
Secciones
Servicios
Destacamos
Las tormentas de la pasada semana y de este martes, 27 de junio, que descargaron con fuerza, e incluso granizo, en la comarca del Bierzo han sido un auténtico «varapalo» para los viñedos. Así lo considera la directora técnica del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, Carmen Gómez, tras una revisión 'in situ'.
De la granizada del martes 18 de junio, que sacudió fuertemente a los municipios de Cacabelos y Arganza, lo peor se está dando en los viñedos que no fueron tratados inmediatamente después, donde ya está apareciendo mildiu en racimo, que es «una enfermedad que termina con la poca cosecha que pueda quedar, termina secando los racimos».
Pero en las áreas que sí se trataron, «se mantiene, se están secando, se están cicatrizando las heridas. Hay mucho daño en la hoja también, se está secando hoja, hubo otras lesiones, pero bueno, va cicatrizando y eso evidentemente habrá que ver al final del ciclo cómo evoluciona y al final cuánta cosecha nos va a quedar», añadió.
En cuanto a la tormenta que descargó este mismo martes, 25 de junio, afectó a zonas de viñedo centenario de Valtuille o Parandones y sus parajes más emblemáticos, como pueden ser Cabanelas, Villegas o Matalospardos, donde la afección «ha sido muy importante, tanto daños en los racimos como en hojas y pámpanos». En ese sentido, los daños en los pámpanos van a condicionar la poda del próximo año porque «la mencía es una uva que tiene los pámpanos muy tiernos y le afecta mucho el aire, entonces si se rompen los pámpanos ya no queda poda para hacer el año que viene, por tanto creo que ha sido bastante grave todo», lamentó la directora técnica del CRDO.
Daños en las vides bercianasVer 8 fotos
Por ello considera fundamental, en cuanto se pueda, comenzar a tratar las viñas en estas zonas «para que las heridas cicatricen y para mantener la masa vegetativa, que al final la cosecha que quede se pueda salvar».
El objetivo es evitar la proliferación de hongos -mildiu, black rot u oídio-, ya que «con estas temperaturas y la cantidad de agua que ha caído se crea un microclima muy adecuado para que entren todo tipo de hongos que hay que tratar».
Ante la gravedad de la situación, Carmen Gómez confía en que los seguros se hagan cargo, puesto que los fenómenos atmosféricos suelen estar contemplados en los seguros que contratan los agricultores. «Vendrán los peritos y verán los daños que se han producido y deberían compensarles económicamente porque esto ha sido un varapalo bastante grande», afirmó.
Con todo ello, agricultores y viticultores continúan con la mirada puesta en el cielo, ya que persiste la alerta amarilla por tormentas en la comarca por lo menos hasta el jueves. «Ahora el daño ya está hecho, lo que nos puede venir no lo podemos controlar tampoco», concluyó.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.