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Diversión, diseño y ecología: el coche eléctrico lo quiere todo (y lo está consiguiendo)

El Mazda MX-30 multiplica las mejores sensaciones de la conducción eléctrica

Ana Belén Madrid

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Cada vez más conductores buscan vehículos urbanos concebidos desde un punto de vista sostenible. Además, desean que el hecho de añadir un segundo coche a su garaje no penalice la huella energética de su hogar. La conciencia ecológica manda cada día más en las preferencias de unos conductores más y más sensibilizados con el cuidado del entorno.

En estos casos, los vehículos eléctricos son la opción más adecuada. De hecho, sus ventas continúan aumentando, ya que se ha convertido en una alternativa de cero emisiones que encaja perfectamente con lo que la ciudad -y su conductor- necesita.

Sin embargo, la sostenibilidad de un vehículo debe ir más allá: no solo se trata de eliminar el tubo de escape. Además, el consumo de energía debe ser lo más contenido posible y el respeto por el medio ambiente debe observarse incluso cuando el coche está en la línea de montaje. Un objetivo que persigue el Mazda MX-30, el primer modelo eléctrico de la marca japonesa que se empeña en adaptarse como un guante a las expectativas de los conductores concienciados que no renuncian al placer durante la conducción.

El conductor en el centro

Diseñar un coche eléctrico es mucho más que ponerle ruedas a una batería. De hecho, en este cometido es necesario poner al conductor en el centro y no olvidarse de que, para triunfar, un vehículo debe proporcionar una experiencia superior a su propietario.

En el caso del Mazda MX-30, el concepto “Humano moderno” desarrolla la filosofía de diseño Kodo de la marca en un coche eléctrico. El resultado es un vehículo contemporáneo y elegante, capaz de captar miradas en el exterior gracias a la pureza de sus líneas.

Las puertas freestyle que equipa este modelo o la consola frontal flotante aportan sensaciones de espacio abierto a los ocupantes del Mazda MX-30

Desde su interior, conductor y ocupantes disfrutan de una sensación de espacio abierto gracias a las puertas freestyle que equipa este modelo o la consola frontal flotante. El objetivo consiste en poner a su alcance sensaciones diferenciales, como la ligereza o la libertad, que los lleve a desear conducir el vehículo en cuanto lo ven.

Para multiplicar esa conexión entre vehículo y conductor, Mazda ha aplicado su filosofía Jinba Ittai a su primer modelo eléctrico. Este término japonés se refiere a la relación armoniosa que existe entre caballo y jinete. Su traslación al Mazda MX-30 se traduce en infinidad de detalles, como la integración de la caja de la batería en la estructura de la carrocería, que por su posición en el suelo aumenta la rigidez central del vehículo y proporciona una sensación de conducción natural. Todo ello, sin dejar de lado la diversión: la aceleración es perfecta gracias al uso de un sistema propio de pedal motor que reduce el tiempo de reacción del vehículo. Además, un sonido artificial sincronizado con el motor informa al conductor sobre la propia respuesta del vehículo.

Una experiencia ampliada

La aceleración del Mazda MX-30 es perfecta gracias al uso de un sistema propio de pedal motor que reduce el tiempo de reacción del vehículo

La integración de las levas en el volante no se emplea en el Mazda MX-30 para cambiar de marcha, sino para contribuir a la experiencia de conducción. En este caso, permiten ajustar las características del par y el nivel de recuperación de energía cuando se deja de pisar el pedal motor.

Así, cuando se circula cuesta abajo, la activación de la leva izquierda aumenta la resistencia de rodadura del coche e incrementa la recuperación de energía, para controlar el vehículo con más confianza. En cuesta arriba, la leva derecha proporciona el efecto de una menor resistencia para facilitar el mantenimiento de la velocidad. Si se activa en autovía, se dificulta la deceleración y el conductor puede mantener la velocidad de crucero sin depender tanto del pie derecho.

Sostenibilidad como bandera

La propia fabricación del Mazda MX-30 apuesta por la sostenibilidad, más allá de la eliminación de emisiones locales típica de un coche eléctrico. De hecho, este modelo integra unas baterías ligeras que contaminan menos, al tiempo que magnifican esa sensación de ligereza y diversión al conducir. Al mismo tiempo, ofrecen una autonomía eléctrica en ciudad de 265 km, más que suficiente para cubrir los trayectos cotidianos.

La integración de materiales respetuosos con el medio ambiente también contribuye a reducir la huella ecológica del Mazda MX-30. Un ejemplo de ello es el empleo de corcho en la consola central, un elemento que se extrae de la corteza del alcornoque sin dañar al árbol. En el caso de este modelo, el corcho empleado procede de tapones de botellas usados. Además, los guarnecidos de las puertas están elaborado a partir de botellas de plástico PET recicladas y las tapicerías se elaboran a partir de piel de origen vegetal.

El Mazda MX-30 ofrece una autonomía eléctrica en ciudad de 265 km y es capaz de recargar su batería al 80% en 36 minutos

Además, los propietarios de un Mazda MX-30 reciben la instalación gratuita de un punto de recarga en su hogar y pueden beneficiarse de la solución Plan Vehículo Eléctrico de Iberdrola, que permite recargar la batería del coche a un coste de 0,5 euros los 100 km con energía 100% renovable. Precisamente el uso de energía renovable para mover el vehículo es un elemento importante dentro de la concepción sostenible 360º que aplica en este modelo.

Precisamente para controlar parámetros relacionados con el vehículo como el estado de la batería, la aplicación MyMazda App permite consultarlos a distancia, sin necesidad de encontrarse en su interior. También controlar el aire acondicionado antes de subirse al vehículo, iniciar cómodamente el proceso de carga de la batería o incluso compartir el coche con otros usuarios, entre otras funciones. Además, el Mazda MX-30 cuenta con Apple CarPlay y Android Auto de serie que facilita la integración de smartphones.

Una experiencia segura

Los últimos avances tecnológicos en seguridad también se han incorporado al Mazda MX-30, con el objetivo de transformar la conducción eléctrica en una experiencia segura, además de divertida, elegante y sostenible.

De hecho, el Mazda MX-30 equipa las tecnologías de seguridad avanzada i-Activsense, reforzadas por una nueva funcionalidad que se añade al sistema de frenada de emergencia pre-impacto que evita colisiones en intersecciones. Además, la tecnología Emergency Lane Keeping ayuda al conductor a mantenerse en su carril en vías con bordillos e incluso en ausencia de marcas de carril.

Por su parte, la carrocería del Mazda MX-30 ofrece una excelente seguridad en caso de colisión gracias a su robustez y a la eficiencia en la absorción de la energía. Los conceptos de desarrollo más avanzados han llevado a una estructura diseñada al detalle para proteger la batería de alta tensión de este modelo.

La evolución del coche eléctrico eleva a un nuevo nivel la experiencia al volante. Más allá de la sostenibilidad, lograr una experiencia emocionante a través de la conducción eléctrica es cuestión de detalles. Una filosofía que el Mazda MX-30 ha llevado hasta las últimas consecuencias.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Mazda. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.