El empleo del futuro se llama realidad virtual

Más allá de los videojuegos, esta tecnología abrirá miles de oportunidades laborales. El momento de formarse para aprovecharlas es ahora

¿Cómo será el trabajo del futuro? Esta es la pregunta clave que no puede faltar a la hora de elegir una carrera. En una época en la que el mercado laboral cambia a un ritmo vertiginoso, conviene pararse a pensar antes de dar un paso tan importante. Analizar qué tipo de perfiles van a demandar las empresas en el futuro es clave para acertar con esta decisión.

Los datos son grandes aliados a la hora de responder a esta cuestión. Según la Comisión Europea, en 2020 habrá un déficit de 500.000 profesionales del sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esto quiere decir que este tipo de perfiles tendrá mayores posibilidades de encontrar un empleo en las condiciones que desea.

Dentro de este apartado, la realidad virtual y la realidad aumentada son especialidades en las que las empresas invertirán cada vez más y no solamente lo harán aquellas relacionadas con el sector TIC. Según la consultora IDC, entre 2017 y 2002 el gasto mundial en realidad virtual y aumentada crecerá de media cada año en torno al 71,6%. En el caso concreto de la realidad virtual, desde la Universidad CEU San Pablo apuntan que, por cada persona que está ahora mismo trabajando en este campo, en el año 2022 habrá́ otras 12.

La realidad virtual estará en todas partes

¿A qué se deben estas previsiones tan positivas? La respuesta está en la enorme versatilidad de la realidad virtual. Se trata de un campo que todavía no está completamente explorado, pero que cada vez encuentra un mayor número de aplicaciones en un mayor número de industrias. 

Más allá de los videojuegos, la realidad virtual está (y estará) detrás de productos y herramientas útiles para campos tan diversos como la medicina, la arquitectura, la narrativa, el aprendizaje o el entretenimiento. Es decir: la realidad virtual se está introduciendo ya en los quirófanos, los edificios, las películas, los centros de formación e incluso en las tiendas de ropa, por poner algunos ejemplos. 

Todas estas señales apuntan a que ahora es el momento de formarse en realidad virtual, una tecnología que va a cambiar nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno y por la que apuestan cada vez más empresas. Y, si es posible, hacerlo en paralelo a otra titulación. Es decir: estudiar para ser ingeniero o arquitecto experto en una tecnología puntera y, por tanto, capaz de aplicarla en su campo de especialización.

El papel de la universidad

La creciente colaboración entre universidad y empresa da como resultado una formación mejor orientada a lo que la sociedad necesita. Precisamente esta sinergia es la que está detrás de la creación del Título Propio en Realidad Virtual que ha puesto en marcha la Universidad CEU San Pablo junto con Playstation. Se trata de un plan de estudios diseñado para poder cursarse al mismo tiempo que ciertos grados ya presentes en su oferta.

Por cada persona que trabaja hoy en realidad virtual, habrá otras 12 en 2022

Este título propio tiene dos ramas o especializaciones: desarrollo, más enfocado a estudiantes de ingeniería informática, ingeniería de telecomunicación e ingeniería biomédica; y arte, para los futuros arquitectos. El plan de estudios ha sido diseñado para que los alumnos, cualquiera que sea su especialización, tengan los conocimientos necesarios para entender las tecnologías, procesos y técnicas que se aplican en el mundo de la realidad virtual.

Esta titulación se cursa durante cuatro o cinco años, según el interés y capacidades del estudiante, y su carga de trabajo equivale a la de un máster de un año. Además, sus profesores son profesionales del incipiente sector de la realidad virtual y cuenta con Sony Interactive Entertainment como partner profesional. Se trata de una buena oportunidad para engancharse a un tren de futuro que está a punto de partir.