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Martín Fiz: “Hay que nutrir bien nuestro cuerpo para continuar una actividad intensa”

Con 54 años recién cumplidos, Martín Fiz, campeón mundial de maratón en 1995, no deja de correr.

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Ana García Novo

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De hecho, solo le faltan dos victorias para cumplir su nuevo reto, que es ganar las seis grandes maratones en la categoría de mayores de 50 años. Este corredor eterno tiene muchos y muy buenos consejos para los runners. Entre ellos, que preparar bien una carrera no significa solo entrenar.

El running está de moda y las carreras populares cada vez atraen a más corredores de cualquier edad y condición física, con todo tipo de objetivos. Sea cual sea la distancia, es necesario preparar convenientemente cada prueba para evitar disgustos. ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta antes de situarse en la línea de salida?  El primer aspecto a tener en cuenta es haber entrenado para correr una carrera. También hay que estar mentalizado para ello y estar sano, tanto física como mentalmente. Es decir, hay que presentarse en la línea de salida en un buen estado de forma y procurar que la carrera o competición no se convierta en una obsesión. Para colocarse detrás de una línea de salida al menos se van a necesitar aproximadamente cuatro meses de preparación. Evidentemente, alguien que nunca haya hecho deporte necesitará más tiempo, mientras que aquellos que hayan practicado cualquier otra actividad física necesitarán menos.

“Después de haber corrido más de 300.000 kilómetros, mis músculos y articulaciones empiezan a quejarse”

Martín Fiz

Tras competir en los 5.000 metros en Barcelona 92, te diste cuenta de que, a juzgar por tus condiciones físicas, en realidad habías nacido para correr maratones. Solo tres años más tarde te proclamaste campeón del mundo en Goteborg (Suecia) en esa distancia. ¿Qué factores en concreto te revelaron que esta era tu carrera?  En mi caso, descubrí que mi fisionomía (1,70 metros y 55 kilogramos) correspondía más a un atleta de larga distancia que a uno de distancias cortas. También me di cuenta de que los valores heredados de mis familiares, tales como sacrificio y perseverancia, me iban a ayudar mucho a la hora de soportar cargas agonísticas, que es de lo que trata el entrenamiento de maratón. Además, tengo una musculatura privilegiada que resiste kilómetros y kilómetros. Todo esto es lo que me dice que nací para correr maratones.

En qué punto está preparado realmente un runner para plantearse correr una maratón? ¿Qué fases debe superar antes?  Un deportista que se plantea correr una maratón lo hace porque ya habrá participado en distancias más cortas, como los 10 kilómetros y las medias maratones. A partir de ahí, la ambición de pasarse a la distancia reina, maratón, le hace más fuerte: ese precisamente es el reto y el objetivo de todo aquel atleta que corre por los lares del mundo. Las fases que debe superar para conseguir su objetivo siempre tienen que ser preventivas. Me explico: debe haber entrenado con el fin de estar preparado para correr una maratón. Debe creerse que lo puede lograr y, al mismo tiempo, proteger el organismo para evitar lesiones.

“Sabía que los valores heredados de mi familia, como sacrificio y perseverancia, me ayudarían a entrenar maratones”

Martín Fiz

Acabas de cumplir los 54 años y te has marcado el reto de vencer en las seis grandes maratones (Reto Six Majors) en tu categoría. Ya lo has logrado en Nueva York, Tokio, Boston y Berlín, y te quedan por delante Londres y Chicago. ¿Cómo se afronta la preparación de un reto así desde tu edad y experiencia?  Todo se define en dos palabras: pasión y profesionalidad. Dentro de aquello que creo que domino, que es la maratón, me atraen los retos difíciles. Me gusta lo que hago, mi hobby es mi profesión y esto lo hace todo más fácil.  También me gusta la profesionalidad, por eso todo aquello en lo que me involucro lo hago como si me fuera la vida en ello. Ahora bien, después de haber corrido más de 300.000 kilómetros en mi vida deportiva, mis músculos y articulaciones empiezan a quejarse. En el caso de personas como yo, que ya tenemos cierta edad, es fundamental nutrir bien nuestro cuerpo y añadir a nuestra dieta de preparación complementos alimenticios a base de colágeno y magnesio, si queremos continuar realizando una actividad intensa.

Es cierto, cada vez se concede más importancia a la alimentación a la hora de preparar y participar en carreras de larga distancia, incluso a la hora de prevenir lesiones o de aumentar la concentración en la carrera. ¿En qué aspectos de esta preparación crees que puede ayudar más una nutrición adecuada?  Lo que se dice entrenar, todo el mundo entrena para ganar a su rival o simplemente para mejorar su cronómetro. La diferencia entre unos y otros está en otros aspectos: aquellos psicológicos, los relacionados con la alimentación o la hidratación, la facilidad o dificultades para lesionarse y el talento. Una alimentación y una hidratación adecuadas pueden significar menos lesiones y obtener un mayor rendimiento del organismo. Además, es bueno añadir a nuestra dieta complementos alimenticios específicos para evitar lesiones y mejorar el estado físico en general. De hecho, yo colaboro como embajador de la línea de productos de Vanir Health porque me gustan mucho y me ayudan realmente. Yo siempre digo que en los pequeños detalles está el éxito y los complementos alimenticios son uno de ellos.

¿Cuál es el papel del descanso en los entrenamientos? ¿Por qué no se lo debe saltar un runner?  El descanso es parte del entrenamiento. Es más, se dice que un buen descanso es un buen entrenamiento. El organismo necesita descanso para rendir con mayor efectividad. Un cuerpo cansado es un cuerpo debilitado, sin concentración y con una utilidad física muy por debajo de sus posibilidades. Tras un esfuerzo intenso, se necesita descanso.

Imagina que tienes delante a tres runners habituales: uno de 25 años, otro de 35 y otro de 45. ¿Qué consejos les darías para llegar a tu edad en condiciones físicas adecuadas para seguir disfrutando de carreras de larga distancia?  Al deportista de 25 años le diría que no tenga prisa por llegar, debe ir sin prisa, pero sin pausa. El joven tiene que ser como un diamante en bruto que necesita pulirse, algo que no se consigue en un día, sino a lo largo del tiempo. Por su parte, el deportista de 35 años estará preparado para darlo todo: tiene experiencia y mucho entrenamiento.  Al deportista de 45 años le diría que adapte los retos a su edad y a otros gustos que nos tiene preparados la vida. Los 45 años son una edad buena para darte cuenta de que hay vida si hay ilusiones y nuevos planteamientos.

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