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Cultura y Ocio
ENOLOGÍA
Locos por el vino
El Festival Estival Demencial reúne a cerca de 180 personas en torno a los vinos de una docena de bodegas, con sus caldos de cabecera y nuevas creaciones
Unas 180 personas participaron en la segunda edición del Festival Estival Demencial, en el Gatopardo Gastro Bar. (Foto: Quinito)
Unas 180 personas participaron en la segunda edición del Festival Estival Demencial, en el Gatopardo Gastro Bar. (Foto: Quinito)
V. Silván
31/07/2015
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Los amantes y locos del vino disfrutaron este jueves de una nueva edición del Festival Estival Demencial (FED 2015), organizado en un mano a mano por la bodega Demencia y Gatopardo Gastro Bar. Una oportunidad que aprovecharon en torno a 180 personas para conocer los vinos, tintos y blancos, de una docena de bodegas, que también presentaron algunas novedades e incluso algunos caldos que no saldrán al mercado.

Las bodegas de la DO Bierzo fueron mayoría en un festival que también contó con representación de elaboradores de otras denominaciones de origen como Rueda, Ribera de Duero o Rias Baixas. Todo con el objetivo de “promover el consumo del vino entre la gente joven, de una manera desenfadada, asociándola al entretenimiento y a las relaciones sociales”.

En el FED, la enóloga Veroníca Ortega presentó la segunda añada de Quite, que apenas lleva un mes embotellado y tiene la peculiaridad de ser un vino Mencía críado por primera vez con siete meses en madera y en ánfora de barro de 800 litros. Sus uvas, procedentes de viñas viejas de Valtuille, dan lugar a un tinto diferente, más fino y fresco, gracias a las diferentes aportaciones de la madera y el ánfora. “Cada uno aporta una cosa, el ánfora desnuda el vino, no lo maquilla tanto”, puntualiza Ortega, también junto a una botella de su buque insignia, el Roc, con uvas de una sola parcela, con un suelo más arenoso y criado el vino con raspón.

Verónica Ortega sirve una copa de Quite, que estrena segunda añada. (Foto: Quinito)

Vinos Valtuille llevó al FED sus tres elaboraciones del Pago de Valdoneje. (Foto: Quinito)

A su lado, los vinos de Pago de Valdoneje, de Vinos Valtuille, una bodega familiar con viñedos viejos de más de 70 años. Su Mencía 2014 es su vino joven, “con mucha fruta, potente y con cuerpo", que se hace un hueco en la mesa con el Roble, con cuatro meses en barrica usa, que mantienen la frescura del joven pero con un toque a madera. La tercera propuesta de esta bodega es su Viñas Viejas, de viñedos de más de cien años y once meses de roble francés.

Clásicos y blancos 'originales'

No faltaron tampoco los vinos de Peique, Luna Beberide o Bodegas Merayo, así como las propuestas de Castroventosa y Raúl Pérez, que llevaron al Festival Estival Demencial sus variedades de Airola y otros dos vinos blancos que no saldrán al mercado. Uno de ellos, un fresco y 'achampanado' caldo elaborado con uvas Riesling, variedad originaria de Alemanía y que ahora están cultivando en el Bierzo. Un blanco con ocho meses de barrica y achampanado a un grado, dulce y fácil de beber.

Al lado de los blancos, otra selección de tintos de Raúl Pérez con Castro de Valtuille 2014, el Ultreia y el vino de pago La Poulosa de La Vizcaína, el proyecto que el prestigioso enólogo comparte con su sobrino César Márquez, que fue el encargado en esta ocasión de guiar a los asistentes al FED 2015 en la cata de sus vinos.

El FED se desarrolló entre el interior del Gato Pardo y su terraza. (Foto: Quinito)

Los asistententes acompañaban los vinos con los pinchos elaborados para el FED. (Foto: Quinito)

Bodegas Demencia también hizo un hueco entre sus tintos a un blanco, con Godello y Doña Blanca que no se comercializa, también con “cierta aguja” y muy fresco. Bruno Arias explicaba las diferencias entre la “gran creación”, el potente vino Demencia con el que nació la bodega y el Pyjama, con la añada 2013, que mantiene los atributos del Demencia pero en un “cuerpo joven” con ocho meses de roble francés con uva de sus viñedos de Villafranca del Bierzo.

También hubo la oportunidad de probar vinos “de casa” con una producción limitada a una barrica de 275 litros como es caso de El Pago de Carduil, de Cabarcos. Un vino elaborado con las uvas de viñedos viejos de la familia ubicados a 800 metros de altitud, según explica Manuel López, “mi abuelo nació en 1907 y dice que ya recordaba de siempre esas viñas”. Así, es un vino con predominio de variedad Mencía (sobre un 80%), acompañada por Garnacha y Godello viejo, que se cría cinco meses en barrica.

Una de las asistentes cata uno de los vinos de Don Olegario, el albariño Mi mamá me mima. (Foto: Quinito)

Los vinos orgánicos de Quinta Milú, proyecto personal de Germán Blanco en Ribera de Duero. (Foto: Quinito)

Más allá del Bierzo

De fuera de las fronteras bercianas, los “festivaleros” del vino probaron las propuestas de la Bodega Adrede, de Rueda, con un vino blanco elaborado con Verdejo, y de la Bodega Don Olegario, con dos albariños de Rías Baixas, a elegir entre el “padre” Don Olegario o Mi mamá me mima, más fresco y para todos los públicos. Desde Quinta Milú, de Ribera de Duero, Germán Blanco acercó cinco vinos elaborados con sus viñedos propios de su pueblo La Aguilera (Burgos) y con la característica de ser vinos orgánicos y elaborados de manera totalmente tradicional. Un proyecto personal con tres vinos con mezcla de uvas de varias parcelas y otros dos vinos de pago: Milú, La Cometa, Viñas Viejas -de viñas de más de 120 años-, Bellavista y El Malo.

Este festival surgió de manera espontánea el pasado año y, en esta segunda edición, ha ampliado su abanico de vinos y profesionalizado su organización para conseguir incorporar el consumo del vino en ambientes más festivos y glamurosos, como una alternativa a las habituales ferias. Un espacio para conversar con un vino en la mano, mientras se disfrutar también de la música y de los variados pinchos diseñados por el equipo de Gatopardo Gastro Bar, del salmorejo a las brochetas de pollo, sin faltar una original y contundente empanada de oreja.

Un grupo de 'festivaleras' brindan con los blancos de Don Olegario. (Foto: Quinito)

Es la segunda edición del FED, organizado mano a mano por Demencia y el Gato Pardo. (Foto: Quinito)

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