Ataque al Hotel Temple de Ponferrada

«Empezamos a escuchar ruidos y no sabíamos si eran tiros o lo que era»

«Empezamos a escuchar ruidos y no sabíamos si eran tiros o lo que era». Los empleados del Hotel Temple de Ponferrada, uno de los de más arraigo en la ciudad, todavía no se han quitado el susto del cuerpo. Algunos de ellos se encontraban en el interior del establecimiento cuando este domingo 24 de noviembre un hombre armado con un pico salía de su coche y destrozaba todos los cristales de la cafetería del hotel situado en el número 2 de la avenida de Portugal, junto a la glorieta del Templario.

Eran cerca de las ocho de la tarde. El atacante, que también escribió en la fachada una pintada con las palabras «Templarios pederastas», y destrozó los cristales de una puerta situada en la calle Ramón González Alegre, ya no logró ni siquiera huir en su coche porque de inmediato fue detenido por la Policía Municipal, cuyas dependencias se sitúan frente al Hotel Temple. Precisamente, los agentes fueron los encargados de retirar el vehículo que había dejado aparcado en doble fila frente al establecimiento antes de protagonizar la acción.

Según los primeros datos que se conocen, se trata de un varón de 40 años, de un pueblo cercano a Ponferrada, con algún trastorno y que profesa odio a los Templarios. Un odio del que hizo gala ya en el primer ataque que protagonizó tres días antes del de este domingo.

«El susto ya nos lo llevamos el jueves día 21 de noviembre cuando el mismo individuo rompió dos cristales de una ventana y de la puerta que da a la avenida de la Plata», explicaron fuentes del hotel. En este caso el ataque fue a mediodía, concretamente a las 14.00 horas, con dos piedras y la suerte quiso que no hubiera ninguna persona en el comedor en ese momento. Miembros del personal del hotel escucharon en boca del ahora detenido las palabras «Templarios, hijos de puta», antes de meterse de nuevo en su coche para abandonar el lugar.

Ese día el personal del hotel tramitó la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Ponferrada y también facilitó la matrícula del vehículo del atacante. El viernes los agentes se pusieron en contacto con el personal del establecimiento hotelero para preguntarles si tenían cámaras que hubieran grabado el suceso. Entonces les informaron que el hotel no pero sí la gasolinera situada en la parte posterior de las instalaciones. Unas imágenes que ya están en manos de la Policía.

Pero «este domingo, a las ocho de la tarde, volvió con un pico y se cargó todo lo demás», relataron desde el hotel. El personal de recepción y también de la cafetería estaban en el interior cuando a las ocho de la tarde de este domingo 24 de noviembre el hombre, armado con un pico rompía todos los cristales del ventanal de seguridad situado a pie de calle. «Estaban muy mal, es lógico, tú empiezas a ver caer cristales en una cristalera... se cargó todo», relataron desde el mítico establecimiento que inició su andadura en la ciudad en el año 1968.

Desde el hotel aseguran que el atacante ni tiene ni había tenido ningún tipo de vinculación con las instalaciones. «No tiene relación con el hotel, tampoco con nadie del hotel y nunca trabajo aquí», subrayaron. Destacan, además, que «es la primera vez que se produce un incidente de este tipo en el hotel, de este calibre nunca», en los 56 años de historia del establecimiento, que cuenta con categoría de cuatro estrellas.

Unos cartones cubrían este lunes, tan solo un día después del ataque sufrido, las cristaleras de la cafetería del Hotel Temple. Unas vallas con el cordón de la Policía Local impedían el acceso a las mismas para garantizar la seguridad de los viandantes que se mostraban perplejos a su paso y se preguntaban qué es lo que había ocurrido. Mientras, las instalaciones aguardan el trabajo de los peritos para cuantificar los daños ocasionados y proceder a su reparación.

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