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Todo hacía presagiar que la del 2023 iba a ser una buena campaña para el pimiento asado del Bierzo, con unas previsiones que se situaban en torno a los 100.000 kilos, superando con creces la producción del 2022, ya que «el verano había venido bien, había bastante carga de pimiento», aseguró Pablo Linares, director técnico de la IGP.
Incluso se pasó el mes de julio sin grandes pérdidas por la proliferación de la población de Spodoptera exigua (rosquilla verde), una especie de polilla cuyas orugas, de color verde, producen graves daños en los cultivos de pimiento.
Pero finalmente han sido las lluvias que llevan cayendo en la comarca del Bierzo de forma casi ininterrumpida desde finales del mes de septiembre las que han echado por tierra esa previsión, dejando la producción final en 70.000 kilos, los mismos que en la campaña anterior.
Dichas lluvias hicieron que «mucho pimiento no llegara a madurar y al final el que nosotros utilizamos es el maduro, que es el que va para asado», añadió Linares.
De este modo, a las siete empresas transformadoras que forman parte de la IGP del Pimiento Asado del Bierzo han entrado en este 2023 unos 30.000 kilos menos de los estimados, dejando un sabor agridulce entre agricultores e industrias del producto rey de la huerta berciana.
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