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Yolanda Ordás es historia viva de Ponferrada, y como tal, la ciudad tenía una deuda con ella, puesto que a través de las ondas radiofónicas ha narrado los acontecimientos más importantes y destacados ya no solo del municipio, sino de toda la comarca del Bierzo durante muchas décadas.
Y así, con ese reconocimiento, la locutora ponferradina se ha subido al balcón del Ayuntamiento para dar el pistoletazo de salida a las fiestas patronales de la capital berciana, reconociendo que «he sido pregonera de las fiestas de gran parte de los pueblos del Bierzo, pero nunca hasta hoy de las de mi pueblo y como le dije al alcalde, una espinita que tenía clavada en el corazón».
Como buena narradora de historias, Ordás contó un poco de la suya propia: nacida a escasos metros de la Casa Consistorial, hija de Claudio Ordás, que regentó la primera peluquería de señoras de la ciudad; su familia se trasladó a la zona de la Puebla, donde conoció a la familia del Olmo Marote y posteriormente a su compañero de vida y profesión, Ignacio Linares; o las «picadillas» entre las dos barrios de la ciudad, «el de arriba y el de abajo».
Sus inicios en la radio fueron en la Estación Escuela Número 29 del Frente de Juventudes, Radio Juventud de Ponferrada, y desde ese momento ha sido «pregonera de las cosas que pasan cada día, de miles de historias de nuestra querida Ponferrada y nuestro querido Bierzo (...). Pregonera desde las ondas en momentos duros y difíciles, pues no hay nada más amargo y triste que comunicar el fallecimiento por cualquier motivo de una persona, un trabajador, un paisano: en huelgas, accidentes laborales, sucesos en definitiva y en cualquiera de sus manifestaciones…».
Pero también fue pregonera de acontecimientos muy importantes para esta tierra, como la concesión de la Denominación de Origen a los vinos del Bierzo y de los sellos de calidad, la creación del Campus Universitario, la conversión en hospital de la Residencia Camino de Santiago, la constitución del Consejo Comarcal o la remodelación del Teatro Bergidum.
La pregonera recordó, a su vez, el terremoto de mayor intensidad vivido en el Bierzo, que hizo temblar la comarca «de forma impresionante» en mayo de 1997 o el «despertar de una ciudad que con añoranza mira a otro siglo en la que el dólar fue el sobrenombre de la Ponsferrata del boom demográfico e industrial». «De aquella época me viene esa vocación de pregonera, con la que desde los micrófonos de Radio Juventud entraba en vuestras casas, para compartir con vosotros los momentos más señalados de la vida de una persona…», añadió.
En definitiva, «tantas vivencias, tantos ratos buenos, que son con los que hoy me quiero quedar, pregonando ya en el siglo 21 y desde este balcón del consistorio de Ponferrada el deseo de unas fiestas alegres para todos (...). Que la Virgen de la Encina nos de fuerza, salud y sobre todo unión para defender y hacer prosperar nuestra tierra».
Y entonando el tradicional «¡Vivan las fiestas de la Encina!', ¡Viva la patrona del Bierzo!», Yolanda Ordás y Ponferrada dieron inicio a cinco días de diversión y tradición.
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