BUENA HUELLA
De escoria a recurso industrial sostenible: la innovadora conversión en zeolitas
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- ALBERTO VELAZQUEZ
- AURORA YAÑEZ
- PABLO MARTÍNEZ-PARDO
PUBLICADO
18 Septiembre 2024
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- PABLO MARTÍNEZ-PARDO
18 Septiembre 2024
Un proyecto junto a
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Aurora López - IETcc-CSIC
Reciclamos un residuo peligroso como la escoria salina en zeolitas, compuestos cristalinos de aluminio y silicio
La industria del aluminio recicla chatarras, que son materiales que han llegado al final de su vida útil, para producir de nuevo aluminio metálico. En este proceso se generan miles de toneladas de un residuo peligroso cuya gestión conlleva un alto coste económico y medioambiental. A través de proyectos como Z-ONA4LIFE, que coordina el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), y a cuya divulgación contribuye el proyecto ‘Buena Huella’ de Naturgy, se abordan nuevas oportunidades para la salud del planeta.”
En el proceso de fusión de chatarras para obtener aluminio metálico se produce un residuo peligroso: la escoria salina, que es reciclado y transformado, a través de nuestro proyecto, en zeolitas. Las zeolitas son compuestos cristalinos formados principalmente por aluminio y silicio, que tienen una estructura porosa, lo que permite el intercambio de diferentes iones o moléculas a través de los mismos, y esto hace que se puedan utilizar en múltiples procesos, entre otros la descontaminación de aguas, gases, etc. Es decir, son materiales valiosos con una gran variedad de aplicaciones industriales que, además, contribuyen a mitigar el efecto del vertido de efluentes contaminados.
Un virtuoso desempeño representado por el nombre del proyecto: ‘Z’ por Zeolita, ‘Ona’ es ‘bueno’ en euskera y ‘4Life’ representa el objetivo de esta investigación.
Cuando se transforma un residuo en una materia prima se da un nuevo y relevante paso en la ruta de la sostenibilidad, y así sucede con este proyecto en el que se reduce la extracción de recursos naturales y se utilizan energías renovables en el proceso (como en los casos de la solar, la eólica o la geotérmica).
Escoria Salina
Este residuo se convierte en una materia prima valiosa con un amplio mercado
“El potencial económico es considerable (añade Aurora) dado que se producen unas cantidades enormes de este residuo y el coste de su gestión es muy elevado. Actualmente las fundiciones de aluminio deben pagar un alto coste para gestionar la escoria salina como residuo peligroso. Si además se incluye el gasto del transporte hasta los gestores autorizados de residuos peligrosos, se llega a tasas de unos 300 euros por tonelada de escoria salina. Con nuestra tecnología, no solo se eliminarían estos costes, sino que también se abriría una nueva línea de negocio para las fundiciones, al convertir este residuo en una materia prima valiosa y con un amplio mercado”. La hidrólisis (reacciones químicas a través del agua) para eliminar la sal es el paso previo para obtener la zeolita, una vez eliminados los componentes nocivos.
Con nuestra tecnología, no solo se eliminarían estos costes, sino que también se abriría una nueva línea de negocio para las fundiciones
Ejemplos de estas ‘nuevas vidas’: depuración de aguas, limpieza de gases, fabricación de detergentes y hormigones ligeros, etc. Y aún más: la zeolita se puede usar, en su recorrido final, para, por ejemplo, optimizar procesos de compostaje y para producir tecnosuelos (suelos artificiales producidos a través de residuos no peligrosos).
Trabajos como este ayudan a la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea
Innovación en marcha. Como apunta la investigadora del CSIC: “Nos encontramos en los primeros meses, trabajando en la investigación a escala en laboratorio y en planificar la primera planta piloto, que pueda fabricar unas 220 toneladas en esta primera fase. También estamos diseñando una planta para utilizar las zeolitas en el tratamiento de efluentes contaminados y otros usos industriales”. Un proceso que, además, supone un ahorro para la industria del aluminio, ya que se reducen costes de gestión de los residuos.
Trabajos como este impulsan la transferencia de conocimiento a la sociedad, “y ayudan a la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea”, en un entorno en el que la colaboración público-privada es esencial. Toda una contribución a la ‘economía circular’ que, sin duda, reduce las emisiones de gases de ‘efecto invernadero’ y la huella de carbono.
La primera planta piloto podrá fabricar 220 toneladas en su primera fase
En este sentido, el Premio Fundación Naturgy-CSIC a la Investigación e Innovación Tecnológica en el ámbito Energético busca impulsar proyectos como este que apoyen la transición energética y los objetivos de descarbonización, brindando apoyo económico a iniciativas con potencial innovador y viabilidad en el mercado.
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van de la mano para concienciar a la audiencia acerca de qué es la huella de carbono y, por supuesto, por qué es necesario medirla, reducirla y neutralizarla. El objetivo de este año es dar visibilidad a los proyectos de investigación que, desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), están convirtiendo en sostenibles aquellos procesos que habitualmente son contaminantes, poniendo su granito de arena a favor del medio ambiente.
Créditos
Content strategy
Alberto Velazquez
Aurora Yañez
Pablo Martinez-Pardo
Dirección de arte diseño ui
Alessandro Marra
Desarrollo
Susana Gonzalez
Gonzalo Cachon
Motion
Miriam Esteban