Gestión del patrimonio familiar: dos tendencias estables en un entorno volátil
La gestión responsable del patrimonio y los activos digitales son dos áreas que interesan especialmente a las familias de altos patrimonios, según el Barómetro Familiar 2022 de Julius Baer
Si algo ha quedado claro en los últimos años es que el cambio constante ha llegado para quedarse. La expresión más llamativa de esta nueva realidad es la sucesión vertiginosa de eventos con un alcance excepcional: la pandemia de la Covid-19, el rebote del consumo, las crisis de suministros y materias primas, la guerra en Europa y la inflación que se desboca en todo el mundo. Es en este entorno disruptivo, acelerado e incierto en el que las familias deben gestionar su patrimonio.
Encontrar constantes en un panorama tan complejo parece difícil. Sin embargo, existen algunas tendencias globales en gestión e inversión entre las familias de altos patrimonios que han ganado en importancia durante el último año. En este sentido, los más de 1.000 expertos internos y externos consultados por el banco privado suizo Julius Baer para elaborar su Barómetro Familiar 2022 han identificado dos áreas de especial interés para este tipo de familias: la gestión patrimonial responsable y los activos digitales.
La responsabilidad como prioridad
Una de las evoluciones más significativas de los últimos tiempos en finanzas es, sin duda, la que ha experimentado la gestión patrimonial responsable. De hecho, ha pasado a convertirse en una prioridad. Del cambio climático a la propia gobernanza, la responsabilidad se ha convertido en un eje transversal en la toma de decisiones. Las familias de altos patrimonios no son una excepción en este sentido. Hasta hace poco, las consideraciones sostenibles se aplicaban primordialmente a temas de inversiones o a la filantropía. Sin embargo, hoy, los expertos encuestados por Julius Baer apuntan que las familias quieren que sus valores se reflejen de manera más amplia, en una aproximación más holística hacia la sostenibilidad.
Se trata de una estrategia que, además, puede resultar especialmente útil en la gobernanza de las familias multigeneracionales a la hora de equilibrar opiniones. Las actitudes hacia la gestión responsable del patrimonio varían entre los miembros de la familia, como apunta el Barómetro Familiar 2022 del banco privado suizo, y es probable que sea más prioritaria para la generación más joven. Sin embargo, es una tendencia que ganará en importancia para las familias en un plazo de tres a cinco años, según los expertos, por lo que merece la pena atenderla.
Para ello, es necesario identificar un propósito claro, basado en valores fundamentales, que ayude a la familia a evolucionar en armonía y también a tomar decisiones de inversión sólidas, evitando el riesgo de reflejar en exclusiva tendencias a corto plazo. Se trata de una tarea que no está exenta de complejidad, sobre todo si se tiene en cuenta que hoy las familias son más globales que nunca: cuatro de cada 10 personas de altos patrimonios tienen familiares en tres o más continentes, según el informe de Julius Baer.
Además, la creciente independencia de la generación más joven puede crear una brecha más acusada entre la experiencia y los valores de cada miembro de la familia. Por ejemplo, la Generación X podría tener opiniones muy diferentes a las del patriarca o la matriarca en cuanto a si la riqueza debe administrarse de manera responsable. Si no se encuentran valores compartidos o un propósito común, la toma de decisiones familiar podría ralentizarse y hasta provocar una ruptura en las relaciones familiares. A pesar de esta amenaza, los expertos consultados por Julius Baer ven actualmente un órgano de gobierno formal en solo una de cada diez familias de altos patrimonios.
Si los miembros de la familia reconocen la fortaleza que les aporta el hecho de moverse por un mismo propósito y están dispuestos a trabajar para realizar un cambio significativo, un experto puede ayudarles a identificar aquellos valores y prioridades que les importan personalmente para encontrar el necesario territorio común. En este aspecto, dar voz a todos aumenta las probabilidades de promover un cambio duradero.
Activos digitales, un interés al alza
La segunda gran tendencia identificada por el Barómetro Familiar 2022 es el creciente interés de las familias por la inversión en activos digitales, a raíz de la revolución tecnológica que ha supuesto la Web 3.0. Una nueva era que presenta desafíos y oportunidades tanto en sus estilos de vida como en sus negocios e inversiones.
El informe de Julius Baer refleja que, si bien solo una de cada cuatro familias considera actualmente los activos digitales como un objeto de inversión estratégica, la mitad de las restantes ya planea realizar este tipo de inversión en los próximos 36 meses. Además, nueve de cada 10 familias que ya poseen activos digitales planean aumentar su asignación.
Las familias quieren que sus valores se reflejen de manera más amplia en las carteras de inversión
Pese al aumento del interés de las familias en activos digitales —los expertos consultados creen que el 90% del mismo surgió en los últimos tres años—, no todas abordan este tema con la misma actitud. No obstante, todas son conscientes de la elevada complejidad que supone invertir en activos digitales. “Los criptoactivos no pueden ignorarse, ya que pueden perturbar gravemente los negocios subyacentes a los activos tradicionales que tenemos en nuestras carteras”, explica Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.
De hecho, es posible que las familias globales deban adaptarse rápidamente al creciente interés que despiertan los activos digitales. La cuestión es que los cambios rápidos añaden complejidad y la inclusión de clases de activos emergentes puede hacer surgir fallos en las estrategias de inversión a largo plazo. También puede surgir una división generacional y las estructuras de gobierno familiar pueden fallar en la prueba de la toma de decisiones difíciles.
A la hora de enfrentar este tipo de cambios complejos, las familias globales recurren con frecuencia a expertos externos. Aunque pueden no tener todas las respuestas ante un fenómeno nuevo y complejo, contar con un asesor de confianza permite a las familias asegurarse de que no olvidan considerar factores relevantes y de que se plantean las preguntas adecuadas. Dos premisas imprescindibles para que las familias globales puedan tener el mejor éxito posible en manejar sus patrimonios a lo largo de varias generaciones.