El reto (posible) de enseñar matemáticas a los niños para que las entiendan
La educación vive un presente convulso en el que ciertos modelos tradicionales de educación son puestos en duda por la comunidad internacional. ¿Se explican las materias de ciencias de la mejor manera posible? El programa ProFuturo tiene la misión de reducir la brecha educativa en el mundo proporcionando una educación digital de calidad a jóvenes
No estamos quizás enseñándole matemáticas a los niños como deberíamos. Es un debate habitual. El método tradicional que se viene enseñando en las aulas en la actualidad, con excepciones, se basa en las cifras y las operaciones se realizan de manera mecánica. Y no podemos olvidar que la enseñanza de esta materia en edades tempranas es básica para luego asentar las bases de estudios posteriores. Los niños terminan sin entender los conceptos matemáticos y se limitan a memorizar la materia.
Cambiar el chip: proyectos para enseñar bien las matemáticas
Entonces, ¿qué podemos poner en práctica para enseñar matemáticas a los niños de manera adecuada? El Comité Español de Matemáticas (Cemat) publicó un informe cuyas conclusiones despejaban todas las dudas: los niños deben memorizar menos y razonar más de manera lógica.
En esta línea de acción se presenta, por ejemplo, el Método ABN (A de Abiertos y BN de Basado en Números) en el que se pasa del pensamiento a los hechos concretos, ya que los niños manejan las cantidades a través de objetos reales. Los números son palillos, por ejemplo. El método tradicional se basaba en la transición del pensamiento abstracto al concreto, cuando debería ser, precisamente, lo contrario.
Otro método de enseñanza a tener en cuenta para que los niños aprendan matemáticas es el Método Singapur: el profesor lanza un problema determinado y los alumnos, en conjunto, debaten acerca de todas las soluciones posibles para resolverlo. De este modo, los propios alumnos se dan cuenta de que existen diferentes caminos para acertar. Se trata, sin duda, de un método que alienta a que los alumnos piensen por sí mismos.
En esta nueva fórmula de estudios se ha introducido el elemento de la historia o relato, impropio de la materia. Pasa por tres fases que son:
– Fase concreta. En esta fase inicial, el profesor plantea el problema (la historia) con elementos que se pueden manipular y explorar.
– Fase visual o pictórica. Los objetos se convierten en imágenes, se crea una representación gráfica de las relaciones entre las cantidades.
– Fase abstracta. En la fase final, las imágenes se concretan en formulaciones matemáticas. Aquí es donde se halla la operación que resuelve el problema (la historia) que planteaba, al principio, el profesor.
ProFuturo: construyendo educación con visión en el mañana
Todos estos elementos que modifican la manera que tenemos de enseñar deben ir, no obstante, acompañados de otras fortalezas, como las competencias digitales de alumnos y profesores, la motivación de los niños para ir a la escuela y evitar el absentismo e, incluso, incrementar el compromiso de las familias con la educación de sus hijos.
Todo esto forma parte de los cimientos de ProFuturo, programa de educación digital de Fundación Telefónica y Fundación ”la Caixa”. La organización ha formado a más de un millón de docentes en competencias digitales y ha beneficiado a 23,4 millones de niños en países de Latinoamérica, Caribe, África y Asia desde su creación en 2016. El programa llega también a lugares complicados como la selva amazónica en Brasil, Sierra Leona o los asentamientos de refugiados en Bekaa, Líbano.
Asimismo, ProFuturo ha participado en la Cumbre de la ONU sobre la Transformación de la Educación y en la Jornada de Soluciones, celebrada el pasado 17 de septiembre en la sede de la institución en Nueva York. Entre otros objetivos, el foro pretendía movilizar acciones relacionadas con el aprendizaje y la transformación digital, la financiación de la educación y otros temas incluidos dentro de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
Entre las conclusiones a las que se llegó, Magdalena Brier, directora general de ProFuturo, manifestaba la necesidad de “una colaboración más estrecha entre los ministerios de Educación, los educadores y los líderes del sector privado, para conectar y ampliar los esfuerzos destinados a crear sistemas educativos holísticos y resilientes que incluyan necesariamente una dimensión digital”.
Datos que avalan la labor de ProFuturo
Ahora, ProFuturo celebra su sexto aniversario arrojando datos sobre la efectividad de su intervención en comunidades donde tiene presencia. Por ejemplo, en un informe de 2021 realizado en Filipinas por la Fundación Alaya revela que el 92 % de los estudiantes del programa poseen ahora una visión más positiva de la vida. Por otra parte, en Angola, se han reducido los retrasos de la llegada de los alumnos a los centros educativos.
ProFuturo también ayuda a los padres en relación con la educación de sus hijos. Por ejemplo, que niños de Zimbabwe vayan a la escuela ha supuesto un impacto tremendamente positivo en los hogares, ya que los niños, a su vez, les enseñan a manejar las herramientas digitales.
Se trata de una plataforma educativa innovadora. De hecho, ProFuturo ha creado un nuevo sistema de gestión del aprendizaje o LMS (Learning Management System), de código abierto. En esta plataforma, a disposición de docentes y alumnos, ofrece más de 160 cursos y 2.800 horas de oferta formativa, gratis y en distintos idiomas. Entre estos elementos se encuentran las Matemáticas ProFuturo, que fomenta el aprendizaje de la materia en los niños a partir de inteligencia artificial. La educación, de nuevo, es el camino de un mejor futuro.