Imagen de archivo de las obras de la red de calor en Ponferrada.

Morala defiende la legalidad de la red de calor y cree que paralizarla es «una faena»

El alcalde recalca que la situación «no es ilegal» al no existir sentencia firme y subraya los beneficios ambientales y económicos de la instalación

Álvaro Pérez

Ponferrada

Miércoles, 5 de noviembre 2025, 14:13

El alcalde de Ponferrada, Marco Morala, ha defendido este miércoles 5 de noviembre la legalidad y el valor medioambiental de la red de calor de la ciudad tras conocerse el auto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de León que ordena su paralización.

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Morala asegura que los servicios jurídicos municipales están «trabajando y analizando el contenido de esta resolución» para definir la estrategia a seguir, y recordó que la decisión judicial «anula licencias otorgadas en 2021», por lo que se trata de «una cuestión puramente jurídica y procedimental».

«La verdad es que es una resolución de ayer notificada hoy a las partes; ayer se filtró, pero la notificación oficial es a fecha de hoy», explicó el alcalde, que insistió en que «la infraestructura no se hizo mal, el procedimiento para otorgarse esas licencias sí».

Morala destaca que la red de calor sigue funcionando actualmente y recalca que «no está en situación ilegal, porque no hay una sentencia firme». «Han pedido una ejecución provisional que el juzgado ha admitido parcialmente y el procedimiento principal igualmente está recurrido; ambos acabarán en el Tribunal Superior de Justicia», indica antes de añadir que confía en que los argumentos jurídicos del Ayuntamiento «puedan llevar a la revocación de las resoluciones».

«Es buena en todos los sentidos»

«Ya no como alcalde ni como político, sino como jurista con 25 años de experiencia, creo que hay un fuerte argumentario jurídico para que sean revocadas», apunta Morala.

El regidor quiso subrayar que, más allá del debate judicial, la red de calor «es buena en todos los sentidos para Ponferrada, para el medio ambiente, la economía y el ahorro energético», ya que elimina unas 200 calderas de gasóleo y gas, lo que, a su juicio, supone un avance en sostenibilidad y eficiencia.

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Morala reconoció, sin embargo, que una eventual paralización sería «una faena», especialmente porque «hay muchos edificios adaptados, no solo públicos y municipales como el pabellón Lydia Valentín, la Biblioteca, la estación de autobuses o el centro de salud Pico Tuerto». Explica que en algunos de esos centros «las calderas antiguas se eliminaron» y en otros «llevan más de un año paradas, con pocas posibilidades de volver a funcionar».

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