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I.M.I. durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de León.

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I.M.I. durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de León. S. Santos

Condenado a 12 años y siete meses de cárcel el único acusado por el crimen de Borrenes

La condena, en base al veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular, conlleva indemnizaciones por valor de 120.000 euros a la madre de la víctima, su hijo y una hermana

Leonoticias Diario

León | Ponferrada

Lunes, 27 de diciembre 2021, 15:34

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La Audiencia Provincial de León ha comunicado este lunes la sentencia por el crimen de Borrenes, cuyo juicio se desarrolló en sus saladas durante las últimas jornadas.

La condena, en base al veredicto de culpabilidad emitido por el jurado popular, conlleva una pena de 12 años y siete meses de prisión por homicio con el agravante de superioridad y con la accesoria de «inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, sin que haya lugar a imponer la medida de libertad vigilada que solicita la acusación particular».

Igualmente y de acuerdo con el auto dado a conocer en esta jornada se acuerda una indemnización de 70.600 euros para la madre del fallecido, 33.000 euros para su hijo así como 18.897 para su hermana, «cantidades que devengarán el interés legal establecido en el art. 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, condenándole también al pago de las costas del juicio, con inclusión de las de la acusación particular».

Lo que apuntó el jurado

Según la declaración del jurado en su veredicto I.M.I. «no causó intencionalmente, consciente y con voluntad la muerte de la víctima, pero sí continuó golpeándole a pesar de saber que era probable que los golpes se la podían causar. Tampoco hizo la agresión con conocimiento ni voluntad de que la víctima no tenía opción de defensa, pero sí de haber actuado con el conocimiento de la desproporción de las fuerzas».

Según el relato elaborado por el jurado popular, tras una discusión previa cuando la víctima se encontraba haciendo autoestop, que llevó a un golpe por parte del acusado y la fractura de una luna de la furgoneta en la que viajaba junto a su nuera, el acusado propinó varios golpes «con gran violencia» a la víctima, como consecuencia de los que murió en el lugar.

Hechos probados

Los hechos considerados probados por el jurado coincidieron en su momento en parte con el escrito de calificaciones elaborado por el Ministerio Fiscal, quien sostuvo que cuando el acusado circulaba por la carretera N-536, la víctima le hizo un gesto para preguntarle si le podía trasladar. Sin embargo, el acusado paró la furgoneta para indicarle que no podía hacerlo, ante lo que respondió con una 'peineta'. Tras ello, decidió bajarse de la furgoneta y propinarle un golpe en la cara antes de volver a montar en la misma.

Tras recibir el golpe en la cara, la víctima, que presentaba una alta tasa de alcoholemia – 3,02 gramos por litro de alcohol en sangre – arrojó una piedra contra la ventanilla del conductor de la furgoneta, fracturándola. Fue entonces cuando el acusado arrancó el vehículo para moverse hacia delante y atrás en dirección al fallecido, que escapó por un camino próximo.

Persecución

No obstante, el acusado bajó del vehículo y le persiguió hasta lograr alcanzarle, cuando le propinó un golpe en la cara que le hizo caer al suelo, donde siguió golpeándole con patadas y puñetazos, lo que le provocó varias lesiones que le llevaron a la muerte en un breve periodo de tiempo debido a un shock traumático.

Por estos hechos, la Fiscalía solicitó para el acusado 15 años de prisión por un delito de homicidio con el agravante de ejecutar el hecho con abuso de superioridad por el estado de embriaguez en el que se encontraba la víctima.

Condena

Por su parte, la acusación particular, que había solicitado para él una pena de 25 años, al estimar que los hechos debían calificarse como un asesinato al considerar que tuvo intención de provocar la muerte a la víctima, decidió rebajar la petición a 15 años de cárcel por un delito de homicidio, en vista del veredicto emitido por el jurado, informa Ical.

Todo ello en contra de lo que sostuvo la defensa, que apuntó que lo ocurrido no podía ser considerado nada más que un homicidio imprudente, al tiempo que atribuyó a la mala fortuna el resultado del incidente, por lo que pidió la aplicación de la pena «en su grado mínimo».

Autostop

Durante su declaración el pasado martes en la Audiencia Provincial de León, el acusado, residente en Cacabelos, explicó que el fallecido, que estaba haciendo 'autostop' en la carretera N-536l, le rompió con una piedra el cristal de la furgoneta en la que viajaba con su nuera, después de que se negase a recogerle para llevarle a Ponferrada. «Sacó del bolsillo derecho una navaja. Estaba la adrenalina a tope. En esos momentos no se puede pensar. Quería reducirle y en el momento en que resbaló le di unos golpes. Yo tenía intención de retenerlo hasta que llegase la Guardia Civil», manifestó.

«Nunca sospeché que esta persona iba a fallecer. En ningún momento. Estaba esperando impaciente que llegara la ambulancia», afirmó el acusado y reconoció únicamente que le había propinado algún golpe y patada mientras el otro utilizó una especie de palo, además de insistir en que reclamó la presencia de la Guardia Civil y del 1-1-2 para que le atendieran en cuanto vio que sangraba por la boca. «Mi vida iba muy bien encaminada hasta ese 6 de mayo», declaró.

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