En esta línea, Silveiro recalcó que todavía hay que descubrir a Gil y Carrasco y que “aún tiene muchas lagunas”, entre las que está “el desapego que tenía con Villafranca del Bierzo”. Si localidad natal no aparece en 'El Señor de Bembibre' pero, puntualiza el experto, en el mismo año en el que el autor estaba acabando de escribir esa novela también formaba parte como socio fundador de la sociedad que fundaba el Teatro Villafranquino en 1843.
“Es socio fundador de este teatro y era un acto más de reivindicaciones de lo que se llamaba Provincia del Bierzo, por tanto Gil y Carrasco tiene otra dimensión que está por descubrirse”, apostilló Silveiro, que añadió que el escritor tenía muchos amigos en Villafranca y que “esos amigos tenían correspondencia, entre ellas, una carta que descubrimos de casualidad de Espronceda, su amigo íntimo que le descubre en Madrid, a Gil.