Naturaleza, patrimonio industrial y pasado minero confluyen en La Térmica Cultural

Esta transformación de antigua central térmica a centro multiusos dedicado a las artes, el conocimiento y la capacitación profesional es una muestra de la apuesta de la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN), mediante el Instituto para la Transición Justa (ITJ), para potenciar el desarrollo de las zonas afectadas por la reconversión minera a través, en este caso, de la cultura. Apuesta que está dando sus frutos en sus primeros siete meses de nueva vida.

Y es que desde su apertura en el mes de abril, más de 25.000 personas han pasado por La Térmica Cultural, tanto para visitar sus instalaciones como para participar en las diferentes actividades programadas durante los fines de semana. Una programación cultural que ha movilizado a unas 9.000 personas, «unos datos bastante buenos», como explicó la directora de La Fábrica de Luz. Museo de la Energía y del área de museos, patrimonio y cultura de la Ciuden, Concepción Fernández.

Este espacio se ha convertido también en un recurso turístico de la zona que en estos siete meses ha atraído a gente de toda la geografía española. «Al comienzo, con la novedad, vino muchísima gente del Bierzo pero también de toda la provincia, Galicia o Asturias y en verano se notó que vino gente de otras provincias y comunidades, como Cataluña», aseguró Fernández, que destacó el interés de los visitantes por toda la oferta cultural pero en especial por las actividades para público infantil, «que se llenan rapidísimo», los conciertos de música o la sala de Realidad Virtual.

Esta última, exposición permanente de La Térmica Cultural, se ha convertido en uno de los principales reclamos, no en vano ya han pasado por ella más de 5.000 personas. Se trata de una experiencia única para vivir el arranque de una central térmica, «se puede experimentar con esto y tienes una vista de 360 de la central térmica, que ahora mismo es la de Compostilla II».

Otra de las «joyas de la corona» de este espacio es la muestra 'Fuego Verde', en la que se puede ver una de las mayores colecciones de Europa de helechos arborescentes que retrotraen a los visitantes al periodo del carbonífero, al origen del carbón, y que supone, como indicó la directora del área de museos de la Ciuden, «una gran combinación entre naturaleza y patrimonio industrial y donde se puede ver cómo la naturaleza está colonizando el espacio industrial con otras especies naturales». De hecho, es uno de los espacios que llaman más la atención, gracias también al arte urbano plasmado en las paredes por Asier Vera y que se ha convertido en el fondo de vídeos y fotografías de los visitantes que han pasado por ahí.

Por otro lado, también cuenta con exposiciones temporales que la hacen estar en constante cambio. En ese sentido, en la actualidad, La Térmica Cultural está modificando alguna de esas muestras para albergar otras nuevas, entre ellas una basada en la Transición Justa. Y también se puede visitar 'Conectados', una exposición «sobre energía, usos energéticos y esa conciencia de un ahorro energético», que se complementa con otras propuestas para público infantil y público general.

Además, el centro acaba de inaugurar una nueva sala, la Sala Memoria, que también albergará exposiciones temporales, comenzando con las exposiciones artísticas 'Habitar en el Recuerdo' y 'Territorios de Memoria' de Alzheimer Bierzo.

Todo esta oferta hace que la valoración de los visitantes sea «positiva», mostrándose sorprendidos por el espacio,«muchos nos dicen que no se esperan este espacio en Ponferrada, que es increíble porque es un espacio industrial, era una antigua central y ahora se ha convertido en un espacio cultural». Sorpresa que también han mostrado muchos antiguos trabajadores de la térmica que se han acercado curiosos por ver la transformación de lo que un día fue un lugar de generación de energía.

Con todo ello, Concepción Fernández cree que La Térmica Cultural está cumpliendo con los objetivos con los que nació -ser un referente de la Transición Justa, ser ejemplo de actividad económica alternativa y atraer turismo de calidad-, gracias a unos datos que «están siendo buenos, hay una buena respuesta» pero sin parar de trabajar «para que sea interesante seguir viniendo, que no solo vengas una vez sino que continúes viniendo, que sea un espacio cultural abierto a la ciudadanía, participativo y en constante movimiento», siempre con la energía, el carbón, la transición y el reto demográfico como ejes temáticos.