El Castillo de los Templarios recupera su puente levadizo

Ramón se mostró satisfecho de unos trabajos que han permitido eliminar los apeos del puente de entrada a la fortaleza instalados el 21 de enero de 2017 por el anterior e equipo de gobierno, «que en principio tenían que ser provisionales y que casi se nos queda 'per secula seculorum'», indicó. «Los indolentes son los que tenemos que hacer el trabajo que otros no hicieron», lamentó.

Precisamente, el alcalde recordó que fue el tripartito el que impulsó las obras en el año 2019 tras la toma de posesión con cargo a la partida de remanentes. En febrero de 2020 el Ayuntamiento remitió el proyecto a la Dirección General de Patrimonio al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC), que dio el visto bueno a las obras en el mes de abril.

Los trabajos fueron adjudicados a la empresa Trycsa por un importe de adjudicación de 65.800 euros y han contemplado la mejora del puente de acceso al castillo con una parte fija del puente de madera y otra parte en el puente levadizo que «contribuye a darle un poco de realce a la propia fortaleza», aseveró el primer edil, que considera que junto a las obras de restauración del Castillo Viejo con 1,6 millones de inversión, «que están próximas a rematar», reseñó, «se va a poner en valor la joya de nuestro patrimonio histórico artístico». Una actuación a la que se unirá el proyecto de protección de los BIC del municipio a través de la monitorización que va a tener su epicentro en el castillo.

«Con todo ello contribuimos a dar un paso más en poner de relieve esta auténtica joya y patrimonio que a todo el mundo sorprende cuando llega a nuestra ciudad», apuntó Olegario Ramón. En este sentido, anunció que desde el equipo de gobierno municipal «seguiremos dando pasos» de cara a completar las actuaciones de mejora con trabajos de señalización e interpretación. Se trata, en definitiva, de «seguir trabajando para terminar haciendo una solución de conjunto realmente de mérito nacional e incluso internacional».

Por su parte, el arquitecto encargado de las obras de rehabilitación de la fortaleza, Fernando Cobos, explicó que el arco de entrada original en el que se ha trabajado «empezó a dar problemas porque se degradaron algunas de las dovelas y se empezó a apear toda la estructura interior de madera en un principio provisionales para que pasaran cargas de vehículos y después terminaron siendo apeos que convirtieron en un enjambre de vigas metálicas lo que era el paso».

Las obras acometidas han permitido reparar el arco y reforzar la estructura de madera del puente de acceso «para que pueda resistir el paso de furgonetas pequeñas de 3.000 kilos porque entendemos que debe de haber un paso de suministro al edificio», reseñó Cobos. También se ha recuperado, tal y como funcionaba en la Edad Media, el puente elevadizo que siempre tuvo el castillo con un sótano justo a la entrada que era donde entraban los contrapesos del puente. «Va a permitir que el castillo tenga un servicio y pueda disfrutar de una de sus características más importantes», señaló.

Cobos recordó que esta era la única puerta de acceso al castillo que se verá reforzada ahora con una segunda que se abrirá en el Castillo Viejo con las obras de rehabilitación.