El premio 'Lambrión Chupacandiles' reconoce a título póstumo a la periodista Mónica Domínguez

Durante la cena, celebrada en el restaurante Prada a Tope de Madrid (C/ Príncipe, 11), se hizo entrega a la familia de Mónica del galardón con el que los comunicadores distinguen a personalidades relevantes del Bierzo que llevan a la región por bandera y que contribuyen a su promoción y la de sus valores.

La joven periodista, que nos dejó el pasado 31 de julio, a los 38 años, desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en televisión, desde sus inicios en La 8 Bierzo en Ponferrada, a una intensa trayectoría ligada a Mediaset. 'Divinity está de moda', donde fue presentadora, 'El programa de Ana Rosa', 'Hay una cosa que te quiero decir', 'Cuatro al día', '¡Qué tiempo tan feliz!', 'Hazte un selfie', 'Dani & Flo' y 'Ya es mediodía'… fueron algunos de los programas en los que trabajó, además de 'Viajeros Cuatro', donde conjugó dos de sus pasiones, comunicar y viajar.

Incansable viajera, no dejaba de recordar y dar a conocer la comarca berciana. En sus reportajes y su actividad en redes sociales, presumía de sus raíces, sus paisajes, gastronomía, tradiciones y gentes. Un amor por su tierra que quisieron reconocer sus compañeros con este acto.

José Manuel Parada, el anterior «Lambrión Chupacandiles», fue el encargado de entregar a los padres y hermana de Mónica Dominguez la placa del homenaje.

«A Mónica solo se la puede recordar con esa sonrisa que siempre tenía», recordó Parada, quien insistió en destacar su bercianidad, «porque Mónica me hizo a mí más berciano» y aseguró que su compañeros seguirán recordándola, en esta cita a la que nunca faltaba, en el Bierzo, degustando productos bercianos… «nos han quedado tantas cosas por hacer», insistía.

Isabel Domínguez, agradeció el reconocimiento en nombre de su familia y quiso acercar a los asistentes un poco más a su hermana, «en su segundo hogar, Madrid». «Era una apasionada de estas reuniones, estaba orgullosisima de ser una plumilla berciana y llevaba tatuada en su alma nuestra tierra», recordó, aludiendo a su pasión por la gastronomía, el Bierzo, los viajes y su profesión.

Y animó a todos a «seguir con el legado de Mónica, y poder unirnos para visibilizar a todo el mundo la falta que le hace a nuestra comarca la llegada de muchos viajeros. Ojalá un día lleguen millones de visitantes a nuestras tierras a esa estación de tren que ahora mismo está a medio gas. Depende de nosotros seguir luchando por ella».

Finalizó con un texto de Mónica que, a modo de recuerdo, con una foto de la joven periodista, regalaron a los asistentes: «Nunca dejes de ser un niño. Nunca dejes de sentir, llorar y reír… Nunca dejes de luchar. Y sobre todo nunca dejes de volar. Viajar es volar».

Mónica Domínguez se suma a una lista de 'lambriones', en la que también están el humorista Leo Harlem, la halterófila Lydia Valentín, el pintor José Sánchez-Carralero –que un año más se sumó a la celebración-, el empresario José Luis Prada y los periodistas José Manuel Parada, Toño Criado, Mario Tascón y Juanma G. Colinas, premiados en ediciones anteriores.

El Premio «Lambrión Chupacandiles» recibe este nombre del tradicional personaje que anuncia a golpe de campana la llegada de la Semana Santa ponferradina –figura elegida como imagen de un profesional que adelanta la comunicación de una noticia-. Una denominación que puede ser utilizada por los comunicadores bercianos al ser concedido el permiso por la Real Hermandad de Jesús Nazareno de Ponferrada, que ostenta la patente de marca 'Lambrión Chupacandiles' desde mayo de 2018, fecha en la que fue registrada en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Un gesto que han agradecido a la Hermandad los periodistas bercianos, que llevan celebrando este encuentro desde el año 2009.

Desde entonces, los «Plumillas Bercianos en Madrid» continúan la tradición de esta iniciativa que surgió con el fin de crear un lugar de encuentro entre profesionales del sector del periodismo y de la comunicación del Bierzo que viven en Madrid, reunidos en torno a la misma mesa, para disfrutar de los deliciosos productos de la tierra.