Una ventana al mundo: los niños dan color a la esperanza
Las ventanas se han poblado de dibujos. Son los colores de la esperanza. Arcoíris con los que los más pequeños le gritan al mundo que sí se puede.
Material audiovisual proporcionado por Telefónica
Mamá, ya lo tengo. ¿Te gusta? Quiero ponerlo en la ventana de mi habitación”. Allí van las dos juntas. Y, por supuesto, lo pegan en la ventana de su cuarto. Es un dibujo. Pero no uno cualquiera. Es un arcoíris lleno de color que mira al mundo. Es su manera decirle a ese mundo que ahí siguen ellos, los niños, y que volverán. Que todos, y por supuesto ellos, #seguimosconectados.
Que llegará el día en el que correrán de nuevo por esas aceras, en el que jugarán otra vez en ese parque, en el que acompañarán a sus padres a la panadería para ver si, ya de paso, cae alguna otra cosa rica para ellos.
¡Ay, los niños! Y las ventanas. Varias veces al día, se asoman a ellas. Y no hace falta que digan nada. Son sus ojos los que hablan. Añoran salir. Correr. Saltar. Jugar. Pero se giran. Y no dicen nada. Miran a sus padres. Sus padres les miran a ellos. Y no se quejan. Vuelven a pintar, a jugar. Son niños. No dejarán de serlo. Porque su fortaleza alimenta la nuestra.