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De las 28.500 hectáreas de castaños con los que cuenta la comunidad de Castilla y León, más de 18.000 se encuentran en la comarca del Bierzo. Sotos cargados de frutos que cada otoño ofrecen un paisaje espectacular a los visitantes pero también, y sobre todo, un negocio para los productores dedicados a este sector.
Pero la ubicación de los sotos, en pleno monte berciano, también hace difícil su vigilancia y cada año se producen robos de castañas tanto en esos sotos como en los almacenes con el fruto ya recogido. «Los sotos están donde están y es complicado», asegura Pablo Linares, director de la Mesa del Castaño del Bierzo.
Unos robos que se han producido en toda la comarca, «hemos tenido casos en la zona de Noceda, de Vega de Valcarce, de una punta a otra, en Sobrado, cualquier punto, no hay uno más propenso que otro». Además, Linares destaca que se dan más los años en los que el precio de la castaña es más alto.
En cuanto a la merma monetaria, el director de la Mesa del Castaño del Bierzo reconoce que depende mucho del año y que a nivel comarcal «no es muy representativa», aunque «sí lo es para el productor al que le roben todas las castañas del soto o al almacenista, ahí sí que pueden hacer un roto importante, más que lo que es en el volumen global a toda la producción del Bierzo».
Así, el pico más alto de hurtos se produjo hace unos seis años. Y es que en 2017 un solo robo en la cooperativa de Noceda del Bierzo se llevó 3.900 kilos de castañas. Una investigación que concluyó con dos jóvenes detenidos. Los siguientes años las campañas finalizaron con 16 investigados y la recuperación de 270 kilos en 2018; 22 investigados y 415 kilos recuperados en 2019; y el año de la pandemia, 2020, fueron 115 kilos de castañas recuperados y 6 investigados.
Desde entonces, Pablo Linares señala que las últimas campañas «ha estado más tranquilo», con una situación «más controlada», en parte por el trabajo realizado por el equipo ROCA de la Guardia Civil, que «hacen una especial vigilancia durante la época de recogida, con un incremento de las patrullas, rondas por la zona para tratar de disuadir, controles en carreteras para ver quién va cargado de sacos de castañas y de donde esa castaña, si pueden demostrar su procedencia o no, pero es un trabajo difícil», indica.
El equipo ROCA de la Comandancia de León, que es el que se encarga de los planes especiales en el Bierzo en el ámbito agrícola y ganadero, ha intensificado esa vigilancia directa en las labores de recolección y almacenaje y también en los diferentes canales de comercialización del producto, «todo ello dirigido a prevenir la sustracción de tan preciado producto», apuntan fuentes de la Guardia Civil.Una labor que realiza coordinado con el resto de unidades territoriales, como la de la tercera compañía de Ponferrada.
Fue a partir de la campaña de recolección del año 2014, cuando el Equipo ROCA comenzó a implicarse de manera directa en la misma, cuando se comenzaron a detectar un gran número de sustracciones de castañas por parte de grupos especializados en este tipo de delito, «atraídos sin duda por el alto valor económico que alcanzaba el producto, agudizado en ocasiones por la escasez del mismo en otras zonas productoras a nivel internacional».
Como respuesta a esta alta incidencia, se intensificaron esas labores de vigilancia y los contactos directos con los productores locales, sindicatos agrarios y asociaciones de castañicultores, «dando como resultado la puesta a disposición judicial de un gran número de personas y la recuperación de una abundante cantidad de castañas».
Así, y como aseguraba Pablo Linares, se ha constatado un importante descenso de hechos delictivos relacionados con la campaña de recolección de castañas, «siendo casi nulos en los últimos cuatro años».
«Y aunque los datos en relación con la campaña de recolección de castaña en la comarca del Bierzo son positivos desde el punto de vista de la seguridad, desde el Equipo ROCA de la Guardia Civil de León se insta a todos los colectivos relacionados con esta importante industria a no bajar la guardia y seguir en la misma línea», añaden.
Por ello, aconsejan que siempre que se detecte la presencia de personas no autorizadas recolectando o comercializando castañas, se dé aviso lo antes posible a las unidades territoriales de la Guardia Civil o al 062 aportando el máximo de datos posibles como pudieran ser número de personas, datos de posibles vehículos utilizados o ubicación, y siempre evitando enfrentamientos.
Con estos datos, la comarca berciana ya se encuentra en plena recogida de la castaña, que de momento se ha desarrollado sin incidentes. Una campaña que se inicia con previsiones de una producción normal, que rondaría los 8 millones de kilos, pero siempre «con mucha cautela porque el año pasado también había castañas para una producción normal y al final fue un desastre».
Todo ello debido al hongo Gnomoniopsis, «que estropea la castaña e inicialmente no se detecta, va apareciendo después, va produciendo la pudrición de la castaña por dentro de la piel, entonces hasta que no está muy estropeada no sale al exterior, así que inicialmente la puedes ver bien y al par de días verlas estropeada».
Aún así, el director de la Mesa del Castaño del Bierzo asegura que las primeras que se han recogido «parece que no vienen con este problema pero puede manifestarse a lo largo de la campaña, que de repente veamos que puede salir un porcentaje alto con este hongo».
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