Diez cosas que debes saber si estás pensando en ponerte ortodoncia invisible
Las nuevas técnicas consiguen evitar todos los problemas que plantean los tradicionales brackets, aportando calidad de vida y una mayor efectividad para los pacientes. Un 14% de los pacientes que necesitan una ortodoncia acaba optando por este tipo de técnica
Tener unos dientes perfectos y bien alineados no solo es una preocupación de muchas personas por motivos estéticos. Tiene también una relación con la salud, que es una de las cosas más importantes a las que debemos prestar atención. Cada vez nos preocupamos más por las técnicas más avanzadas que pueden ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. De hecho, según el Estudio de Salud Bucodental 2020 publicado por Sanitas, para un 79% de los usuarios de tratamientos odontológicos, el acceso a una tecnología novedosa es uno de los factores más valorados a la hora de visitar a su dentista.
Por ello, no es de extrañar que las ortodoncias invisibles, uno de los tratamientos dentales más innovadores y vanguardistas del mercado, se hayan convertido en uno de los más demandados. Estas técnicas “han supuesto toda una revolución ya que combinan varias ventajas”, explica Ignacio Pastor, responsable de innovación y ortodoncista de las Clínicas Dentales de Sanitas. “Además de la estética, es un tratamiento muy cómodo que, al estar 100% individualizado, soluciona la incorrecta alineación de los dientes y consigue resultados de manera más rápida”.
La ortodoncia invisible utiliza alineadores transparentes, diseñados a medida para cada paciente, que modifican la posición de los dientes y corrigen problemas tanto funcionales como estéticos. La demanda de este método cada vez es mayor: según datos de Sanitas, un 14% de los pacientes que necesitan una ortodoncia acaba optando por este tipo de técnica.
“Además de la estética, es un tratamiento muy cómodo que, al estar 100% individualizado, soluciona la incorrecta alineación de los dientes y consigue resultados de manera más rápida”
No obstante, todavía existen numerosas dudas sobre este tratamiento, sus ventajas y los aspectos que hay que tener en cuenta durante el proceso. Aunque, a simple vista, los beneficios estéticos de esta técnica son obvios, lo cierto es que, como explicamos a continuación, tiene muchas más virtudes.
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Sirve para todo tipo de casos
Existe la creencia de que la ortodoncia invisible no es útil para corregir casos complejos. Es totalmente falso: esta técnica es capaz de solucionar cualquier tipo de problema leve y complejo de alineación dental como el apiñamiento de dientes, la sobremordida, los diastemas (espacios existentes entre los dientes que pueden provocar la aparición de enfermedades periodontales), previene los problemas en la masticación y la deglución y también los dolores de cabeza y de la articulación temporomandibular, entre otros.
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Predicción del resultado en 3D
Esta técnica acaba con la incertidumbre sobre el resultado final del tratamiento. Gracias a la tecnología 3D y el escaneado digital, los pacientes pueden ver cómo irán moviéndose sus dientes hasta alcanzar la posición deseada. “Una de las preocupaciones que más nos encontramos en consulta es la incertidumbre de no saber cómo va a quedar la dentadura y tener que tomar la decisión de seguir adelante con el proceso”, explica Ignacio Pastor. “En tratamientos de media o larga duración, es muy útil para el paciente poder ver la meta final”.
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Un procedimiento muy sencillo
Tras realizar un estudio preliminar, el ortodoncista entrega al paciente los primeros alineadores, también llamados férulas, y le explica cómo colocarlos y cómo utilizarlos de forma correcta. Las férulas se cambiarán cada dos semanas para adaptarse a la nueva posición de los dientes y ejercerán la fuerza necesaria para, poco a poco, llegar hasta el objetivo final
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Mucho más discreto e imperceptible
Al eliminar cualquier elemento que altere el aspecto natural de la sonrisa debido a que es prácticamente invisible, el tratamiento es discreto y muy estético. Todo esto sin renunciar a una ortodoncia totalmente efectiva y respaldada por los resultados conseguidos en miles de pacientes satisfechos de todo el mundo. “Es importante destacar”, según Pastor, “que esta técnica ha permitido que muchas personas que antes no se atrevían a corregir sus dientes, por las particularidades de los brackets tradicionales o por vergüenza, ahora se están animando a utilizar este método y a mejorar su salud dental”.
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Mucho más cómodo que los tradicionales brackets
“Los alineadores están diseñados a medida, calculada y perfecta, de cada paciente”, afirma Pastor. “Esto hace que encajen a la perfección y no se produzca ningún tipo de herida”.
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Más higiénico
Al ser necesario retirar los alineadores para comer y ser muy fáciles de lavar, la ortodoncia invisible supone un gran salto de calidad de vida para los usuarios, que ya no sufren problemas habituales en las ortodoncias tradicionales como el dolor al comer o los restos de comida que se acumulan en los brackets y que provocan mal aliento, entre otras molestias.
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Menos visitas al odontólogo
Gracias a la optimización del movimiento dental y a recursos tecnológicos como la videoconsulta, el tiempo entre revisiones puede alargarse, reduciendo así las visitas a la clínica por parte del paciente.
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Mantenimiento mínimo
El tratamiento no requiere prácticamente de mantenimiento, solo se han de tener en cuenta algunas recomendaciones muy simples como no comer con los alineadores puestos, evitar el consumo de alcohol, tabaco o bebidas azucaradas, limpiar las férulas a menudo con un cepillo y seguir una dieta saludable rica en agua.
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Rapidez
Los resultados de la ortodoncia invisible empiezan a notarse solo unos meses después de la primera colocación y pueden lucirse inmediatamente, no como ocurre con la ortodoncia tradicional.
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Para todos los públicos
La ortodoncia invisible resulta una estupenda opción para los niños a partir de los 6 o 7 años, ya que se adapta a su proceso de crecimiento, a la existencia de dientes de leche, facilita la higiene, reduce el impacto sobre su personalidad y su autoestima y tiene un efecto mínimo a la hora de hablar.
En conclusión, el tiempo durante el cual el paciente lleve una ortodoncia invisible “serán unos meses mucho menos molestos e incómodos”, afirma Ignacio Pastor, “ofreciéndole nuevas posibilidades que harán que su estilo de vida y alimentación no se vean prácticamente afectados. Cada vez son más los pacientes que eligen la ortodoncia invisible, especialmente en la edad adulta, cuando la estética es un aspecto que preocupa más”, concluye el ortodoncista.
Por todo ello, podemos decir que la ortodoncia invisible es una opción plenamente efectiva, contrastada y segura, una gran aliada para solucionar problemas de salud bucodental leves o complejos, y que además permite poder seguir sonriendo sin preocupaciones. Un paso más hacia una salud dental del futuro basada en la tecnología y que garantiza la mejor atención y resultados.
Es importante, además, contar con la ayuda de un asesor a la hora de ponerse en manos de un profesional. De ahí que, por ejemplo, sea interesante buscar clínicas especializadas como las de Sanitas, que cuentan con más de doscientas en toda España, y han hecho una firme apuesta por la innovación, la digitalización y trabajan con los máximos protocolos en calidad y seguridad clínica.