El AVE Valencia-Madrid se reafirma como la mejor alternativa para disfrutar de la amplia oferta de compras, ocio y cultura de Madrid
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La iluminación de las calles de Madrid se ha convertido en los últimos años en un clásico de la ciudad en Navidad, como ya lo eran el mercadillo de la Plaza Mayor o el ajetreo de sus rutas comerciales. Este año son 7,5 millones de bombillas led las que llenan de luz y color las tardes y noches festivas de la capital española. Visitar Madrid en estas fechas para pasear y hacer las compras de rigor, ir a ver un musical o darse un homenaje gastronómico se ha convertido en una tradición tan entrañable como montar el Belén, y precisamente por eso hay que organizar bien el viaje para que siga resultando un bonito recuerdo.
Solo en el pasado puente de la Constitución las reservas hoteleras rozaron el 80% en la capital, un 6% más que el año anterior según cifras de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid. Ante tal volumen de visitantes, el tren se presenta como la opción más efectiva y recomendable para evitar los inevitables atascos de acceso al núcleo urbano, los aparcamientos saturados y las restricciones de circulación del nuevo plan de Madrid Central. Por eso, y para aprovechar al máximo la visita navideña, el AVE se erige como la mejor puerta de acceso a Madrid para los valencianos. De hecho, el año pasado registró una cifra récord de viajeros de 2,46 millones de usuarios, contabilizados entre febrero de 2017 y 2018.
Con 34 trayectos diarios (17 por sentido) y más de 12.000 plazas disponibles al día, el AVE que une la capital levantina con el centro de Madrid supone la opción de viaje más cómoda, práctica y rápida (en una hora y cuarenta minutos) para afrontar esta escapada navideña sin preocupaciones. De hecho, el AVE ya forma parte del ADN de las escapadas culturales y gastronómicas de fin de semana.
En apenas 120 minutos estaremos sentados en la mesa de nuestro restaurante favorito o en la mullida butaca de un teatro de la madrileña Gran Vía, y además disfrutando estas fiestas de tarifas promocionales de hasta el 70%. Porque, cada vez más, el viaje en AVE se convierte en la antesala de una sobremesa feliz. Ahora más que nunca en Navidad: gastronomía y cultura, vías paralelas, sin paradas intermedias gracias al AVE.
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