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EL PINTOR HIPERREALISTA QUE EMOCIONÓ A ANTONIO LÓPEZ

Nuestro mejor motor

Aunque ha expuesto su arte hiperrealista por las mejores galerías del mundo, Luis Pérez vive y trabaja en Valladolid, su tierra natal, en la que encuentra la inspiración para pintar más de 15 cuadros al año. Más de 300 obras en su carrera de las cuales solo conserva dos en su propia casa porque prácticamente vende todo lo que pinta.

Laura Guillén

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Su motor es la inquietud, la curiosidad y las ganas de experimentar y eso ha convertido a Luis Pérez en uno de los pintores contemporáneos españoles más reconocidos y valorados a nivel internacional.

Su estilo hiperrealista, amante del detalle, resulta altamente estimulante e hipnótico. Cualquiera de sus cuadros atrapa al espectador en un bucle infinito de admiración, deleite y perplejidad: “El halago más habitual que recibo es que mis cuadros parecen una foto, pero yo prefiero que me digan que parecen la vida real”.

El motor de Luis Pérez es la inquietud, la curiosidad y las ganas de experimentar

“Lo bello es aquello que te produce emoción y placer”

Luis Pérez entiende que el hiperrealismo es un estilo que fascina al espectador “sobre todo a un nivel técnico, llama la atención, pero yo creo que no es más ni menos difícil que otra técnica pictórica”. 

Es un debate arraigado enfrentar el arte abstracto con el arte realista, una guerra de la que Luís, que nunca estudió pintura sino Historia del Arte, se desmarca: “Lo bello es aquello que te produce emoción y placer, venga de donde venga y hay que valorar el arte como el reto de un pintor para trasmitir una emoción, sea del modo que sea”. 

Con 44 años y 20 dedicado a la pintura, puede presumir, aunque no lo hace, de que plasmar la realidad se ha convertido en su modo de vida y de que cada exposición acaba con pocos cuadros que vuelven a casa. Le compran prácticamente todo, en Galerías de Inglaterra, Francia, Japón, Suiza, Alemania, Estados Unidos, Grecia y por supuesto, España.

“Un vehículo es una obra maestra del diseño”

Autodidacta, viajero incansable, le encanta el movimiento y ha recorrido el mundo para plasmar en fotografía los reflejos que luego convierte en cuadro: “Me considero un ciudadano del mundo, me encanta recorrer las ciudades y detenerme en rincones, analizar la luz, ir más allá de lo que se ve a simple vista”. En su obra están plasmadas ciudades como Nueva York, Madrid, San Francisco, Londres y por supuesto Valladolid.

Un vehículo es una obra maestra del diseño y un objeto bello en sí mismo"

Luis Pérez

Ingrediente casi permanente en todos sus cuadros son los automóviles, por los que siente verdadera debilidad, “un vehículo es una obra maestra del diseño y un objeto bello en sí mismo. La evolución de sus formas a lo largo de los años son un archivo visual que definen un contexto histórico. Y como yo plasmo instantes, los automóviles forman parte de la belleza de un instante”.

Desde pequeño le gustó pintar reflejos, y comenzó pintando los de los charcos, “el agua es puro reflejo y eso te orienta hacia un estilo que te emociona interiormente, pero un artista no busca un estilo deliberado, son sus aptitudes la que le dirigen sin darse cuenta”. 

Un pintor contemporáneo e innovador

Luis Pérez es un pintor diferente, totalmente adaptado a los tiempos. Su aspecto maduro, decidido y seguro llama la atención por alejarse del estereotipo de pintor místico y bucólico que ha trascendido el imaginario colectivo: “La gente cree que por ser pintor tienes que lucir un bigote largo, trabajar con bata y tener un estudio lleno de brochazos”.

Abierto de mentalidad, busca su propio camino para expresarse con libertad lejos de los cánones habituales, eso le distingue y sorprende a todo el que le conoce. “Me gusta aprovechar el tiempo en el que vivo y sus comodidades, y eso incluye utilizar pinturas acrílicas que no tienen olor, trabajar con el ordenador, usar una mesa de dibujo técnico en vez de un caballete, podríamos decir que mi estudio parece más de un arquitecto que de un pintor”.

Reconoce que en el arte, o al menos en su arte, no todo es inspiración y sublimación artística, Luis tiene los pies en la tierra, es sensato, técnico, y trabaja con perspectiva de futuro: “Es emocionante crear desde la inspiración, pero no hay que olvidar que un cuadro es un producto que tiene que contener muchos ingredientes para alcanzar la perfección. Es un puzle donde con el tiempo aprendes que debe contener un poquito de esto, un poquito de aquello… es una ecuación matemática”. 

A lo largo de 20 años de carrera ha ido calibrando cuál es la tecla que emociona al espectador. “Es casi una labor científica, medir con qué elementos y con qué proporción puedes conseguir una emoción en alguien”. Parte de esos ingredientes “mágicos” en su obra son “el asfalto, la arquitectura urbana y un toque de naturaleza” confiesa.

Antonio López y Antonio Banderas, emocionados con su obra

Sus cuadros tienen tantas lecturas como uno esté dispuesto a permitirse. En cada nueva mirada el espectador descubre un nuevo y recóndito detalle. Esta forma de pintar no pasó inadvertida para el referente realista español por excelencia, Antonio López, y en el año 2012 contactó con Luis para ofrecerle participar en el taller de artistas “CreArt” que se realizó precisamente en Valladolid, “fue un honor conocerle” recuerda orgulloso.

Antonio López le ofreció participar en un taller de artistas y Antonio Banderas contactó con él para pedirle un encargo

Antonio Banderas también llamó a su puerta para pedirle un encargo muy especial: “Confió en mí para pintar el cartel de su espectáculo musical ‘Company’ que se estrenó en Málaga en 2021, nunca me lo hubiera esperado y fue muy emocionante que alguien como él se fijara en mi trabajo”.

Pero lo más llamativo es que también recibe muchos encargos de clientes particulares: “Me encargan que retrate lugares importantes para una persona. Por ejemplo, una chica me pidió que retratara un paisaje especial para su padre que había fallecido hace poco”. Estos encargos suelen formar parte de una sorpresa o regalos inesperados y Luis llega a llorar de la emoción cuando le escriben para agradecerle su trabajo, “quizás estos momentos sean los más emocionantes de mi carrera”.

“Vivo en constante evolución”

Experimentar y crecer son inquietudes que forman parte de la vida de este pintor vallisoletano que no duda en atreverse con retos nuevos: “Aunque las vistas urbanas es lo que más me ha gustado hasta ahora, estoy abriendo un nuevo camino en mi obra plasmando vistas de naturaleza, un cambio radical en mi temática”. Reconoce que este cambio nace impulsado por la reciente época de encierro que hemos vivido: “He sentido lo importante que es moverse, el aire libre y la sensación de libertad”.

Un artista con un motor muy claro en su trabajo y en la vida: “Experimentar y ser curioso, muy curioso…”, concluye.

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Todos tenemos un motor que nos inspira, algo que nos mueve. A través de Nuestro mejor motor, Renault quiere poner de relevancia el valor de la innovación y del diseño, de la exigencia y de la sostenibilidad como palanca de movimiento hacia el éxito. Y todo sin salir de nuestras fronteras. De la ciencia a la moda, pasando por la tecnología y el arte, las historias que conforman este proyecto confirman que el talento español es sinónimo de excelencia. Excelencia hecha 100% en las mismas zonas de España en las que Renault fabrica su Austral. Excelencia 100% ‘made in Spain’.