Ser dueño de una pequeña o mediana empresa, en el contexto actual, es una tarea cada vez más difícil y compleja. Además de la feroz competencia o el aumento de los precios, la irrupción de las nuevas tecnologías está sucediendo a un ritmo cada vez más acelerado. Ahora ya no basta con reciclarse puntualmente: hay que estar más atento que nunca al impacto de las nuevas herramientas digitales que salen al mercado, ya que sus consecuencias pueden ser determinantes para la evolución de nuestros propios negocios.

Uno de los últimos grandes descubrimientos, cuya huella definitiva todavía estamos muy lejos de determinar, ha sido la tecnología asociada a la Inteligencia Artificial (IA). A pesar de sus numerosos detractores –no podemos negar que su enorme potencial puede llegar a asustar, en algunos casos–, está claro que la mejor actitud frente a una amenaza es conocerla de cerca. Tanto para saber en qué punto puede ser un peligro, como para adelantarse a la competencia en el aprendizaje de su uso y ganar en ventaja competitiva.

Entre los usos que una pequeña y mediana empresa española puede darle a este conjunto de nuevas herramientas se incluyen procesos tanto a nivel interno como externo. Según un estudio publicado este mismo año por BCG, bajo el título AI at work: what people are saying, tanto los gerentes como los empleados –estos últimos, en menor medida– de las empresas en todo el mundo, son más optimistas de lo que se creía con la irrupción de la IA en el ámbito empresarial. Eso sí, la gran mayoría reconoce que se necesitan capacitaciones específicas que, en muchos casos, todavía no han recibido. Ocho de cada diez, además, señalan la necesidad de establecer marcos regulatorios de forma urgente para regular su uso.

Otra de las encuestas que ponen en evidencia el cambio que está sucediendo en el mercado es El futuro del trabajo digital, llevado a cabo por la empresa Adobe. Tras preguntar a más de 1.000 empleados de pymes de todo el mundo, el 85% de las respuestas confirmaron que la automatización les está ayudando a nivel de productividad, y nueve de cada diez trabajadores opinaron que la IA está teniendo un impacto positivo en los negocios. Eso sí: apenas un 30% de todas las empresas afirmaron estar utilizándola en este momento, mientras que el 60% expresaron la voluntad de hacerlo en un futuro cercano.

Automatización de procesos y tareas repetitivas

Una de las principales novedades que trae consigo la IA es la automatización de ciertos procesos que, hasta ahora, nos robaban grandes cantidades de tiempo. Esto se traduce, evidentemente, en una mayor productividad. En este sentido, la enorme capacidad de procesar datos de estas tecnologías innovadoras también permiten identificar patrones y tendencias gracias al análisis de cantidades de información hasta ahora impensables. De hecho, algunos programas de gestión ya incorporan soluciones basadas en inteligencia artificial: ya existen trabajadores y empresarios en España que la utilizan y ni siquiera son conscientes de ello.

Además, el control de los márgenes aumenta de forma exponencial. Existen nuevas herramientas que permiten segmentar a los clientes de forma más eficiente, optimizar las campañas de marketing y medir muy bien las inversiones en comunicación y su retorno exacto. A nivel de logística, los avances también son remarcables: predicción de la demanda, identificación de posibles interrupciones, distribución eficiente y control de tiempos extremadamente preciso.

La atención al cliente: más rápida y eficiente

Pero no solo se trata de números en esta oleada de cambios. Por inverosímil que parezca, los chatbots y asistentes virtuales también son uno de los cambios más notorios. Estos garantizan una mejor atención al cliente, soluciones eficaces y automatización de infinidad de respuestas comunes. Eso sí: no habrá que olvidar, en ningún caso, la obligatoriedad de brindar una alternativa de atención al usuario realizada por un empleado.

En última instancia, y no menos importante, se sitúa la ciberseguridad. Las crecientes amenazas en Internet hacen que la seguridad cibernética se haya erigido como uno de los pilares básicos que debe tener cubierto cualquier pyme de nuestro país. Detección precoz de amenazas, utilización de VPN o la protección contra ataques son solo algunos de los servicios que mejoran –y mucho– algunas de las nuevas soluciones de IA del mercado.

Es importante, en este panorama de constante cambio, que las pymes evalúen sus necesidades específicas y recursos disponibles antes de adoptar cualquier herramienta basada en soluciones de inteligencia artificial. Además, a nivel financiero, las compañías pueden considerar soluciones que ofrezcan modelos de pago flexibles y escalabilidad para adaptarse al crecimiento del negocio, sin tener que afrontar grandes desembolsos que puedan poner en jaque la viabilidad del negocio.