En la era digital, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para la supervivencia de las empresas. Uno podría pensar que, si no se trata de una gran empresa, los ciberdelincuentes no tendrán ningún interés en robar los datos de un pequeño negocio. Todo lo contrario: esta confianza acaba generando una falta de conciencia colectiva e inversiones en protección de la red que convierte a las pymes en un blanco habitual. En este reportaje, exploramos cómo las pequeñas y medianas empresas están dando un giro hacia la protección de datos y la privacidad, reconociendo la importancia de mantenerse a salvo en un mundo cada vez más interconectado y con crecientes amenazas que, en numerosas ocasiones, escapan al conocimiento del usuario. Nueve de cada diez ataques, además, comienzan por un correo electrónico de phishing: un trabajador abre un enlace que desata el hackeo.

Históricamente, una gran parte de las pymes de nuestro país han pasado por alto la inversión en ciberseguridad, considerándola un gasto no prioritario en lugar de una inversión para proteger los activos de la empresa. Selva Orejón, CEO de Onbranding, explica que "a día de hoy, muchas de las pymes no tienen en cuenta dentro de sus presupuestos la inversión preventiva”. La empresa que lidera, especializada en soluciones y protección de la identidad digital ante ciberataques y hackeos, trabaja con muchas pequeñas y medianas empresas de todos los sectores y cuenta con una amplia radiografía de lo que ocurre en territorio español. “La realidad que nos encontramos es que las pymes son un target muy sensible para los ciberataques. Lo que nos encontramos es que, de forma preventiva, prácticamente nadie invierte en ciberseguridad. El principal problema es que la gran mayoría de nuestros clientes acuden a nosotros cuando ya se encuentran en una situación límite, lo que acaba comportando costes mucho más elevados a la empresa". Según la experta, los costes se pueden hasta multiplicar por cinco si no se cuenta con un sistema de prevención de ataques.

Los datos son preocupantes: según el INCIBE, en 2022 el 94% de las empresas españolas sufrieron un incidente relacionado con la ciberseguridad. España, que cuenta con un tejido empresarial donde las pymes representan más del 99% -según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo-, la amenaza planea más cerca de nuestros negocios de lo que pensamos. Si nos fijamos en un estudio realizado por la empresa multinacional Cisco en 2021, en él se afirma que el 40% de las pymes a nivel internacional que sufrieron un ciberataque estuvieron al menos ocho horas en situación de inactividad. Este tiempo de parón representa, además, la mayor parte de las pérdidas financieras de las empresas que son víctimas de un ciberdelito. Además, tal como publica Cybersecurity Magazine, ocho de cada diez pymes no están preparadas para asumir las pérdidas económicas que ello conlleva, y más del 90% no tienen contratado un seguro de ciberresponsabilidad.

Riesgos y amenazas

Las amenazas cibernéticas a las pymes han aumentado significativamente en los últimos años. Los ciberdelincuentes no hacen distinciones basadas en el tamaño de las empresas; su objetivo es con frecuencia el robo de información y el posterior pedido de un rescate. Lorenzo Martínez, director de Securizame, destaca una amenaza principal por encima del resto. "El ransomware es uno de los peligros más importantes ahora mismo. El proceso es el siguiente: un ciberdelincuente identifica la información sensible, roba una cantidad que considera necesaria, identifica también las copias de seguridad -y las borra o las cifra- y encripta todos los servidores donde está la información importante. De este modo, el empresario queda totalmente a su merced y, si quiere volver a tener la información, debe pagar el rescate que se le pide".

Selva Orejón también enfatiza la importancia de la educación en ciberseguridad como método preventivo para evitar males mayores. "La mayoría de las pymes no aprovechan los recursos disponibles. España cuenta con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) y otras instituciones autonómicas -en Cataluña, por ejemplo, contamos con la Agencia Catalana de Ciberseguridad-. Estas administraciones ofrecen formación, tutoriales y recursos formativos que las empresas pueden utilizar de manera preventiva y reactiva. Lamentablemente, la mayoría de las empresas todavía no utilizan estas herramientas, ya sea por desconocimiento o por falta de cultura cibernética". Las consecuencias pueden ser fatales. La empresa de soluciones en seguridad Datos101 cifra en 100.000 euros la media que pagan las empresas españolas para hacer frente a los ataques virtuales que reciben. Un gasto que se ha duplicado respecto al año anterior y que, según los expertos, irá a más a medida que pase el tiempo.

Desde el sector privado también se trabaja para ayudar a las pymes en esta tarea. Es el caso de Banco Santander que, fuertemente comprometido con la ciberseguridad de sus clientes y de la sociedad en su conjunto, ha convertido en un objetivo prioritario la información, educación y formación en materia de seguridad online. Entre otras muchas iniciativas, la entidad cuenta con Cyber Guardian, una plataforma diseñada para que las pymes puedan defenderse de las amenazas del mundo digital y fortalecer la protección de su negocio, con la misma capacidad que tienen ya las grandes corporaciones.

Posibles soluciones

Para protegerse de las amenazas cibernéticas, las pymes deben considerar medidas de seguridad en múltiples capas, que incluyen desde la concienciación de los usuarios y la protección de servicios expuestos, hasta auditorías internas y restricciones en el acceso a la información sensible de sus propios trabajadores. Además, es fundamental contar con sistemas de copias de seguridad robustos. Lorenzo Martínez señala que “la única solución viable y duradera es disponer de un sistema de copias de seguridad a prueba de ransomware. Debe ser un sistema híbrido, con copias locales para una restauración rápida y copias externas para proteger los datos contra contingencias, como picos de tensión o problemas externo”.

Además, reforzar las contraseñas, mantenerse constantemente actualizado, utilizar servicios de VPN, antivirus y antimalware y contar con la firma electrónica son otras de las medidas urgentes que debe aplicar cualquier empresa que quiera protegerse ante cualquier peligro. La ciberseguridad, en definitiva, ya no puede ser ignorada por ninguna de las empresas de nuestro país, sea cual sea su tamaño. La inversión en la protección de datos y la privacidad se ha vuelto esencial para mantener la confianza del cliente y garantizar un futuro empresarial sólido. Además, la educación en ciberseguridad y la implementación de soluciones adecuadas son pasos cruciales para enfrentar las crecientes amenazas cibernéticas en el mundo empresarial actual, y cualquier gasto asociado acabará siendo una gran inversión para el futuro.