El auténtico sabor de Sevilla

La esencia sevillana está presente en cada sorbo de la nueva propuesta de Tanqueray, elaborada con el aroma inconfundible de las naranjas sevillanas y azahar en un juego cómplice con un enclave mágico

Es la favorita de los expertos. Por quinta vez en seis años, ha sido seleccionada como la mejor ginebra por los bartenders y hosteleros más destacados del mundo. Tanto que, además de aparecer en la lista que de la revista Drinks International, nombres Edmund Weil, propietario del Nightjar de Londres –mítico local de jazz en directo y aires bohemios–, definen Tanqueray como “la más elegante y un punto de referencia para su categoría”. “Clásica pero relevante, simple pero compleja”, agrega Ariel Leizgold, propietario del sofisticado Bellboy en Tel Aviv.

De la fusión de la marca con la capital hispalense nació Tanqueray Flor de Sevilla, una ginebra elaborada, como no podía ser de otro modo, con naranja amarga y flores de azahar sevillanas en un juego cómplice con un enclave mágico como es la ciudad andaluza. Porque si hay una estampa sevillana es pasear en primavera bajo sus naranjos en flor y embriagándose del aroma a azahar. Por eso, Sevilla y Tanqueray hacen un maridaje inigualable. Una unión que, además, viene de lejos y tiene que ver mucho con los orígenes de la destilería.

El asunto se remonta a la cruzada que un empresario innovador y pionero inició desde el londinense distrito de Bloomsbury en la búsqueda de la mejor ginebra conocida. Fue cuando Charles Tanqueray, tres décadas después de conquistar la coctelería internacional, recorrió el mundo buscando nuevos ingredientes. En 1860 descubrió el aroma cítrico, refrescante e intenso de las naranjas sevillanas. Charles Tanqueray tomó nota de algunos botánicos que funcionarían en una copa pero aquellos apuntes no se recuperaron hasta hace muy poco. La combinación chispeante que él imagino entonces se matiza hoy a la perfección con el aroma equilibrado de los cuatro botánicos protagonistas de su clásica ginebra London Dry –enebro, cilantro, angélica y regaliz–.

Inspirado en las recetas originales de Tanqueray y las frutas maduras que crecen en los naranjos de Sevilla, el resultado es un equilibrio perfecto. El sabor único y agridulce de las naranjas sevillanas –introducidas en Europa por los marinos genoveses, la especie procedía de Asia, donde se asociaba su plantación a la felicidad de su dueño– combinado con la complejidad de una delicada ginebra seca que se viste de color naranja. No en vano, según un estudio tecnológico elaborado por Tanqueray analizando el Big Data de la ciudad el pasado verano, Sevilla tiene un color y es el naranja. En concreto, el naranja #FFAB60. Ese es el color espacial de la ciudad.

Un paseo mediterráneo y soleado capturado en una elegante botella inspirada en una coctelera de tres partes –que se hizo famosa durante la ley seca de los años veinte en Estados Unidos–, similar a la icónica botella de Tanqueray. Es la primera vez, en sus más de 180 años de historia, que la marca presenta una nueva variedad inspirada en una ciudad. Y lo hace con una apuesta –en formato de 700 ml y con 41,3º– por las llamadas ginebras con sabor, una tendencia creciente impulsada por personas dispuestas a experimentar nuevos sabores. Tanqueray Flor de Sevilla es, en definitiva, un tributo a la capital andaluza. Un homenaje al sabor vivaracho, cosmopolita y luminoso de la urbe dentro de todas las copas del mundo. Una fusión única que, además, tendrá mucha presencia en la Feria de Abril en locales como Dada, Pinzón, Colón 5, Bribon, Monkey Peper, Kelper, Magallanes o Maruja Melón.

 

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