hacia el río Meruelo, que atraviesa el municipio de Molinaseca. En apenas unas horas, el cauce amaneció cubierto de sedimentos y lodos oscuros, especialmente en la zona de la playa fluvial.
El alcalde de Molinaseca, Alfonso Arias, explicó que «aunque en Ponferrada y Molina la lluvia no fue muy fuerte, en la zona del Morredero y Bouzas cayó una cantidad de agua importante, lo que provocó el arrastre de todas los restos de cenizas y lodos al cauce del Meruelo». Añadió que «zonas en el Morredero y Bouzas quedaron completamente calcinadas, y al no haber vegetación que sujete la tierra, las primeras lluvias han provocado estos arrastres».
Arias destacó la rápida respuesta de la Junta de Castilla y León, que puso a disposición del Ayuntamiento los medios necesarios para acometer la limpieza. «Se ha autorizado la entrada de maquinaria al río y se trabaja principalmente en la limpieza de la zona del cauce a su paso por Molinaseca en el casco histórico, que es la piscina fluvial y poco más», detalló el regidor.
Limpieza a contrarreloj
El regidor explicó que el pasado sábado habló con la Confederación Hidrográfica Miño-Sil para pedir la instalación de pequeñas barreras o diques que ayuden a reducir la velocidad del agua y evitar que los arrastres lleguen con tanta fuerza al casco urbano.
«Nos queda mucho invierno por delante y habrá que estar atentos a cómo evolucionan las precipitaciones y los materiales que sigan bajando de las zonas quemadas», advirtió Arias. La compuerta de la piscina fluvial se levantó el pasado viernes, dentro del procedimiento habitual tras el verano, para permitir la circulación del agua.
El agua, segura
Pese al aspecto turbio del río, el agua corriente de las viviendas de Molinaseca funciona con normalidad. El alcalde quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos y explicó que el municipio dispone de dos captaciones de abastecimiento: una del río Meruelo y otra del valle de las Tejedas, este último libre de incendios.
«En estos momentos el agua que llega a las casas procede del valle de las Tejedas, que no sufrió ningún incendio y es suficiente para cubrir la demanda actual», indicó Arias. Durante los meses de verano, cuando aumenta la población y el consumo, sí se recurre al Meruelo para completar el suministro.
Además, el regidor destacó que Somacyl está ejecutando una obra para ampliar la línea desde Riego de Ambrós hasta Molinaseca, con el objetivo de reforzar la captación del valle y reducir la dependencia del río Meruelo en el futuro, ya que aún no se sabe la magnitud de las consecuencias que aparecerán en los próximos meses.