
Las uvas del Bierzo han empezado esta semana a cambiar sus colores con el inicio del 'envero', que este verano se ha adelantado diez días respecto al año pasado. "Ha comenzado el envero, fuimos el martes pasado a las viñas y todavía no había nada pero este martes, una semana después, ya había empezado y, en principio, va un poco adelantado respecto al año pasado en torno a diez días", explicó la directora técnica del Consejo Regulador, Carmen Gómez.
Su maduración dependerá ahora de las condiciones climatológicas de lo que resta del mes de julio y de cómo venga agosto. “Ahora mismo las temperaturas son demasiado elevadas y estaría bien que bajaran para dar un respiro a la planta”, añade Gómez, que puntualiza que este proceso se vería favorecido con temperaturas más bajas por la noche. A eso se une que ha sido un verano seco, con escasas precipitaciones que apenas se han dejado sentir en los viñedos. "Igual que cae se evapora, nos vendría bien que llueva algo", apostilló.
Así, entiende que todavía es "muy temprano" para hacer una previsión de la vendimia, lo que si está claro es que, de momento, "el estado sanitario de las uvas es muy bueno, ni plagas ni enfermedades, y la cosecha va más o menos bien".