Borrar
Javier Modisto está situada en la avenida de la Puebla y se encuentra en liquidación total por cierre tras 25 años en Ponferrada. E.Jiménez
«Pasan días enteros y no vendo, pero si cierro me quedo sin nada»
Begoña, propietaria de Javier Modisto

«Pasan días enteros y no vendo, pero si cierro me quedo sin nada»

Begoña es la propietaria de Javier Modisto, que abrió sus puertas en la avenida de la Puebla de Ponferrada hace 25 años, y ahora, con una liquidación total, prevé cerrar «como mucho dentro de un año»

Esther Jiménez

Ponferrada

Miércoles, 8 de noviembre 2023, 08:15

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Opciones para compartir

Begoña y Javier abrieron Javier Modisto en Ponferrada hace ya 25 años, pero su periplo en el mundo de la moda se inició mucho antes en Madrid y después continuó en Bembibre para acabar en la capital berciana, donde prevé cerrar sus puertas «en como mucho un año». Es la fecha que se pone Begoña, ya que es cuando podría jubilarse, aunque la situación, en la que «pasan días enteros y no vendo nada», le hace replantearse cerrar antes, «pero claro, si cierro ahora me quedo sin nada, es lo que tenemos los autónomos».

Él, hijo de una diseñadora francesa y de un modisto, llevaba la moda en la sangre y en la tienda que tenía en Madrid, conoció a Begoña, que entró a trabajar como cajera tras estudiar corte y confección en Zaragoza. Se dedicaron siempre a la elaboración de trajes de mujer a medida, con «muchísimo trabajo» en la capital, y entre su clientela, siempre fiel, se encontraba gente «con un poder adquisitivo importante».

Pero un achaque en la salud de Javier les hizo tener que bajar el ritmo de trabajo, por lo que decidieron trasladarse a Bembibre. Allí ya contaban con una finca y compraron un local «para seguir cotizando y no quedarnos con los brazos cruzados, sobre todo yo», cuenta Begoña. En la localidad berciana les fue muy bien, manteniendo los clientes que tenían en Madrid, que venían a la capital del Bierzo Alto «igual una o dos veces al año y se hacían toda la ropa de temporada» o llamaban por teléfono para pedir vestidos para fiestas, ya que Javier y Begoña conocían a las clientas y sus medidas.

Javier Modisto cerrará sus puertas después de 25 años en Ponferrada. E.Jiménez
Imagen principal - Javier Modisto cerrará sus puertas después de 25 años en Ponferrada.
Imagen secundaria 1 - Javier Modisto cerrará sus puertas después de 25 años en Ponferrada.
Imagen secundaria 2 - Javier Modisto cerrará sus puertas después de 25 años en Ponferrada.

Cuando la situación comenzó a flaquear en Bembibre se mudaron, negocio incluido, a Ponferrada para acompañar a uno de sus hijos que comenzaba el instituto. Esas mismas clientas les siguieron pero en la actualidad «ya se van haciendo mayores y hay gente que no ha venido en años pero si hubiera un tren en condiciones...Nos han matado al dejarnos sin AVE, nos han dejado aislados y nos estamos quedando sin nada», lamenta.

La elaboración de trajes a medida, con telas buenas, de calidad, ha sido siempre la seña de identidad de Javier Modisto, aunque en algún momento también decidieron incorporar a su catálogo confección española porque «salía algo más barata porque no todo el mundo se podía permitir hacer toda la ropa a medida, así que trajimos confección fabricada en España y no nos ha ido mal hasta ahora». De hecho, con la crisis de 2008 «dimos un bajón impresionante», ya que entre sus clientes había muchos del sector de la construcción, pero lograron mantenerse y la pandemia en 2020 «acabó de matarnos».

En la actualidad, Begoña está «luchando sola» intentando vender las prendas que tiene en la tienda y sobre todo haciendo arreglos, algo que nunca habían hecho, «para tiendas y para lo que sea», aunque reconoce que existe un gran intrusismo en el sector.

«Hay mucha gente tranquilamente en su casa cobrando y no cotizando y eso también fastidia, pero es algo que ha pasado siempre y seguirá pasando porque según está todo la gente tiene que buscarse la vida como sea, yo lo comprendo, es lo que hay porque no hay trabajo», indica.

Escaparate de Javier Modisto con carteles de liquidación. E.Jiménez

Tampoco ayuda a la situación el estado de la calle en la que se sitúa, la avenida de La Puebla. En ese sentido, Begoña recuerda que hace años «había mucho movimiento, muchos negocios» y ahora «da verdadera pena, casi no pasa ni gente por la calle». Incluso llegó a plantearse el cambiar de local, irse a otra zona más atractiva de la ciudad, «pero los alquileres tenían unos precios prohibitivos para mí».

Así, Javier Modisto aguanta como puede, con arreglos, vendiendo lo que queda en la tienda y también las telas para intentar liquidar. «Intentaré vender la mayor parte y cuando cierre lo que quede ya veremos lo que hago con ello», asegura Begoña, que, aunque no sabe cuándo cerrará, tiene claro que los gastos se siguen acumulando «nada más abrir la puerta» y «si cierro ahora me quedaría sin nada porque a mis años es difícil que me contrate nadie».

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios