La niebla envuelve a Ponferrada

Ponferrada tiene una magia que cada invierno viene envuelta en un halo de misterio. Parece que no hay nada más allá de ella: la niebla.

Como un manto que todo lo arropa, ese vaho que llena la ciudad más allá de los cristales y que con el pie en la calle te cala hasta los huesos, la niebla envuelve también estos días a la capital berciana.

La ciudad donde la Olla del Bierzo abre los brazos a su capital ha amanecido un día más cubierta de niebla, ese vapor frío que llena el ambiente y que solo han conseguido mitigar los primeros rayos del sol.

La estampa propia de Ponferrada en estas fechas ha llegado acompañada también de heladas, con frío, mucho frío, tan ansiado para curar los chorizos y embutidos propios de la matanza en la que todavía se afanan muchas de sus gentes manteniendo viva una de las tradiciones más ancestrales del Bierzo.

Pero, sin duda, la mejor imagen de la ciudad se ve desde fuera, desde lo alto. Desde Montearenas, el alto de San Lorenzo o siguiendo la carretera hacia San Cristóbal de Valdueza. Donde el sol rompe, la capital berciana se divisa desde el horizonte cubierta de un gran manto, como si de algodón se tratase. Por encima, el cielo, un cielo azul que contrasta con el blanco que envuelve a la ciudad y que ofrece una estampa digna de ser disfrutada, capturada y extendida por las redes sociales.

La niebla persistirá, al menos durante el fin de semana, compartiendo espacio también con el sol en las horas diurnas y con temperaturas que viajarán entre los 5 y los 17 grados, según la información recogida por la Agencia Estatal de Metereología (Aemet). Sin duda, una buena oportunidad para capturarla.

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