Los tres primeros meses de la tasa por aparcar en Las Médulas dejan un balance «excelente»

El Ayuntamiento de Borrenes puso en marcha el 1 de julio, en plena temporada de verano, la tasa por aparcamiento en su municipio. Una medida que pretendía, según el alcalde, Eduardo Prada, «ordenar un poco lo desordenado», ya que la visita a Las Médulas se convertía en toda una odisea de vehículos que querían aparcar para poder ver en todo su esplendor este paraje Patrimonio de la Humanidad desde el mirador de Orellán, con las consecuentes colas y aparcamientos en los lugares más insospechados.

Pasados cerca de tres meses desde su implantación, el regidor hace un balance muy positivo. «No ha habido excesivos problemas, alguna queja, sobre todo de gente local, que ya conocía la zona, pero en general, el turismo, la gente que viene de fuera, muy contenta», asegura Prada. En ese sentido, la ordenanza reguladora establece un precio de 4 euros por aparcar en la zona del mirador de Orellán y 3 euros en la zona de la iglesia y en el cruce de Castro y Borrenes.

Unas medidas que, para el regidor, han mejorado todos los aspectos relacionados con la seguridad vial, ya que «ahora hay un aforo, no se permiten autobuses y autocaravanas en la travesía de Orellán, con lo cual no se forman esos atascos que había antes. En definitiva, la circulación ha sido fluida y ha aumentado la seguridad vial».

También considera que la seguridad en el entorno ha mejorado, ya que la persona que cobra los tickets de aparcamiento hace a su vez un poco labores de vigilancia, lo que ha llevado «a que en estos meses no se haya producido ningún robo en los coches aparcados en el parking».

De este modo, Eduardo Prada anunció que continuarán con la tasa porque «hemos visto que con los ingresos podemos asumir los gastos, que esa era la idea de esta actuación». Y es que Borrenes es un ayuntamiento pequeño «y no podemos gastarnos el dinero en cosas que den pérdidas».

En ese sentido, recuerda que tienen que pagar los sueldos de los trabajadores de los aparcamientos, «que tiene que haber como mínimo dos personas y son sueldos, Seguridad Social, intendencia, logística y todo cuesta mucho dinero. Además, tenemos que tener en cuenta que además que hasta el 1 de julio no se ingresaba nada y teníamos que recoger la basura, limpiar. Un mantenimiento que cuesta dinero», concluye.

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