Bombero de Ponferrada en Valencia
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Bombero de Ponferrada en Valencia
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Un 90% de los bomberos que conforman el Servicio de Extinción de incendios y Salvamento de Ponferrada se ofrecieron voluntarios cuando el domingo, 3 de noviembre, fueron activados por la Junta de Castilla y León para participar en labores de rescate y limpieza en la Comunidad Valenciana tras el pasado de la DANA. Cinco de ellos, con vehículos y diverso material, han sido los primeros que se han desplazado hasta Valencia para ayudar a sus habitantes.
Uno de ellos es Daniel Fernández, que relata desde Aldaia, donde les han asignado tareas de colaboración, la difícil situación que viven desde hace ya casi una semana sus ciudadanos. Su primera impresión, nada más llegar, fue «la catástrofe enorme que se ha producido, esto es inmenso». Y es que a pesar de verlo por televisión durante los días previos, «cuando llegas aquí y miras a tu alrededor y ves todo lleno de lodo, los coches en medio de la nada, los restos del agua... El lodo que veíamos desde la autovía ya te hacía pensar que lo que aquí sucedió ha sido una castástrofe enorme».
Un desastre que considera que no se va a arreglar de hoy para mañana y para el que harán falta muchos medios «tanto a nivel nacional como internacional», porque «aquí en Aldaia el 80% de los vecinos ha perdido su coche, más todos los enseres personales y no hablemos ya de las pérdidas humanas, que eso no tiene ya solución, los medios materiales son eso, materiales, pero la pérdida de vidas no tiene reparación».
Los bomberos ponferradinos llegaron el mismo domingo a esta localidad valenciana, donde fueron recibidos con alegría e incluso lágrmias. «Cuando llegamos a esta calle en la que estamos trabajando, nada más bajarme del camión vino un hombre, que es el propietario de una farmacia, y llorando me dio un abrazo y me dijo que lo que nos hiciera falta, comida, bebida...», comenta Daniel, que se muestra muy agradecido con los habitantes de este municipio porque «al final son muchas horas de trabajo y cuando te ofrecen un café, un zumo, estamos súper agradecidos y además, lo ofrecen a todo el que lo necesiten. Es una experiencia increíble».
Y aunque muchos lo han perdido todo, no han dudado en ofrecerles alojamiento para las noches y también todas las comidas del día. «Eso me emociona, la solidaridad de la gente», afirma.
Una solidaridad que no ha dejado de llegar en forma de voluntarios, «colas y colas de gente con cestos, escobas, dispuestos a echar una mano en lo que haga falta, llenos de barro hasta las cejas. Al final, cuando ves todo lo que ha pasado aquí, sino es por la gente, esto no se soluciona».
En ese sentido, considera que son los ciudadanos «los que realmente están sacando las castañas del fuego, es la gente, está todo el mundo involucrado. Es digno de ver la solidaridad de la gente». Además, quiso destacar que en la zona todos arriman el hombro, «mayores, pequeños y de hecho ayer, en la calle en la que estamos, estuvieron trabajando tres niños pequeños durante todo el día, no te hablo de niños grandes, niños pequeños, con haraganes, con escobas, currando como el resto», por tanto «nosotros nos ponemos a disposición de ellos en cuanto a facilitarles todos los medios posibles».
Así, con sentimientos encontrados, entre la alegría por la solidaridad y la impotencia «por ver todo lo que rodea aquí», Daniel, junto con sus cuatro compañeros, llevan dos jornadas realizando tareas de achique en garajes «porque están todos inundados y está todo lleno de lodo». En la actualidad, las máquinas están recogiendo los escombros que la gente ha sacado de sus casas, de sus locales y todo lo que arrastró el agua «y las calles ahora mismo van volviendo poco a poco a la normalidad entre comillas».
De este modo, los cinco bomberos de Ponferrada estarán en Valencia hasta el miércoles, cuando está previsto que les hagan el relevo otros compañeros, algo que es fundamental porque «al final trabajamos sin descanso, intensamente y hay que gestionarlo de esa manera». Además, desde el punto de vista psicológico, «nadie está preparado para esto, tienes que digerirlo de la mejor manera posible».
Y es que ninguno de ellos había intervenido en una catástrofe de estas características, «esto es algo excepcional», e intentan pensar en lo positivo, «toda la ayuda altruista que está habiendo entre la gente».
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