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D.O. RIOJA

Rioja y otoño, un maridaje indispensable por descubrir

Adentrarse en la naturaleza, perderse en un mar de viñedos rojizos y degustar los mejores vinos, acompañados de una gastronomía deliciosa en bodegas y pueblos con encanto: descubre en Rioja su gran diversidad en más de 100 kilómetros de contrastes

Galo Martín

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Rioja es la región vitivinícola que ha colocado a España en el mapa de la calidad y la excelencia en lo que a vino se refiere. Además de unas condiciones privilegiadas para el cultivo de la vid, la Denominación de Origen Calificada Rioja alberga paisajes y rincones únicos que, junto a sus más de 500 bodegas y su envidiable gastronomía, hacen de esta región un lugar inimitable, ofreciendo a los visitantes y turistas opciones muy diferentes para descubrirla.

La tierra que vive por y para el vino desde hace siglos, renueva con cada vendimia su pasión por este producto y muestra orgullosa la gran diversidad que esconde, a pesar de su modesto tamaño: Rioja es el destino enoturístico que más visitantes recibe de España y un referente internacional en este tipo de turismo, en el que bodegas, hoteles, restaurantes y museos se vuelcan para que los visitantes disfruten de cada experiencia.

Aunque son muchos los que vienen motivados exclusivamente por catar los grandes vinos de Rioja o a descubrir los blancos, rosados y espumosos de la Denominación, cada vez más visitantes acuden a Rioja atraídos por su patrimonio histórico y cultural, enmarcado en plena naturaleza, o por los planes que la enorregión tiene preparados para todos los perfiles de turistas -no en balde, es la Denominación más antigua de España y cuentan, por ello, con gran experiencia en materia enoturística- desde propuestas en familia, hasta deportivas, culturales o de lujo.

Otoño es la estación ideal para planificar una escapada. Una época que, en Rioja, regala muchos días de sol y temperaturas agradables, además de pintar un paisaje de tonos violáceos, amarillos y rojos intensos. Justo ahora que el viñedo desprende su máxima belleza y los municipios de Rioja se visten de gala, recién cosechada la vendimia, es el momento perfecto para visitarla.

El enoturismo en Rioja es disfrutar de la vuelta al origen, y hay mil propuestas para hacerlo. Solo las bodegas de la región ofrecen una media de tres planes diferentes en cada una. Recorrer a pie, en bicicleta o a caballo los viñedos de la Denominación, apreciando el entorno natural envuelto en ríos y sierras es una experiencia inolvidable, como también lo es disfrutar del paisaje a vista de pájaro con un viaje en globo.

En Rioja se puede disfrutar de su excelente vino en muchos de sus municipios con encanto: San Vicente de la Sonsierra, Quel, Ocón, Haro, Badarán y Briones, entre otros muchos, son opciones maravillosas en las que alojarse, hacer una parada para contemplar el paisaje y la vida de sus gentes o disfrutar de una comida tradicional. De hecho, Briones, acomodado en lo alto de un cerro en el noroeste de la región, forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. No le falta su iglesia, ermita y palacio, ni tampoco museo: el Museo Vivanco de la Cultura del Vino está considerado como uno de los mejores en cuanto a su temática.

Ya se ha dicho que la cultura del vino en Rioja se remonta a tiempos ancestrales. De ahí que en la región se pueden ver yacimientos arqueológicos, como el de Contrebia Leucade, una ciudad de origen celtíbero de la primera Edad de Hierro. El pasado romano se conserva en Calahorra y la influencia árabe se puede apreciar en la zona central de la región, en la que se suceden pueblos y castillos defensivos que protagonizan leyendas ambientadas en la Reconquista. 

Más atrás en el tiempo, mucho antes de que el vino existiera lo hicieron los dólmenes que hoy se pueden visitar en Rioja Alavesa, cobijada por la sierra del Toloño y el río Ebro. Esta zona fue el hogar de los habitantes del Neolítico, los mismos que seis mil años antes pusieron en pie estas construcciones megalíticas. Después vendrían los viñedos y los pueblos que hoy todo el mundo conoce y asocia al vino, como son Villabuena de Álava y Laguardia. En la Rioja Oriental son conocidos los barrios de bodegas y la gran hospitalidad de su gente y como no, las icnitas o huellas de dinosaurios.

Y para completar la visita, podemos trasladarnos a la cuna del castellano, que nació en los monasterios de Suso y Yuso, ambos situados en las proximidades del bello pueblo de San Millán de la Cogolla, a los pies de las cumbres nevadas en invierno del monte San Lorenzo, el más alto de La Rioja (2.262 metros). Ambos monasterios son Patrimonio de la Humanidad y tienen el honor de alojar los primeros textos conocidos en lengua castellana, las “Glosas Emilianenses”.

Con los siglos de historia y el idioma ya sobre la mesa, los platos de caparrones, patatas a la riojana y chuletillas al sarmiento, acompañados por supuesto del mejor vino, el de Rioja, la mesa está servida. Juntos son el tándem perfecto, capaz de hacer disfrutar a a todos los paladares y el complemento de las excursiones y visitas de la escapada otoñal a Rioja, un maridaje imprescindible.

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