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La operación bikini empieza en febrero

Olvídate de milagros y dietas exprés. Ha llegado el momento de planificar una dieta saludable para quitarte esos kilos de más de forma progresiva y efectiva y, así, lucir tipazo este verano

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Febrero es el mes para empezar a planificar el año que tenemos por delante, dejar atrás los atracones navideños y la cuesta de enero y tomarnos en serio esos propósitos de Año Nuevo. Por eso, ha llegado el momento de retomar el gimnasio y la dieta porque la verdadera operación bikini empieza ahora. Olvídate de los milagros y de las recetas exprés y planifica una dieta saludable para quitarte esos kilos de más de forma progresiva y efectiva y lucir tipazo en verano y el resto del año.

A pesar de que la salud está de moda y cada vez estamos más concienciadas sobre la importancia de llevar una alimentación saludable, el ritmo de vida actual nos lleva a consumir más calorías de las necesarias y, por el camino, sumar kilos extras. Exigimos cada vez más a los alimentos porque influyen ya no en nuestro aspecto sino en nuestra calidad de vida y, por eso, la falta de tiempo no debe ser sinónimo de no comer bien. Por eso, mentalízate porque esta va a ser la Operación Bikini definitiva. Y para conseguirlo, grábate a fuego estas tres claves: mejor alimentación, descanso y actividad física.

El descanso es fundamental para perder peso. Duerme bien, entre siete y ocho horas diarias, y comienza progresivamente a introducir la actividad física en tu rutina diaria. Si lo tuyo no es el deporte ni el gym, empieza a dar largos paseos acompañada de buena música; di no al ascensor y un gran sí a las escaleras y aprovecha cada ocasión para caminar. Así podrás empezar, de forma progresiva, con el ejercicio, pero no hay mejor truco para ser constante y elegir una actividad que te guste, mucho mejor si es en compañía.

Y, claro, está vigila tu alimentación. Somos lo que comemos. No es un eslogan publicitario sino una verdad que nos indica que nuestra dieta debe ser, sobre todo, sana y equilibrada. Empieza a modificarla introduciendo alimentos naturales como frutas, hortalizas y verduras y di adiós a las grasas, los fritos, los dulces y la bollería. No hace falta llevar una dieta espartana e híper restrictiva. Es mejor vigilar lo que comemos y adoptar simples gestos como cambiar las patatas con la que acompañas un filete por un poco de ensalada y beber mucha agua porque ayuda a la digestión, es diurética y nos hidrata. Por eso, cumple con los famosos dos litros diarios. Y, sobre todo, ponte objetivos realistas: una talla menos, perder cinco kilos... Las metas las pones tú, pero que sean alcanzables es imprescindible para motivarte e ir incrementándolas.

El pavo, el aliado más saludable

El consumo de pavo en España es tan elevado como el de pollo (en España se consumieron en 2016 más de 90.000 toneladas tanto fresco como elaborado o precocinado, según datos del Ministerio de Agricultura y Alimentación) y, sobre todo, su principal atractivo es que es muy saludable. Tiene muy poca grasa, es rico en proteínas, en vitaminas del grupo B como B1, B3, B5, B6 o B12, ácido fólico y minerales como fósforo, potasio, magnesio, hierro y zinc. Además, es buen hidratante, ayuda a prevenir enferm

Las dietas se apoyan alimentos como el pollo y el pavo. A pesar de que son nuestros mejores amigos para perder peso, pueden terminan por resultarnos un poco aburridos. Por eso, te recomendamos que busques recetas originales, desde un pavo a la naranja hasta unas pechugas al romero, en forma de hamburguesa o marinado. Otra buena opción es el embutido de pavo con opciones tan interesantes para nuestra dieta, sobre todo porque suelen apartar de nuestro menú la carne de cerdo, como el jamón curado de pavo Argal porque tiene todo lo bueno del pavo y es sabroso porque es jamón y está curado.

Está elaborado con auténtico jamón de pavo, pero además no contiene gluten ni féculas y tiene un 25% menos de sal que un jamón serrano. Y para perder peso es perfecto porque solo tiene un 7% de grasa y el doble de proteínas y un sabor mucho más intenso que la pechuga de pavo cocida. Puedes elegir el sabor auténtico o marinado en aceite de trufa para convertirlo en el aliado perfecto, por ejemplo, para ese desayuno de media mañana, para un picoteo y para rematar una de las comidas principales del día porque, junto con el sabor de un buen curado, mantiene todos los beneficios saludables del pavo.

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