Carmen Ramos | R. Fariñas
Ponferrada
Viernes, 14 de enero 2022, 10:10
«Se me fue de las manos». Son algunas de las primeras palabras que pronunció el autor confeso de la explosión intencionada ocurrida en la madrugada de este jueves en el edificio situado en el número 21 de la céntrica calle Alcón de Ponferrada. Un suceso que puso en jaque a los vecinos de la zona a las 3.45 horas y que todavía no han podido quitarse el susto del cuerpo.
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Tras cometer los hechos el hombre, de 36 años y de nacionalidad española, se personó en la Comisaría de la Policía Nacional de la capital berciana para confesar su autoría. El individuo pasará este viernes, 14 de enero, a disposición judicial. En sus primeras palabras ante los agentes reconoció que quería causar algún daño por el inminente desahucio de la vivienda que ocupaba en la segunda planta del inmueble como inquilino pero que la cosa finalmente «se me fue de las manos».
Siniestro total
La policía judicial investiga ahora el modo con el que el inquilino provocó esta explosión de «grandes dimensiones». Bomberos Ponferrada cree que el origen «no está confirmado que fuera un elemento como el gas» si bien se ha comprobado que la explosión contó «con un elemento acelerante» tipo gasolina.
La deflagración afectó a la cubierta y al bajo cubierta de este edificio, en el que solo vivía esta persona, y que acabó causando daños en dos plantas y cuatro vehículos estacionados en la vía pública, quedando dos de ellos en estado de siniestro total. Afortunadamente, no ha habido que lamentar víctimas mortales.
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Los cascotes provocados por la explosión cayeron a la calle donde, debido a las altas horas de la madrugada, no se encontraba ningún viandante.
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Equipos de emergencias
Sí hubo que desalojar uno de los edificios colindantes, donde los vecinos tuvieron que abandonar sus viviendas durante una hora hasta que las autoridades comprobaron que no existía riesgo de colapso de sus inmuebles.
Policía Nacional, Municipal de Ponferrada y Bomberos de Ponferrada se desplazaron rápidamente al lugar de los hechos tras tener conocimiento del siniestro provocado por dicho inquilino.
Trabajo en el terreno
Los técnicos valoraron la estabilidad del inmueble y su riesgo de venirse abajo debido a los daños causados por la voladura, si bien, finalmente, tras las comprobaciones realizadas se confirmó que no presentaban daños estructurales ni a primera planta ni el bajo del edificio.
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Los bomberos pudieron regresar al parque a las 7:25 horas, tras una intervención que alcanzó pasó de las tres horas.
El inquilino se encuentra sano y salvo, en dependencias judiciales, a la espera de que se esclarezcan los hechos y pase a disposición judicial.
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