?
Página no encontrada (error 404) | El Bierzo Noticias
Borrar

Contenido desarrollado para

KIA

Una nueva banda sonora para el siglo XXI

Una de las características únicas de los vehículos eléctricos -y que habitualmente mencionan aquellas personas que conducen uno por primera vez- es el silencio

Content Factory

Compartir

En uno de estos coches, una batería y un motor eléctrico reemplazan a los propulsores de gasolina y diésel que aportan el hilo musical a cualquier paseo por la ciudad. Esos motores de combustión interna provocan cientos de pequeñas explosiones durante cada minuto de cada viaje, que se convierten o bien en un martilleo de fondo o bien en un rugido interminable, siempre en función de lo próximo que  encuentres en la calzada.

Con un coche eléctrico, todo lo que se escucha desde detrás del volante es el zumbido agudo y apenas perceptible de un motor, junto al contacto entre ruedas y asfalto. Sin embargo, este silencio es un arma de doble filo. Los coches eléctricos no son solo silenciosos dentro del habitáculo, sino también en el exterior. Y esto hace que sean más difíciles de oír cuando se aproximan a alguien.

“Dado el creciente número de vehículos eléctricos e híbridos en nuestras carreteras, el riesgo para peatones, ciclistas y otro grupos vulnerables ha crecido exponencialmente a lo largo de los años”, dice Rajus Augustine, senior director de Product Strategy & Planning en Car Audio de la empresa HARMAN. Las nuevas normativas sobre audio han impulsado el uso de sus soluciones de gestión de sonidos HALEsonic entre los fabricantes de vehículos, equipando sus modelos con sistemas de aviso para peatones.

Nuevas normas

“Los motores proporcionan pistas acústicas subliminales a los peatones y otros usuarios de las vías”, explica Augustine. “Aceleración, deceleración, cambio de marcha o proximidad, todas esas facetas producen un sonido determinado para el oído de las personas que lo perciben y estas reaccionan en consecuencia. Eliminar ese sonido siempre pone a las personas en riesgo”.

Este problema no ha escapado a la atención de los legisladores responsables de establecer las normas que protegen la seguridad vial. Y con las proyecciones que ya se realizan respecto al número de coches eléctricos que circularán por las carreteras europeas, esas normas han tenido que adaptarse.

La UE estipula que los sistemas AVAS de los coches eléctrico o híbridos tienen que activarse a velocidades superiores a 20 km/h, con un sonido mínimo de 56 decibelios

En julio de 2019, la Unión Europea introdujo nuevas leyes sobre los niveles de sonido que deben emitir todos los vehículos de cuatro ruedas. Esto apenas es un problema para un vehículo movido por combustión interna, pero para un eléctrico o un híbrido significa tener que incorporar un Sistema de Alerta Acústica Vehicular (AVAS) para avisar a los peatones de que hay un coche en los alrededores. “AVAS es una manera de gestionar sonido de manera activa”, expone Augustine. “Emplea altavoces ocultos en las partes delantera y trasera del coche para crear esas pistas acústicas que harán que los peatones puedan oírlo acercarse. Es una manera efectiva de aumentar la consciencia de los peatones sobre un coche eléctrico que se aproxima, sobre todo en entornos urbanos ruidosos”.

Las tecnologías AVAS -como el sistema de sonido externo (eESS) HALOsonic de HARMAN- utilizan la velocidad y los sensores de posición del pedal del acelerador para determinar el volumen y las características que debe tener el sonido que emitirá un coche eléctrico. Así, alerta de manera efectiva, por ejemplo, a las personas que estén cruzando la carretera o a un ciclista que cambia de carril.

La nueva regulación de la Unión Europea estipula que los sistemas AVAS tienen que activarse a velocidades superiores a 20 km/h, con un sonido mínimo de 56 decibelios, equivalente al producido por un cepillo de dientes eléctrico. Así, el volumen no es lo suficientemente elevado como para molestar a los peatones.

El sonido de la ciencia ficción

Mientras las nuevas leyes regulan el nivel de ruido sintético que deben producir los vehículos eléctricos, lo cierto es que no especifican realmente qué sonido deben emitir. Así, dan alas a la idea tentadora de redefinir el paisaje acústico de nuestras carreteras.

A todos nos suena el suave sonido de un motor al ralentí, así como su rugido creciente a medida que el coche acelera y cambia de marcha. En este sentido, los vehículos eléctricos y la emisión de sonido sintético ofrecen una oportunidad para algo distinto. “Los fabricantes de vehículos podrían proporcionar a sus modelos una firma sonora única, en función de lo que deseen sus clientes y lo que mejor se adapte a su propia marca. Pueden replicar el sonido de un motor deportivo o introducir algo más moderno, como el de una nave espacial o un dron, para sus modelos eléctricos”, detalla Augustine.

Los ingenieros de sonido tienen, por primera vez, la oportunidad de proporcionar a sus vehículos un nuevo sonido distintivo

“Durante mi viaje, conocí muchos propietarios de coches eléctricos que aborrecían la idea de tener que volver a visitar una gasolinera alguna vez en su vida. Simplemente, salían de casa por la mañana con la batería totalmente recargada y era rara la vez que tenían que recurrir a cargadores públicos”, explica el experto. “Recargar en casa también es la manera más barata que hay de operar el coche, ya que su propietario puede aprovechar que las tarifas más económicas son las nocturnas, justo cuando deja su vehículo enchufado”.

Estamos llegando ya al punto en el que elementos de ciencia ficción se convierten en realidad. Tanto si los futuros coches eléctricos emulan el sonido de un motor V8, como el de una nave de una película del espacio o incluso un fragmento de una obra para orquesta, los ingenieros de sonido tienen, por primera vez, la oportunidad de proporcionar a sus vehículos un nuevo sonido distintivo. Las tecnologías AVAS se han diseñado para mejorar la seguridad de los peatones, pero al mismo tiempo pueden aportar una mayor profundidad y variedad a los paisajes sonoros urbanos.

Los motores de combustión interna proporcionaron la banda sonora a las carreteras del siglo XX. A medida que nos adentramos en la era de la electrificación, 20 años después del comienzo del siglo XXI, esa banda sonora podría volverse muy diferente y mucho más vibrante.