Volver a estrenar lo que ya tienes en casa: cómo darle una segunda vida a tus cosas
Cada europeo genera de media más de 500 kg de residuos al año. Reducir esta cifra también está en tu mano y es más sencillo de lo que piensas.
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Reciclar no es solo separar la basura en casa
Volver a estrenar lo que ya tienes en casa: cómo darle una segunda vida a tus cosas
Cada europeo genera de media más de 500 kg de residuos al año. Reducir esta cifra también está en tu mano y es más sencillo de lo que piensas.
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Cada europeo genera de media más de 500 kg de residuos al año. Reducir esta cifra también está en tu mano y es más sencillo de lo que piensas.
Un granito de arena no consigue hacer una montaña, pero no cabe duda de que sin él la montaña no sería la misma. Un buen ejemplo de esto es el reciclaje: es algo que realizamos de manera individual, pero que tiene un fuerte impacto en el planeta.
¿Es tu asignatura pendiente o ya tienes bien aprendida la lección? Ojo, porque reciclar no es solo separar la basura en casa. Sabemos que hay que separar la basura por colores, que deberíamos usar menos plásticos y que en la playa no se dejan abandonados los desechos. Las generaciones actuales ya han interiorizado los conceptos básicos, pero todavía queda mucho camino por andar.
Las generaciones actuales ya han interiorizado conceptos básicos como separar la basura por colores o que se deben usar menos plásticos
¿Y si te decimos que cada ciudadano europeo genera de media 500 kg de residuos al año? Está en nuestra mano dar un paso adelante y reducir el impacto medioambiental de una forma sencilla: comprar de forma más consciente y aprovechar los recursos que tienes a tu alrededor es un modo fácil de empezar.
Sea como sea tu cocina, los cubos de la basura son un elemento indispensable para reciclar correctamente
La cocina es el espacio de la casa en el que se genera más basura
El proceso completo de compostaje dura aproximadamente seis meses
Compostaje: puedes darle una segunda vida hasta a las cáscaras de la fruta que te comes
El compostaje es una de las técnicas más desconocidas para reaprovechar lo que tenemos a nuestro alrededor. Hemos “robado” la idea de la madre naturaleza. Y es que, incluso sin la acción del ser humano, antes de que se inventara la agricultura (hace ya más de 5.000 años), la materia orgánica de plantas y animales se mezclaba en el suelo y, tras la descomposición, volvía a ofrecer sus nutrientes a la tierra. Un ciclo infinito que se fue abandonando tras la II Guerra Mundial, cuando llegaron los fertilizantes químicos.
Hacer compostaje en casa te ayudará a aprovechar todo lo que tienes a tu alrededor, desde la piel de la naranja hasta los posos del café
Hacer compostaje en casa te ayudará a aprovechar todo lo que tienes a tu alrededor, desde la piel de la naranja hasta los posos del café o las hojas secas de los árboles. Cuanto más triturados estén todos los elementos, más rápido se obtendrá el compost. Cerramos el ciclo de la materia orgánica y reducimos la cantidad de basura que termina en los vertederos.
El compostaje tiene tres fases:
– Fase descomposición
– Fase termófila
– Fase de maduración
El proceso completo dura aproximadamente seis meses. Este tiempo se puede reducir si se controla la temperatura, la humedad y se procura mantener la mezcla bien aireada. Esta Guía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) te enseña a producirlo en casa.
es la cantidad de residuos electrónicos y eléctricos que genera cada ciudadano
20 kg
Qué hacer con tu basura tecnológica
Existe otro tipo de basura en casa que no se puede utilizar para crear abono y a la que no le podemos dar una segunda vida por mucho que nos gustaría. Hablamos de la basura tecnológica. Es decir, desde los grandes electrodomésticos, como la nevera, hasta los objetos más pequeños, como las memorias USB, son altamente contaminantes y muy difíciles de reciclar.
Estos residuos nunca se deberían tirar a la basura orgánica. Es necesario dejarlo en manos de aquellos que pueden darles el tratamiento adecuado.
Se estima que solo en España, cada ciudadano genera más de 20 kg de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos. Estos residuos nunca se deberían tirar a la basura orgánica. Es necesario dejarlo en manos de aquellos que pueden darles el tratamiento adecuado, como el Punto Limpio de tu ciudad o los multicontenedores que se encuentran en lugares como Leroy Merlin.
Hay ciertos elementos a los que tú no les puedes dar una segunda vida, como pilas, baterías… Pero otros sí lo pueden hacer. El lugar idóneo es el Punto Limpio de tu ciudad.
11 ideas para que tu paso por el mundo sea más sostenible
El DIY es mucho más que una moda: El DIY (o Do It Yourself, es decir, Hazlo Tú Mismo) consiste en fabricar o reparar objetos con nuestras propias manos y los materiales que tengamos alrededor. No solo se evita comprar cosas que realmente no se necesitan, también fomenta la creatividad y la imaginación.
Pago por uso: Otra forma muy inteligente de ahorrar dinero es recurrir más a las fórmulas de Pago por uso. Por ejemplo, se pueden alquilar herramientas muy buenas por un precio más económico que lo que cuesta comprar una herramienta de calidad inferior. Esto reduce los residuos generados y potencia la economía sostenible.
Dedica un tiempo a conservar tus muebles: Por ejemplo, si después del verano le das una mano de aceite a tus muebles de jardín, estos durarán más. También si los pones a cubierto en temporadas de inclemencias climatológicas (como nieve, lluvia, viento…) evitarás que se estropeen y podrás usarlos durante mucho más tiempo. Puede dar pereza, pero cuidar lo que ya tenemos es fundamental para generar menos residuos y evitar comprar lo mismo dos veces.
Se pueden alquilar herramientas muy buenas por un precio más económico que lo que cuesta comprar una herramienta de calidad inferior
Reacondicionado antes que nuevo: Cada vez son más tiendas y fabricantes los que incorporan en su catálogo un apartado para productos reacondicionados o de segunda mano. Son más económicos y también disponen de garantía.
Mira la etiqueta de la pintura y busca que sea siempre ecológica: Restaurar muebles antiguos es una gran idea, pero no te olvides de hacerlo con pinturas y barnices ecológicos.
Reinventa tu propia moda: La industria de la moda supone más del 10% de las emisiones de efecto invernadero y es la segunda industria más contaminante del planeta, según un Informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo. Coge hilo y aguja y transforma ese vestido y unos zapatos que ya no te vas a poner en un bolso nuevo.
Recoge el agua de lluvia: La naturaleza es tan sabia que nos ofrece los mejores recursos de forma gratuita. En casa puedes recoger el agua de lluvia, por ejemplo, con sistemas para las bajantes del tejado.
Las bombillas LED ahorran energía y son más sostenibles, ya que no llevan mercurio ni tungsteno.
Creatividad en la cocina: Los tarros de conservas, las botellas de agua, las latas… Todo eso pueden ser nuevas cajas, maceteros o incluso objetos de decoración. Además, son actividades ideales para hacer con los más pequeños.
La comida no se tira: Además de reaprovechar todo lo posible la comida de casa y evitar que caduque, también existen apps que ayudan a “salvar” comida de restaurantes y supermercados, como Too Good to Go.
Deja que otros reciclen por ti: Hay ciertos elementos a los que tú no les puedes dar una segunda vida, como pilas, baterías… Pero otros sí lo pueden hacer. El lugar idóneo es el Punto Limpio de tu ciudad. Pero también hay empresas que disponen de forma gratuita este servicio, como Leroy Merlin, que ofrecen este servicio de gestión de residuos.
Las bombillas siempre LED y por fases: Las bombillas LED ahorran energía y son más sostenibles, ya que no llevan mercurio ni tungsteno. Además, se puede configurar para que enciendan por fases y así podrás regular la cantidad de luces que enciendes cada vez.
Ser más sostenible es fácil, divertido y para todos los públicos
Y no te olvides de las reglas de las 5R
Una fórmula segura para ser ciudadanos más responsables en términos de sostenibilidad es aplicar la regla de las 5R:
Reciclar: conviértete en un agente del cambio y recicla en todas las facetas de tu vida (en casa, en la oficina…). Además, ayuda a tus compañeros de trabajo o a tu familia a hacerlo también.
Reducir: reduce, por ejemplo, el consumo de agua. Poner el lavavajillas o la lavadora solo cuando están cargadas al completo es una buena opción.
Reutilizar: siguiendo el ejemplo del agua, se puede reutilizar de muchas maneras. Una forma es colocando un cubo en la ducha para almacenar ese agua que tiramos por el desagüe hasta que alcanza la temperatura deseada. Se puede usar para regar, para cocinar, etc.
Una fórmula segura para ser ciudadanos más responsables en términos de sostenibilidad es aplicar la regla de las 5R
Recuperar: esa mesita de noche que ya no te encaja con la nueva decoración puede servir de mueble para la entrada solo con una capa de pintura.
Reparar: el teléfono móvil que ya no funciona bien se puede reparar en la mayoría de los casos. Basta con cambiar la pieza que está defectuosa o incluso a veces una simple actualización de software.
Ser más sostenible es fácil, divertido y para todos los públicos. Todavía no es tarde para comenzar: mejor hoy que mañana.
El futuro sostenible ha de ser verde y para construirlo, todos podemos aportar nuestro granito de arena. Podemos cambiar la forma en la que vivimos para vivir mejor, la manera en que consumimos para consumir mejor, el modo en que nos cuidamos para cuidarnos mejor. Ese es el compromiso de Todos hacemos el cambio, un proyecto con el que Leroy Merlin quiere ayudarnos a desde lo más íntimo de nuestra vida: nuestros hogares. Poniendo al ciudadano en el centro, este proyecto pretende inspirar y concienciar a los lectores para que sepan que ellos también pueden ser los protagonistas de un movimiento que, sin duda, acaba haciendo mejor no solo al planeta o a nuestros hogares, también a nosotros mismos. Materializar esta aventura depende de todos. Si quieres, también de ti.
Transformando el mundo desde nuestro hogar
Coordinación:
Cecilia Marín
Diseño UI y Dirección de Arte:
Alessandro Marra
Maquetación:
Silvia González
Eva Marina