Paradores o el secreto para comer bien
Apuesta por el producto local, de kilómetro cero, y la mejor cocina tradicional con ese toque moderno que convierte sentarse a la mesa en una experiencia para los sentidos
Cocina con productos frescos de proximidad –también conocidos como de kilómetro cero y muy valorados por ser más sabrosos y reducir la huella ecológica–, recetas tradicionales y técnicas modernas con una presentación perfecta. La buena mesa es un pilar fundamental en la filosofía de Paradores y así se esfuerzan por demostrarlo siempre que pueden.
Fueron, sirva de ejemplo, pioneros en ofrecer productos para celiacos y siempre los tienen en cuenta con una selección especial de platos sin gluten. Además, la oferta de Paradores incluye propuestas infantiles con las que acercan a los más pequeños las virtudes de la dieta mediterránea. En cuestión de vinos, la oferta cuenta con las DO más prestigiosas del país, pero apostando siempre por lo local, por lo que en todos sus establecimientos reservan un apartado de vinos del entorno donde esté ubicado el Parador o bien de sus zonas de influencia. Así potencian pequeñas bodegas de calidad y contribuyen a proteger las variedades de uvas autóctonas. Una de las señas de identidad de sus restaurantes es tener una carta ajustada al lugar en cuestión, siempre fiel a los productos y la cultura gastronómica de la zona.
La última idea de la compañía para reivindicar la buena mesa ha sido una iniciativa que busca poner en valor la gastronomía con denominación de origen. El proyecto 100% Raza Autóctona de Paradores, amparado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha arrancado en el Parador de Ávila. Si bien la intención es que se extienda a otros establecimientos de la red. Así, además de los platos típicos de la zona, en el restaurante del hotel abulense sirven ternera 100% avileña negra ibérica, ofreciendo una amplia variedad de cortes de esta raza bovina –del tradicional solomillo o chuletón al T-bone steak o el porterhouse–. Una experiencia que los amantes de la carne no deben perderse.
Comer en Paradores es un placer no sólo por la comida sino por todo lo que la rodea
Pero comer en Paradores es un placer no sólo por la comida sino también por todo lo que la rodea: sus espectaculares instalaciones, entornos privilegiados –tanto urbanos como naturales– y un excelente servicio. Su mimo por el detalle ha posicionado Paradores como líder en el sector de la restauración. No en vano, cada año pasan por Paradores casi un millón y medio de viajeros que entienden el ocio como el placer de disfrutar de la vida –ya sea la historia, el arte, la naturaleza o la gastronomía– y buscan hacer de su ruta una experiencia única. Y, ahora, todos ellos volverán aunque sea para reservar mesa.
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