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Esto es lo que ahorra la sanidad privada al Sistema Nacional de Salud

Con la pandemia quedaron sin atender un 25% de las consultas en la sanidad pública, lo que derivó en un problema de accesibilidad a la sanidad pública y un incremento de los seguros de salud

Marta Villalba

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Los usuarios de la sanidad privada no han parado de crecer en los últimos años, lo que la consolida como un complemento a la pública: en 2017 había 9,9 millones de españoles con seguro médico privado y en 2021 se alcanzaron los 11,5 millones de usuarios, según datos de ICEA reflejados en el decimotercer informe “Sanidad Privada, aportando valor 2023” desarrollado por el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad de la Fundación IDIS. En 2022, aumentaron hasta superar los 12 millones y en 2023 esa tendencia al alza continúa por el momento. Al tiempo, el volumen de primas aumentó un 5,18%, hasta situarse en los 10.001 millones de euros el año pasado.

“Antes de la pandemia, la sanidad privada crecía porque la gente quería una experiencia de usuario diferente. Pero la paralización que supuso la Covid-19 y una mayor sensibilización por parte de los usuarios por el cuidado de la salud han impulsado este crecimiento”, explicó Juan Abarca, presidente de la Fundación IDIS en la presentación del informe. 

Otro dato que da una idea de lo que aporta la sanidad privada al sistema sanitario español es el ahorro estimado que supone ese incremento de usuarios al Sistema Nacional de Salud: entre 6.185 y 17.283 millones de euros, en función de si el usuario hace un uso mixto o exclusivo de la sanidad pública y la privada. En concreto, se estima un ahorro por paciente de 1.674 euros al año (el impacto en el sistema público de salud y si un paciente va solo a la privada) y de 599 euros (correspondiente a la cantidad que el seguro paga por término medio a cada paciente que utiliza los servicios de la sanidad privada).

Asimismo, el informe pone de relieve el elevado peso que la sanidad privada representa en el sector productivo español: el gasto sanitario total con relación al PIB de España (10,7%) se aproxima a la media de los países de la OCDE (10,8), mientras que el peso del gasto sanitario privado respecto al total (2,9%) es de los más altos, junto con Portugal (3,7%) y Suiza (3,6%).

La partida de colaboración privada pública representa un 10,2% dentro de lo que es la composición del gasto sanitario público del año 2021. De ese gasto, “aproximadamente el 50% se destina a la parte asistencial, a los hospitales, y el otro 50% de esa colaboración público-privada al transporte, las ambulancias, a los servicios de diálisis y a la oxigenoterapia, entre otros servicios”, detalló Marta Villanueva, directora general de la Fundación IDIS. 

Con un 56% de hospitales y el 31% de las camas en España privados, el estudio desvela que los hospitales privados llevaron a cabo el 33% de las intervenciones quirúrgicas y atendieron el 24,5% de las urgencias. El sector privado concentra el 70% de los hospitales de salud mental y adicciones en nuestro país y el 49% de los centros sin internamiento.

Colaboración público-privada, más necesaria que nunca

Dada la relevancia de la sanidad privada como complemento a la pública, la directora de la Fundación IDIS incidió en la importancia de fomentar la colaboración público-privada a través de conciertos, el mutualismo administrativo y las concesiones administrativas con gestión de servicios sanitarios. 

En lo que respecta a los conciertos, el informe recoge los más frecuentes:

Conciertos para pruebas y procedimientos diagnósticos y terapéuticos: suponen un desahogo para las listas de espera, especialmente en diagnóstico por imagen e intervenciones quirúrgicas.

Conciertos para determinadas prestaciones sanitarias: fundamentalmente terapias respiratorias, diálisis, rehabilitación, logopedia y transporte sanitario. 

Conciertos singulares: hospitales privados ofrecen asistencia sanitaria a un área poblacional con infraestructuras sanitarias insuficientes. Destacan, entre otros, la Fundación Jiménez Díaz (Madrid), Fundación Hospital Jové (Asturias), la Orden San Juan de Dios en diferentes comunidades autónomas y varios hospitales en Cataluña integrados en la Red de Hospitales de Utilización Pública.

“Desde la Fundación IDIS, como entidad referente en el ámbito sanitario, trabajamos incansablemente para garantizar una atención asistencial de calidad accesible, equitativa, suficiente y sostenible”, precisó Ángel de Benito, secretario general de la Fundación IDIS. Con este objetivo colaborativo, de Benito destacó el proyecto de plataforma de interoperabilidad y continuidad asistencial, que previsiblemente verá la luz en mayo, con el que toda la información pública del paciente de la sanidad privada estará disponible y la podrá compartir con el médico de la sanidad pública o con cualquier médico.

El problema de accesibilidad al sistema y el auge de los seguros de salud

Tras repasar los hitos de la evolución del sistema sanitario español desde 1963 (año en el que nace la Seguridad Social), Abarca enumeró algunos de los problemas a los que se enfrenta en la actualidad. Según subrayó el presidente de la Fundación IDIS, la pandemia provocó un 25% menos de consultas, más de 100 millones de citas con el médico se quedaron sin atender. Si hasta entonces la sanidad ya estaba colapsada, y al ser una enfermedad nueva y contagiosa, pues “el sistema acaba rebosando”. Estos dos hechos dan lugar a un problema de accesibilidad al sistema, afirmó el doctor Abarca.

Como consecuencia de ello, “el 85% de pacientes que antes combinaban sanidad pública y privada, ahora prácticamente ya no van a la pública porque no tienen la posibilidad de acceder por las listas de espera y los problemas que existen en la Atención Primaria”, enfatizó. Asimismo, resaltó el incremento que se ha producido en la compra de seguros de salud privado: “La gente compra seguros privados con diferente nivel de coste y de prestaciones porque necesita acceder al sistema sanitario. Entonces, todo eso ha producido que, de golpe, hemos sufrido un proceso de masificación en la sanidad privada, si bien nos acabaremos adaptando, aunque en determinadas especialidades, hospitales y provincias puede haber algunas listas de espera puntuales”.

Incrementar el gasto en sanidad

Para financiar medidas estructurales, como la digitalización, la formación profesional y la ciberseguridad, se requiere entre un 1 y un 2% del PIB

Ahorro al paciente

Se estima un ahorro por paciente de 1.674 euros al año y de 599 euros (si realiza un uso combinado de la sanidad)

Aportación de la sanidad privada

La partida de colaboración privada pública representa un 10,2% dentro del gasto sanitario público. La mitad se destina a servicios (transporte sanitario, la oxigenoterapia, la diálisis) y otra mitad va a los servicios prestados por los hospitales privados concertados

La pandemia provocó un 25% menos de consultas, más de 100 millones de citas con el médico se quedaron sin atender

El acceso a la innovación farmacéutica, la pérdida de oportunidades por la insuficiente digitalización, la falta de coordinación y liderazgo de las comunidades autónomas o la desmotivación de los profesionales (sobre todo de la Atención Primaria) son otros de los problemas que se dan actualmente, según Abarca. A esto añadió dos fenómenos más que no ayudarán a mejorar el sistema en el futuro: no se cubren los profesionales que se jubilan y los estudiantes del ámbito sanitario que ejercerán fuera de España. Ambas deficiencias “se producen por un problema, que es la debilidad de la legislación de nuestro sistema sanitario, que sigue bajo la gestión de una ley que es del año 86 y que, a día de hoy, tiene el 75% de sus artículos derogados o ya no se pueden aplicar”, lamentó. “El sistema está respondiendo a una sanidad del pasado, que no tiene nada que ver con el presente”, resaltó Villanueva.

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