un proyecto con
Guía práctica
Nuestro jamón
con pasaporte
Con más de 150 años de historia y el prestigio de ser considerado
uno de los mejores jamones ibéricos del mundo, Joselito ha llevado
el sabor de la dehesa española a los paladares más exigentes en
los cinco continentes. Una aventura internacional ligada a nuestra
cultura gastronómica.
LA GUÍA - Así empezó todo
Hace 35 años, Jamones Joselito empezó con su andadura fuera de España.
Ahora ya están instalados en 56 países, gracias a un producto
insuperable y con la ayuda de aliados financieros como Banco
Santander.
Análisis
Guía Práctica
La historia de Joselito arranca en 1868, cuando Vicente Gómez comenzó a
curar jamones siguiendo métodos que respetaban los tiempos de la
naturaleza. Desde entonces, seis generaciones han mantenido viva la
tradición, perfeccionando cada etapa del proceso y transmitiendo un saber
hacer que se ha convertido en patrimonio familiar. Hoy, la marca continúa
siendo 100% familiar, un rasgo distintivo en un sector dominado por
grandes corporaciones. explica.
La clave del éxito de Joselito se encuentra en su producto: cerdos
ibéricos criados en libertad en las dehesas, alimentados exclusivamente
con bellotas y pastos naturales. Cada jamón se cura sin aditivos ni
conservantes. Empezaron a exportar hace más de 35 años y su primer cliente
fueron los clásicos almacenes Harrods de Londres. Desde entonces, la marca
ha sabido posicionarse como símbolo de lujo , presente en restaurantes con
estrellas Michelin y en las mejores tiendas de ciudades como París, Tokio
y Nueva York. En su expansión internacional ha sido fundamental contar con
el apoyo de Banco Santander, que facilitó la inversión necesaria para
cruzar fronteras.
Gran demanda internacional
Una cuarta parte de los Jamones Joselito se exporta
Controlan todo el proceso
Sus productos son totalmente naturales, sin ningún tipo de aditivo
“Mi padre siempre entendió que teníamos entre manos un producto que era
único en el mundo y que fuera no se conocía. Y se planteó darlo a conocer.
Hoy en día estamos en más de 56 países y aproximadamente, el 25% de
nuestra producción se vende fuera”, explica José Gómez, que pertenece a la
sexta generación y que se incorporó hace una década a la firma familiar.
“En fábrica estamos unas 55 personas trabajando y tenemos a familias
enteras, desde el abuelo hasta el nieto, y eso es una particularidad muy
grande”, explica. Gómez asegura que la externalización de su producto está
ligada totalmente a nuestro país.
“Mi padre cuenta que la primera vez que fue a Japón, hace ya 25 años, tuvo
que explicar dónde estaba España, antes de que probaran el jamón”. Más que
un producto, Joselito se ha convertido en un embajador de la cultura
gastronómica española. Participa en ferias internacionales, colabora con
escuelas de cocina y promueve la investigación sobre la alimentación y la
sostenibilidad en la cría del cerdo ibérico. En cada mercado donde
aterriza, el jamón se presenta no solo como un alimento, sino como una
experiencia cultural que conecta a los consumidores con la tradición y el
territorio de donde procede.
Producto de lujo
En todo el mundo
Exportar jamón al extranjero también les ha planteado grandes retos. “Cada
país requiere unas normativas totalmente diferentes, extremadamente
exigentes, porque además en el sector de la comida cambian constantemente.
Entonces nosotros cada año tenemos que reformar, tenemos que cambiar la
forma de trabajar, necesitamos estar en constante evolución”, explica José
Gómez.
Una de las cosas que más les preocupa es el transporte de sus productos.
“Todo tiene que ir en avión por un tema de caducidades. El jamón no puede
ir en barco porque si le entra humedad no llegaría en condiciones”,
apunta. Durante la trayectoria de Joselito se han encontrado con sorpresas
que no esperaban “como abrir mercado en Dubai, un país musulmán”. En 2024,
explica Gómez, vendieron uno de los jamones más viejos que tienen, de 18
años, a un cliente en Hong Kong. “Viajé hasta allí para probarlo porque
nunca había abierto un jamón tan antiguo. Reconozco que estaba nervioso
porque hasta que no lo abres no sabes cómo va a estar”, cuenta.
PLAN DE ACCION
Guia Práctica
La empresa no tiene tiendas fuera de España, sino que funciona con
importadores autorizados que gestionan el producto. Banco Santander
también les ayuda en su expansión internacional. “Al final, como
exportamos a muchos países, necesitamos un banco con presencia fuera de
España, que nos ayude con las transferencias, los avales, con los tipos
de moneda… También es importante que tenga tanta presencia en
Latinoamérica, donde nosotros tenemos mucho mercado”, explica Gómez.
Gestionan todo el proceso, desde el campo hasta la curación del
jamón.
Artesanal
Siempre han buscado que sus productos estén en las mejores
tiendas del mundo.
Excelencia
Su alianza con el Santander es clave para poder invertir en
innovación.
Inversión
Sus jamones siempre han estado ligados a la cultura gastronómica
española.
Marca España
“Mi padre siempre tuvo un sueño: ver a Joselito en las mejores tiendas y
restaurantes del mundo. Lo logró porque nunca perdió de vista nuestros
pilares fundamentales: una elaboración 100% natural, un respeto absoluto
por el proceso artesanal y una visión de futuro que nos ha permitido
innovar sin renunciar a nuestra esencia”, explica José Gómez. Jamones
Joselito es el ejemplo de cómo tradición y visión global pueden convivir.
La marca no solo exporta un producto de lujo, sino también nuestra
cultura. Su expansión, apoyada por Banco Santander, ha superado retos
logísticos y normativos sin perder autenticidad. Fiel a su modelo familiar
y artesanal, Joselito demuestra que el tiempo y la paciencia son aliados
del éxito, y que un legado bien cuidado puede conquistar el mundo.