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El legado de la tradición tiene un nombre en Toral de Merayo: Ronda El Salvador. Un total de 14 hombres de entre 35 y 94 años entonan desde hace más de 40 años las canciones de bodega que amenizan la ronda de vinos en los lagares tradicionales. Unos cánticos a viva voz dedicados también a las mujeres que están en puertas del matrimonio y que protagonizan incluso uno de los actos de las fiestas en honor a la patrona del Bierzo.
«Antes no había discotecas ni nada y entonces ibas a las bodegas, sacabas el vino con sus dulces tradicionales, cantabas una canción y todos te seguían», explica Jorge Prada, integrante de la Ronda El Salvador. Recuerda como en su pueblo al igual que en otros de la comarca siempre hubo esa tradición. «Cantamos el día de la Encina los hombres la canción tradicional berciana, las rondas tradicionales que se cantan a una novia porque se va a casar o en una bodega como se hacía antiguamente en Toral de Merayo o en muchos pueblos de la comarca».
Así empieza uno a cantar una canción y los demás le siguen al unísono a dos voces y siempre a capela, sin ningún instrumento ni director. Un legado heredado de sus ancestros que han logrado mantener vivo hasta nuestros días. «Nuestros bisabuelos, abuelos, padres, etc, ya cantaban estas canciones y se ha ido transmitiendo de generación en generación vía oral», destaca Prada.
Es el 6 de agosto, coincidiendo con las fiestas patronales, cuando, los inegrantes de la ronda van de bodega en bodega por el pueblo acompañando al tamboritero cantando y bailando. Unas canciones «que las sabe todo el mundo» y que visten de música «un acto muy bonito y muy tradicional que se acabará por desgracia», lamenta Prada porque no hay relevo. «Es un bien cultural inmaterial que lo tenemos en el pueblo y es una pena que se pierda», subraya.
Esta arraigada costumbre berciana llegará este jueves a la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura en León y compartirá espacio en una charla coloquio «a modo de filandón» con grupos de rondas de Astorga, Prioro y León. Un acto en el que también se entonarán algunas canciones de la ronda de bodega del Bierzo.
«Se trata de mantener las tradiciones y entre ellas la ronda», apunta Jorge Prada. Un legado heredado de «nuestros ancestros, bisabuelos, abuelos, padres, etc, que ya cantaban estas canciones y se ha ido transmitiendo de generación en generación vía oral».
Una tradición que se encargan de mantener viva y que sobrevivirá, en este caso, mientras lo hagan los miembros de la Ronda El Salvador de Toral de Merayo. «Lo estamos manteniendo mientras podamos pero no queda mucho, porque en las ronda son gente muy mayor y la gente joven no quiere participar», concluye.
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